Carmen Quesada: «Si Arturo Fernández hubiera sido de izquierdas hoy tendría plazas y teatros con su nombre»

Todavía hoy no ha conseguido celebrar una Navidad sin el que fue el amor de su vida

Carmen Quesada y Arturo Fernández

Beatriz Cortázar

Un año más se entrega en cuerpo y alma al mercadillo de Cáritas en Marbella.

Llevo en Caritas desde hace 14 años. Casi de casualidad, me pidieron que ayudara a decorar uno de los restaurantes que montamos en el Bazar y me quedé «pillada» con la alegría con que trabaja sin descanso todo el voluntariado que lo lleva a cabo; mas «pillada» aun con la finalidad del mismo que no es otro que la ayuda al necesitado cercano, sin distinción alguna de credo, raza, Ideología... Comprendí que era un Inmenso privilegio poder ayudar. Luego como, cuando Arturo estaba de gira, yo pasaba mucho tiempo aquí, me involucré en Cáritas de la Parroquia cercana a la casa y ahora he de reconocer que es mi trabajo en Cáritas el que me ayuda a mí a tener una actividad motivadora.

Supongo que en tiempos de crisis la solidaridad también se resiente.

No. Hemos comprobado la reacción solidaria de la gente cuando hay una auténtica crisis Durante el primer confinamiento COVID, la Fundación de José Andrés, World Central Kitchen, eligió nuestra Parroquia para repartir entre 500 y 800 menús diarios. Las colas eran enormes. Nunca hemos recibido más donaciones, ya sea en dinero, en coches llenos de compras de supermercado, preguntándonos a diario qué necesitábamos. Fue impactante y muy reconfortante.

¿Cuesta convencer a la gente para que se rasque el bolsillo o deje su tiempo a ayudar a otros?

A veces cuesta más que nos presten su tiempo que su dinero... Este año también colaboramos con Cáritas de La Palma porque es sobrecogedor lo que esta viviendo esas personas Necesitamos visibilidad porque nuestros donante son tremendamente generosos.

Vive en Marbella donde se instaló tras enviudar del admirado Arturo Fernández. ¿Cómo es la vida sin Arturo?

Sería injusta si dijera que «siento vacío» , que es la primera palabra que se ha venido a mi pensamiento. Sí, siento vacío pero no estoy sola. Tengo la inmensa fortuna de tener muchas personas que me quieren y a las que quiero, que me cuidan y, como decía al principio, tengo a Cáritas que me mantiene activa. Su vacío es imposible de llenar pero siento que mi vida, gracias a ellos, sigue teniendo sentido.

Vivió una historia de amor larga y discreta donde nunca quiso acaparar ni un plano. ¿por qué?

¿Y por qué de otra manera? El famoso, popular, era él. Quizá sea educacional pero nunca me ha gustado el papel de los que se hacen famosos sólo por estar con alguien que lo es.

Arturo dejó mucha huella pero tengo dudas sobre si se le ha reconocido como debiera.

Sinceramente creo que no. Si Arturo, hijo de un cenetista exilado, hubiera sido un hombre de Izquierdas tendría hoy plazas y teatros con su nombre...

El actor se fue sin llamar la atención. Vivió su enfermedad en silencio. ¿Cómo recuerda esos momentos?

Los peores de mi vida. Del 19 de Marzo que terminó su gira en Bilbao hasta el 4 de Julio que se marchó…. los peores de nuestras vidas. Me queda el consuelo de que él no sabía que era el final. Su última tarde estaba cambiando el título de la película que tenía que haber rodado.

¿Qué conversación le quedó por hablar con su marido?

Ninguna. De verdad. A veces no hace falta hablar para entenderse.

Fueron un matrimonio ejemplar que trabajaron juntos ya que usted decoraba todos sus escenarios. ¿No le han quedado ganas de seguir involucrada en el teatro?

La verdad es que a día de hoy no he conseguido volver a entrar a un teatro ni como espectadora, lo tuve que hacer cuando el Jovellanos le rindió homenaje y me fue muy dificil. Pero la producción ha sido toda una vida laboral que deja huella. Mentiría si dijera que no queda el «gusanillo».

¿Qué amigos quedan de esos años?

Amigos, todos. Conocidos e interesados en el personaje, que había muchos, casi ninguno.

Me dicen amigos comunes que su labor en Cáritas es tan plena que hasta ha aprendido a vivir con lo justo y huye de los lujos o excesos.

El mayor lujo era Arturo y ese no se puede conseguir, por lo demás, la vida sigue igual.

¿Cree que el amor puede volver a su vida?

Creo firmemente que es imposible y pienso que sería tremendo para esa persona si apareciera... Le compararía a diario con Arturo y le haría la vida imposible.

Siempre fue la gran desconocida al lado de un hombre tan sumamente brillante. Si tuviera que escribir un perfil propio qué pondría.

Una mujer que lo aprendió todo a su lado. Era un maestro maravilloso de trabajo y de vida.

La herencia de Arturo no dio pie a ningún titular escandaloso.

Es que nunca hemos sido de escándalos. Todos sabíamos cual era la voluntad de Arturo y él sabía que la íbamos a respetar.

¿Cómo es su relación hoy con los hijos de su marido?

Muy buena. Ya no cotidiana pero porque vivimos lejos.

¿Hay algo que conserve de Arturo que le haga especialmente feliz?

Sí, muchas pero especialmente una foto que se publicó en una revista y que nos hicieron en 2019, sin enterarnos y es el reflejo fiel de nuestra complicidad. Y sobre todo un retrato que le hizo Nati Cañada en tamaño natural y que la pintora tuvo la generosidad de regalarme cuando ya no estaba. Es tan él en todo que le toco y me hace bien.

¿Dónde encuentra usted su paz?

En casa. En esta casa. Salgo con mis amigos, voy a Cáritas y me siento muy acompañada pero cuando entro en casa siento una sensación de paz especial.

¿Cómo serán estas Navidades?

Las Navidades en casa eran tan bonitas y alegres, se preparaban con tanto esmero, Arturo las disfrutaba tanto, especialmente en Nochebuena , que tengo que confesar que aun no soy capaz de celebrarlas. Quizá sea un poco egoísta porque hago sufrir a las personas que me quieren y no les gusta que me quede sola pero no soy capaz de sentarme a una mesa de Navidad, me quedo en casa encantada y me parece que es como en Nochevieja cuando había función y le esperaba para cenar a la 1 de la madrugada.

¿Cuándo mira hacia atrás, qué le gusta recordar?

Todo, a Arturo con nuestros perros, las caminatas en Picos de Europa, las noches de vuelta del teatro, los divertidos comentarios de Arturo viendo partidos de fútbol en la televisión, la emoción de los nuevos montajes teatrales...

Y una curiosidad. ¿Qué ha sido de todos los trajes impecables que usaba Arturo? ¿Se ha planteado hacer una subasta benéfica?

Lo pensamos y de hecho él siempre donaba una colección de corbatas pero para el Bazar del 19 era demasiado pronto para todos deshacernos de su ropa. En el 20 no hubo y este año, además de que su ropa le sienta como un guante a su hijo, pensamos que ya estaba demasiado lejos.

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