Britney Spears, liberada del control de su padre
El padre de la artista ha anunciado que está dispuesto a renunciar a la tutela de la herencia de su hija
Britney Spears ya es libre, o lo será muy pronto, porque su padre anunció que está dispuesto a renunciar a la tutela de la herencia de su hija.
Jamie Spears ha sido tutor del patrimonio de Britney desde hace 13 años, cuando la artista sufrió un ataque psicótico por el que perdió el control sobre su vida. Y aunque sus fans han empezado a organizar fiestas en las redes sociales para reunirse en las calles y celebrar la libertad de su ídolo, lo cierto es que Jamie ha escrito en un documento a la corte de Los Ángeles que no piensa renunciar inmediatamente. «Quiero que sea una transición ordenada para el nuevo tutor». La complicada situación de Britney la obligará a seguir acudiendo a terapia bajo las órdenes de su nuevo tutor, aunque podrá tomar decisiones personales que hasta ahora no podía. «Nos complace saber que el Sr. Spears admitiera hoy la necesidad de ser sustituido. Es una reivindicación para Britney. Sin embargo, estamos decepcionados por sus continuos ataques contra su hija», apuntó el abogado de la cantante, Mathew Rosengart, en un comunicado.
En un nuevo documento judicial, Rosengart arremete contra el padre de su cliente, a quien acusa de «no tomarse el tiempo de revisar la historia de la tutoría y comprender por qué fue instaurada en primer lugar». Insinuando que se aprovechó de la situación de su hija, el letrado relató que Jamie pudo hacer mucho más por su hija. «Es incomprensible lo ocurrido y tanto él como los abogados anteriores de Britney dejaron de cooperar en su favor». Superando un auténtico infierno personal, la cantante mostró una gran fortaleza al testificar en el tribunal de Los Ángeles contra su padre y su entonces abogado el pasado 23 de junio. Por el momento, el representante de Britney ha pedido que sus finanzas pasen a estar controladas por Jason Rubin, experta en contabilidad forense, especializada en administrar «carteras fiduciarias complejas» y con experiencia en litigios financieros de abuso de ancianos. Asimismo, el abogado ha solicitado la potestad para autorizar a Rubin como responsable de la carrera profesional Britney y que sea ella y no su padre quien firme sus próximas actuaciones en televisión, conciertos o grabaciones. En la misma petición se indica que las finanzas de Britney constan de 56,3 millones de dólares en propiedades y 2,7 millones en efectivo. «Jamie Spears no cree que un enfrentamiento público con su hija sea lo mejor para él o para ella y, por lo tanto, responde a esta injustificada petición echándose a un lado. El señor Spears pretende trabajar con la corte y el nuevo abogado de su hija para preparar una transición ordenada a su sustituto».
La revista Variety difundió un comunicado del abogado de Britney, Mathew Rosengart, celebrando el cambio. «Esto es una reivindicación. Nos complace que el señor Spears y su abogado hayan admitido en un documento oficial que debe ser destituido».
Hace dos semanas, la Corte permitió que Britney pudiera elegir por primera vez a su propio abogado , un cambio sustancial que sentó precedente en la tutela después de las dimisiones de su anterior abogado, su representante artístico y el fondo de inversión que controlaba su riqueza junto a su padre. «Vamos a continuar con una investigación sobre la conducta del Sr. Spears y otras personas encargadas de su tutela durante los últimos 13 años. Quiero demostrar cómo su padre cosechó millones de dólares de la herencia de su hija», dijo Rosengart en una declaración que ha provocado la locura entre los seguidores de la artista que han vuelto a convertir en tendencia mundial el hashtag #FreeBritney. «Mientras tanto», continuó Rosengart, «en lugar de hacer acusaciones falsas y dar golpes bajos contra su propia hija, el Sr. Spears debería permanecer en silencio y hacerse a un lado de inmediato». Los representantes del equipo legal de Jamie Spears ya han respondido con la renuncia del progenitor a la tutela de su hija, aunque advierten que no será de inmediato. Spears ha sido tutor de la herencia de su hija y de su persona desde el 2008 hasta el 2019, cuando Jodi Montgomery fue nombrado conservador interino de las decisiones personales de la cantante. Britney, de 39 años, expresó su deseo de poner fin a su tutela por completo, ya que consideraba «abusivo» el papel que ejercía sobre su persona.
«Solo quiero recuperar mi vida»
Britney Spears, catapultada a la fama desde la adolescencia, sufrió un brote psicótico en el 2007 durante el cual se rasuró la cabeza y atacó el automóvil de un paparazzi en una estación de servicio. A raíz del incidente, fue ingresada en el ala de psiquiatría de UCLA hasta que la justicia otorgó su tutela a su padre. La artista volvió al escenario, publicó tres álbumes, apareció en varios programas de televisión e incluso fue contratada en una residencia en Las Vegas. Pero en enero del 2019 anunció de forma abrupta que dejaba indefinidamente las actuaciones en vivo y comenzó a quejarse de la tutela; primero a escondidas, enviando mensajes crípticos a sus fans, y luego ya públicamente.
Britney afirmó en su testimonio de junio que sus tutores le impidieron quitar un dispositivo anticonceptivo intrauterino a pesar de que quería tener más hijos, y que le dieron una medicación que la hacía sentir «borracha». Los comentarios de Spears llevaron al retiro de Montgomery, su abogado y una compañía de administración de patrimonio que supervisaba sus finanzas en la más absoluta oscuridad. Britney escribió en Instagram hace una semana: «No volveré a subir a un escenario mientras mi padre decida lo que llevo, digo o pienso». Hoy Britney puede celebrar su libertad como lo hacen sus fans. Los seguidores del movimiento #FreeBritney se están reuniendo en las calles para celebrar la decisión del padre de Britney de liberarla de su tutela y muchos han acudido a las puertas de las oficinas de Rosengart para vitorear al abogado a su salida.