Boris Izaguirre cuenta toda la verdad sobre su terrible violación grupal
El venezolano recuerda el comportamiento de su madre tras sufrir una agresión sexual que marcó su adolescencia
Boris Izaguirre sobre Ana Obregón: «Lo ha compartido todo con nosotros, se merece nuestro amor»
![Boris Izaguirre en una fotografía de archivo](https://s1.abcstatics.com/media/gente/2022/07/05/boris-kjvE--1248x698@abc.jpg)
Boris Izaguirre es uno de esos rostros amables que conquista desde la verdad. Sin dobleces ni eufemismos, el venezolano brilló siendo el protagonista de la segunda edición del programa 'Uno de tres millones' que Jota Abril conduce con éxito en Telemadrid. Un espacio en el que el jienense descubre a los personajes que, sin ser de Madrid, han desarrollado su vida alrededor de la comunidad. Porque si Madrid acoge, también lo hace Jota adentrándose, con acertado tono, en los recovecos emocionales de sus entrevistados.
Así no fue difícil que Izaguirre se emocionara al hablar de su madre, llecida en 2014 tras sufrir un cáncer, y reconociera que todavía no ha superado su fallecimiento: «Todavía no he podido llorarla para asumir que ya no está físicamente aquí. Cuando llegue ese momento espero estar solo», confesó. El escritor, uno de los más exitosos e influyentes, también habló sobre el amor y la homosexualidad. Criado en Caracas, de donde es oriundo, explicó que en su familia encontró a los aliados perfectos para afrontar con libertad sus deseos más íntimos .
No siempre fue fácil. Boris narró uno de los episodios más duros de su vida. Cuando todavía era un adolescente sufrió una terrible violación grupal, a la que se refirió brevemente en su última novela publicada: « La agresión es inevitable pero lo que fue increíble fue la actitud de mi madre que me dijo que no podía atormentarme por eso, vapulearme ni humillarme más. Mi madre me dijo que no permitiera que la violación destruya lo que eres y lo que juntos hemos construido». Con una gran generosidad, también confesó que, aunque en el libro hace creer que conocía a sus agresores, la realidad es que no.
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