Alejandra Osborne: «Nuestra relación con Fabiola es la misma, como si no hubiera pasado nada»

Encuentro de hermanas es el que acaban de tener las hijas de Bertín Osborne y la difunta Sandra Domecq para presentar la nueva campaña de moda de la firma Hoss Intropía de la que son imagen. Cuatro mujeres que tienen mucho que ver entre sí aunque cada una lleva su estilo o su bandera. «Durante mucho tiempo me tocó ejercer de hermana mayor pero en estos años ya he conseguido ser más amiga de mis hermanas y ya no me toca ese rol», confiesa la mayor de Orborne, Alejandra . «Sin duda alguna Claudia es la más espiritual, la que nos da armonía y sabe sacar lo mejor de nosotras», añade Eugenia a la hora de describirse entre ellas. «De Eugenia destaco su capacidad de mediar, al igual que de Ana Cristina . Son muy unificadoras. Alejandra se tuvo que 'comer' lo más duro de nuestra vida pero hoy ya está todo más repartido», asegura Claudia .

Lo bueno de las hermanas es que con una mirada se lo dicen todo y hasta con una sonrisa recuerdan cómo desaparecían los biquinis de los cajones para luego aparecer en el armario de la otra. Son la versión actual de aquellas 'Mujercitas' de Louisa May Alcott que evocan hogares llenos de risas, de melenas que peinar y ropa por los cajones pero que hoy se relacionan con sus seguidores en Instagram o ayudan a otros a entenderse mejor a través de sesiones de coaching.

Evidentemente ayer se habló y mucho de moda y recuerdos de vestidos, pero no faltaron palabras para expresar el momento que están viviendo tras el divorcio de su padre, Bertín Osborne , y Fabiola Martínez . Siempre en ese tono agradable y pausado fue Alejandra quien señaló que justo el día antes habían «cenado con Fabiola y todo está igual que siempre. No ha cambiado nada nuestra relación con ella. Es como si no hubiera pasado nada», dice mientras sus hermanas asienten y añaden que con su padre están igual. Vamos, que Bertín y Fabiola pueden estar orgullosos de saber hacer las cosas sin causar una fractura más dura que la que ya de por sí supone una ruptura sentimental de un proyecto que imaginaron iba a ser para siempre. El hecho de que sus cuatro hojas sigan teniendo en Fabiola a una amiga con la que quedar a cenar o verse en casa es la mejor prueba.