Gastronomía
Exploradores de terruños: en busca de las mejores parcelas de España para el vino del futuro
Madrid Fusión THE WINE EDITION
El valor de los territorios españoles ha quedado reflejado durante la última mesa redonda sobre el vino de la primera jornada de Madrid Fusión

El valor de los territorios españoles ha quedado reflejado durante la última mesa redonda de la mañana del lunes en la tercera edición de Madrid Fusión The Wine Edition. Pedro Ballesteros MW se ha rodeado de «exploradores de terruños» como Andreas Kubach MW (Director General Península Vinicultores), Pepe Mendoza (Propietario de Casa Agrícola), Pedro Ruiz Aragoneses (CEO de Alma Carraovejas), Loreto Pancorbo (Wine Consultant en vinos en Támdem SC) y Luis Sande (Copropietario de Pagos de Brigante) para tratar de descubrir cómo serán los próximos grandes vinos.
«El vino fino es el resultado de muchas exploraciones: la de territorios desconocidos, la de los diferentes terruños dentro de un mismo territorio, la de la microbiota y la biología de los suelos, la de la enología propiamente dicha», exponía Ballesteros al comienzo de la ponencia 'La España a explorar' mientras daba paso a sus invitados.
«En nuestra zona hay lagares del siglo X a.C., centros de producción masiva dedicados al vino diez siglos antes de Cristo», defendía Pepe Mendoza. «Poder hacer un pinot noir medio bebible en Alicante ya era un gran reto, pero por aquel entonces no me sentía cómodo hablando de terroir o de estilo porque las variedades nacionales se me quedaban cortas; ahí nació nuestro proyecto actual de respeto a variedades autóctonas como la monastrell o la giró».
«La gente piensa que conoce Rioja pero en realidad no se conoce», sentenciaba Kubach MW. «Nosotros experimentamos que el terroir que catábamos en Rioja no se veía reflejado en el mercado. La búsqueda de esta autenticidad es la que ha movido el proyecto de Bideona. Nuestro objetivo no era hacer un vino parcelario ni competir con los vinos de estilo, sino disponer todas las opciones en la copa para ver lo que pasa, porque creemos que Rioja merece esta pirámide de calidad adicional para demostrar su grandeza en el mundo y salvar el territorio que cuenta con las mayores concentraciones de viñedo histórico de España». Explorar el territorio para defender el paisaje y las tradiciones.
«A día de hoy los vinos han cambiado y podemos decir que Tenerife suena», apuntaba Loreto Pancorbo. «Siempre se ha dicho que las islas son un reservorio de variedades perdidas por la filoxera, pero otras son cien por cien canarias, como la listán negro, que es una variedad para poner en valor por su capacidad de adaptación al terreno. Es una uva que supone un enigma porque cada vino es completamente diferente. Lo estamos viendo en manos de grandes proyectos que están poniendo a Tenerife en el mapa del vino».
Rioja Alavesa, Ribera del Duero, Galicia...
«Nosotros no compramos bodegas, intentamos dar continuidad a proyectos que en realidad no nos pertenecen», añadía Pedro Ruiz Aragoneses sobre la filosofía de Alma Carraovejas. «Llegamos a las diferentes regiones con la idea de sentirnos parte de la zona, de la cultura y de la historia del lugar, para deslocalizarnos de Ribera del Duero. Lo que estamos haciendo es un master con prácticas». En concreto, llegar a Leza, en Rioja Alavesa, ha sido un privilegio para el elaborador. «Hasta ahora era una zona de vinos y no de viñas, pero los proyectos interesantes de verdad son los que se asientan y toman contacto con el lugar. Esto es lo que buscamos».
«Mi exploración en Galicia comenzó en 2015 cuando entré en un viñedo abandonado cubierto por eucaliptos y con un desnivel de 120 metros. Allí descubrí un parque arqueológico del viñedo antiguo. Bancales perfectos, escaleras que bajaban hasta el río para sacar la cosecha y un regato canalizado, un tesoro», aportaba Luis Sande basándose en su experiencia. «Después supe que era un viñedo medieval, uno de los más importantes del antiguo Betanzos, que se había quedado congelado en el tiempo porque era solo accesible desde el río. Me lancé a comprar ese monte para poder hacer un alegato de variedades gallegas como la blanco legítimo y la merenzao». Un proyecto que resulta especialmente interesante en una zona que está naciendo o renaciendo de nuevo en manos de recuperadores de viñedo y exploradores de terruños que son también innovadores.
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Andreas Kubach MW cerraba la ponencia pidiendo un poco de sentido crítico a la hora de valorar estas innovaciones para desmarcarse de las modas. «¿Estos vinos merecen existir? ¿Tienen un sentido por estar ligados a la tradición? Esa es la pregunta que deberíamos hacernos». Pedro Ruiz Aragoneses le daba la razón: «La historia y la innovación son complementarias. Para volar alto primero hay que ser capaz de entender de dónde venimos».