La emoción de Teresa Romero en su primera aparición pública
La enfermera ha comparecido por primera vez en rueda de prensa con su marido, Javier Limón, tras recibir el alta médica por el ébola
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Teresa Romero, tras recibir el alta en el hospital Carlos III de Madrid, momentos antes de la multitudinaria rueda de prensa que ha ofrecido en el auditorio del centro: «Yo no sé lo que falló, ni siquiera sé si falló algo, solo sé que no guardo rencor ni reproches a nadie», ha dicho
- AFP

Los médicos que han atendido a Teresa Romero, poco antes de la conferencia de prensa que han ofrecido en el hospital Carlos III, en la que han subrayado que la auxiliar de enfermería podrá hacer vida «completamente normal»
- EFE
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«Los profesionales abnegados han demostrado que tenemos la mejor sanidad del mundo y que, a pesar de una nefasta dirección política, son capaces de obrar milagros», ha comentado Teresa Romero. En la imagen, con algunos de ellos antes de la rueda de prensa
- AFP
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Según el equipo médico que ha tratado a Teresa Romero, la enfermera no podrá transmitir la enfermedad porque es un virus que no permanece en el organismo tras la curación
- EFE
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El jefe de la Unidad de Infecciosos del Hospital La Paz, Jose Ramón Arribas, durante la conferencia de prensa en el hospital Carlos III
- EFE
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El director gerente del Hospital Carlos III, Rafael Pérez-Santamarina ha mostrado su felicidad por la recuperación de Teresa Romero
- EFE
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Los médicos que han atendido a Teresa Romero posan para una foto de familia poco antes de la rueda de prensa
- REUTERS
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Javier Limón, esposo de Teresa Romero, infectada por Ébola, a su llegada al hospital Carlos III, esperando la salida de la auxiliar de enfermería, que estaba a punto de abandonar el centro
- EFE
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Teresa Romero sonríe antes de la rueda de prensa. «Si mi sangre sirve para algo, para ayudar a encontrar una vacuna o curar a otras personas, aquí estoy. Que me saquen sangre hasta quedarme seca», ha asegurado antes de «dar también las gracias a mis vecinos. Ellos saben que somos gente que no nos gusta el jaleo»
- AFP