El (no) estudio de Abel Azcona en imágenes
Una maleta. Allí guarda Abel Azcona todo lo que necesita. Y ella va consigo donde haga falta. Hace las veces de su estudio. Como los aparatos electrónicos que lo conectan con el mundo. Así trabaja un artista que dice no necesitar taller en propiedad

Abel Azcona, en el estudio improvisado en Serendipia (Madrid)
- I. Permuy

Detalle de algunas de las piezas del proyecto «Feed me», de Abel Azcona
- I. Permuy

El ordenador es una de las «prolongaciones» del estudio de Abel Azcona
- I. Permuy

entre las cosas que Azcona siempre lleva consigo, la carpeta azul que recoge su expediente de adopción, base de todo su trabajo
- I. Permuy

Algunas de las fotos de «The Shadow», proyecto con el que Azcona denuncia los abusos infantiles
- I. Permuy

Cada uno de los tatuajes de Azcona tiene su origen en un proyecto o una vivencia personal
- I. Permuy

Azcona en el espacio de Serendipia (Madrid), uno de sus estudios de prestado
- I. Permuy

Azcona con una de las piezas de la instalación «Feed me»

Algunos de los objetos que acompañan siempre ha Azcona, de revistas, a obras o sus «gadgets» electrónicos
- I. Permuy

Detalle de la maleta que hace las veces de estudio portátil de Abel Azcona
- I. Permuy
