Especial Universidades
Un semillero en el que las mejores ideas brotan y echan raíces
La efervescencia emprendedora que vive España tiene en la universidad uno de sus principales epicentros
España al fin es país de emprendedores. Apelando más al convencimiento que a la tradicional necesidad como motor, también ha vivido un importante impulso la creación de empresas emergentes de base tecnológica, las denominadas startups. La inversión en estas compañías alcanzó en 2021 una cifra récord de 4.300 millones de euros , lo que casi cuadruplica (+287%) el volumen del año anterior (1.107 millones), según el Observatorio del Ecosistema de Startups de la Fundación Innovación Bankinter.
En el primer trimestre de 2022, la tendencia al alza permanece sólida. De hecho, el volumen de inversión en startups ha sido ligeramente superior al captado en el mismo periodo de 2021 (1.226 millones) pero sobre todo se ha disparado el número de operaciones, que ha crecido un 22,3%. Y esta efervescencia emprendedora tiene en la universidad uno de sus principales epicentros . Un ejemplo es la Universidad Complutense de Madrid (UCM) que ofrece a través de la Oficina Complutense del Emprendedor (Compluemprende) las herramientas para ayudar a los estudiantes a labrar su futuro. A través del programa Fábrica se realizan actividades de formación que, junto a asignaturas transversales, incluye acciones de sensibilización, como ‘hackatones’ o imparten talleres. Los premios y las subvenciones completan el círculo de las iniciativas de estímulo . «El sentido de la universidad es trabajar no solo para, sino también de manera conjunta con la sociedad. Desde el punto de vista de la empleabilidad de los estudiantes o sus iniciativas, pero también de la investigación», explica David Alonso , director de la Oficina Complutense del Emprendedor.
Incubando el futuro
Compluemprende da servicio a las 26 facultades de la UCM. De ellas, ya han inaugurado su incubadora Económicas y Empresariales, que fue la primera, Comercio y Turismo, Ciencias de la Información, Educación y Ciencias Biológicas. «El siguiente paso es la puesta en marcha –apunta Alonso– el próximo mes de septiembre de una plataforma que incorpora la tecnología al proceso de incubación , con tres funcionalidades: permite un mejor seguimiento de los proyectos por parte de los emprendedores, la conexión con mentores, también de fuera de la Complutense, y análisis mediante inteligencia artificial, como la valoración económica del proyecto». Se prevé que los proyectos puedan ser financiados por fondos de inversión con los que se mantienen conversaciones por importe de varios millones de euros.
De Compluemprende nació Crowtec , un estudio de desarrollo y consultoría fundado por tres ingenieros informáticos de la UCM (Meriem El Yamri, Rodrigo Crespo y Juan Manuel Carrera). Meriem El Yamri , de 30 años, explica el proceso: «En 2015 mis socios y yo ingresamos en el programa Compluemprende. Realizamos juntos el trabajo fin de carrera. Mientras estábamos con ello, se convocó un concurso de emprendimiento que se llama Startup Programme, al que nos inscribimos». Compluemprende formaba parte de la mentorización que se hacía para presentar los requisitos del concurso. Gracias a este programa aprendieron el modelo de negocio o cómo monetizar un producto. Con el concurso llegaron a la final europea de Lisboa en representación de España. La experiencia les sirvió para darse cuenta de que funcionaban bien juntos y en noviembre de ese año fundaron Crowtec. «Lo que buscamos –señala El Yamri– es hacer productos tecnológicos que sean accesibles a todo el mundo , a todas las empresas, y que además utilicen tecnologías punteras. Nuestro modelo de negocio por un lado atiende a terceros y por otro desarrolla productos propios. En nuestros servicios a terceros hacemos acompañamiento tecnológico a startups».
También trabajan con clientes más grandes, como el Ayuntamiento de Madrid, el de San Lorenzo del Escorial, la Universidad Complutense o RTVE. Uno de sus productos, ‘Map of History’ es un videojuego de realidad aumentada. «La gente se mueve por el mundo para poder jugar, al estilo de una yincana, resolviendo retos, interactuando con personajes en realidad aumentada. Hemos hecho varias versiones basadas en distintas temáticas. Una de ellas, por ejemplo, para el Ayuntamiento de Madrid con la cabalgata de Reyes», dice El Yamri. Entre sus productos propios más recientes figura el trabajo con Inteligencia Artificial para crear piezas artísticas.
Mario Puche , 25 años de edad, es otro caso de emprendimiento con éxito. CEO y fundador de Grupo Magma , una compañía que cuenta con cuatro grandes establecimientos de ocio y restauración junto a un macro festival universitario que organiza cada año. Su andadura en los estudios la comenzó cursando el Grado en Ingeniería Informática por la Universidad de Alicante y, en la actualidad, estudia el último curso de Administración y Dirección de Empresas (ADE) en la Universidad CEU, Cardenal Herrera. Está ultimando su TFG y pronto se graduará.
Vocación precoz
Se trata de un caso precoz, como él comenta: «Empecé a emprender con 15 años por un tema personal. Me tiré a la piscina y monté un festival donde no ganamos y perdí todos mis ahorros . Pero aprendí mucho. Metimos a 8.000 personas. A partir de entonces empecé a hacer fiestas pequeñas, y a día de hoy tengo cuatro locales en Alicante , con una plantilla muy extensa». En su primer festival, el cabeza de cartel fue un entonces desconocido Martin Garrix , hoy el mejor dj del mundo.
El Grupo Magma tiene la discoteca Magma, Vulcano, Dutton o Blit entre sus establecimientos. Como promotor de conciertos, Puche ha contratado y organizado tres conciertos de Bad Bunny en Sala Magma . También han actuado en este local artistas como Rauw Alejandro , Ñengo Flow o Justin Quiles . Y avanza su próximo proyecto: «En junio voy a lanzar un nuevo producto, una bebida que se llama Fil Rouge, un licor de chuche de sandía. Sobre su plan de negocio versa mi TFG».
Vincula Puche la formación en la universidad con el desarrollo empresarial: «Con ADE he aprendido a crear equipo, a llevar una mejor planificación financiera». Puche colabora con su experiencia y ha dado alguna charla en la Universidad CEU sobre emprendimiento. También forma parte de la junta directiva de Jovempa , la Federación de Asociaciones de Jóvenes Empresarios de la Provincia de Alicante y ejerce la docencia en el IMEP (Instituto Mediterráneo de Estudios de Protocolo) en el máster de Gestión de Eventos Musicales.
Motivar y acelerar
Otro ejemplo de cómo se impulsa la creación de nuevos proyectos innovadores desde las aulas lo encontramos en la Universidad Villanueva (Madrid) . El Centro de Emprendimiento de esta institución dispone de un espacio propio, The HUV , una especie de epicentro de actividades. Juan Carlos Fernández-Incera coordina el programa desde hace dos años. Este emprendedor de 32 años (fundador de Acuerdalo.com y Ezenit) es profesor de Creación de Empresas y Estrategia Comercial en la Universidad Villanueva y de Pensamiento Creativo en el CEU-San Pablo. ¿Cuáles son sus mecanismos para favorecer el emprendimiento? «Lo primero es motivar a los alumnos. Este curso hemos traído a jóvenes con éxito, como a Borja Vázquez, fundador de Scalpers, o a Jaime Garrastiza, dueño de Pompeii, unas zapatillas», afirma Fernández-Incera.
«El segundo paso consiste en visitar aceleradoras. Este año hemos ido a Wayra, que es la aceleradora de Telefónica. Luego impartimos formación para que la idea de los estudiantes sea realidad con un producto mínimo viable , que tienen que validar con el cliente. También les enseñamos la parte de ventas, el marketing digital y la financiación de startups», añade.
EmprendeUCO es el programa que la Universidad de Córdoba pone a disposición de sus estudiantes para alentar la creación de negocios. Entre sus herramientas destacan el itinerario formativo, la mentorización especializada, el acceso a la comunidad de emprendedores o los premios. Gas Biker y Xtreme Challenge , las ideas de Andrés Muñoz, nacieron de aquí. Muñoz tiene 32 años y es graduado en Derecho por la Universidad de Córdoba y máster en la Escuela de Prácticas Jurídicas de Abogacía. Tras un accidente de moto, tuvo la idea de crear Gas Biker, para mejorar la seguridad de los motoristas.
Un proyecto que salva vidas
«Al intentar montar algo tan tecnológico como es una aplicación móvil, había pocos lugares que me explicaran cómo formar parte del ecosistema emprendedor», dice Muñoz. Fundó Gas Biker en 2017. «Es una comunidad de motoristas –detalla– que se representa a través de una aplicación móvil, en la que hemos desarrollado un sistema que detecta automáticamente el accidente sufrido por el motorista. Somos más de 200.000 motoristas a nivel mundial . Tenemos la suerte de poder decir que hemos salvado vidas a través de la aplicación, nueve en diferentes partes del mundo». Con su otra empresa, Xtreme Challemge, organiza grandes eventos mototurísticos. La próxima se celebrará en Alicante en el mes de junio.
La UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia) desarrolla su programa #EmprendeUNED para impulsar las iniciativas de alumnos y egresados. El objetivo es dotar a estas personas de las competencias necesarias independientemente del momento en que se halle el proyecto de negocio.
Información, noticias, tutoriales, todas las herramientas son buenas para brindar apoyo a los que quieren ser nuevos empresarios. Por eso la UNED convoca anualmente el Programa de Creación de Empresas destinado a estudiantes con matrícula vigente. Estos proyectos innovadores son acompañados en los primeros pasos para que las iniciativas se conviertan en startups. Existen ayudas a la creación de empresas en forma de préstamos, ‘crowfunding’ y subvenciones.
En la UNED, que este año celebra su 50 aniversario, son conscientes de la necesaria conexión con el sector privado. Así lo relata Rosa María Martín Aranda , vicerrectora de Investigación, Transferencia del Conocimiento y Divulgación Científica: «Los mecanismos para fomentar la transferencia de la investigación y la empleabilidad pasan por los contactos con el mundo de la empresa. En la UNED estamos potenciando las denominadas tesis industriales y los doctorados industriales para los estudiantes».
«También estamos impulsando –indica Martín Aranda– las cátedras universidad-empresa en temas concretos que pueden interesar a empresas, instituciones, ayuntamientos, o diputaciones. Por ejemplo, con Teruel hemos creado una cátedra de drones de aviación civil». La divulgación es la materia prima con la que inocular el ‘veneno’ del emprendimiento a los jóvenes antes incluso de la época universitaria. La UNED dispone de una batería de propuestas con las que acuden a centros escolares para enseñar el método científico a alumnos de 13 a 17 años. Son propuestas que dan un nuevo impulso a una vocación emprendedora cada vez más consolidada en España.