ESPECIAL UNIVERSIDADES

Manual práctico para no dejar la universidad antes de tiempo

El 21,4% de los estudiantes abandona definitivamente la universidad antes de graduarse y el 12% se cambia de carrera

BELÉN RODRIGO

Uno de cada tres estudiantes universitarios en España no finaliza el grado en el que se matricula. El 21,4% abandona definitivamente la universidad antes de graduarse y el 12% se cambia de carrera, según los datos del U-Ranking 2019 elaborado por la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE). El cambio de carrera ocurre sobre todo en los dos primeros años de estudios, por muy diversos motivos, y desde las universidades tratan de acompañar y orientar a los estudiantes que pasan por esta situación.

«Los motivos que llevan a abandonar la carrera son muy diversos, desde problemas económicos a enfermedades de familiares, pero también se dan los cambios de carrera», explica Miriam de los Santos, psicóloga y responsable del Departamento de Orientación de la Universidad Camilo José Cela (UCJC). «Muchos jóvenes llegan a la carrera sin saber si es la ideal para ellos. Es muy habitual que en el primer año no se organicen bien con los estudios y lleguen los suspensos, entonces les entran dudas sobre la carrera. La gestión del tiempo se les escapa de las manos», añade esta experta.

Cambiar para mejor

También hay casos en los que los estudiantes no se adaptan socialmente a un determinado curso o universidad. Cuando se toma la decisión de realizar un cambio «es importante sentarse con los alumnos y analizar las asignaturas. Los jóvenes son más inconformistas y quieren que les apasione todo desde el principio. Esperan que desde el minuto uno sea todo perfecto», avisa la psicóloga. Ver lo que más les gusta «ayuda a la hora de buscar una alternativa para sus estudios». Cuando se trabaja bien con los alumnos, estos entienden que «el cambio va a ser para mejor, es un cambio positivo», indica Miriam de los Santos. En la mayoría de los casos estos jóvenes se sienten perdidos y sin saber qué hacer con su vida. «Lo ven como un fracaso y tienen miedo a decirlo en su casa», puntualiza la responsable del Departamento de Orientación de la UCJC.

Juan Luis Benítez Muñoz, director de la Unidad de Orientación Académica y Acceso a la Universidad de la Universidad de Granada cree que cada vez hay menos casos de cambio de carrera porque «se da más la elección vocacional». Eso sí, quien no entra en la carrera que quiere por falta de nota muchas veces se matricula en otra y acaba por no estar a gusto y busca la forma de llegar a su objetivo. En su opinión, los cambios de carrera se producen en muchas ocasiones «por elegir la carrera de forma precipitada, sin pensar y sin mirar los programas».

La presión familiar y el querer estar junto a los amigos hacen que tomen decisiones erradas cuando los alumnos no tienen las ideas muy claras. Este cambio conlleva «un punto de ansiedad porque deben explicar sus planes a la familia y cuando la tienen lejos no es fácil. Se pueden sentir incompetentes y pensar que han perdido un año pero todo lo negativo se convierte en positivo con el paso del tiempo y la elección correcta», asegura Juan Luis Benítez. Cuando se toma la decisión de cambiar «orientamos al alumno desde el punto de vista vocacional, analizamos las asignaturas, las salidas profesionales de los grados y el mercado laboral además de tener en cuenta sus competencias».

Trámites para el cambio de carrera

Son muchas las herramientas que se pueden utilizar para tratar que la elección sea la adecuada . «Es aconsejable informarse del perfil de ingreso recomendado, plan de estudios, etc. del grado antes de presentar la solicitud de ingreso», indica Huberto Marraud, adjunto al rector para Proyectos Estratégicos de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Las páginas webs de las universidades son clave para recopilar dicha información. Para el acceso a la nueva carrera se tiene en cuenta la nota obtenida en la prueba de acceso a la universidad. «Se puede solicitar la convalidación de asignaturas aprobadas en los anteriores estudios. Cuando los grados involucrados pertenecen a la misma rama de conocimiento se reconocen los créditos correspondientes a materias de formación básica de esa rama», añade.

Este cambio de estudios es siempre positivo si el estudiante retoma una nueva carrera de forma más satisfactoria. A nivel laboral, «no penaliza si el cambio se debe a querer encaminar la vida profesional», explica Judith Monmany, responsable de Comunicación de Infojobs. Recuerda que muchas veces «saber lo que no te gusta te ayuda a descubrir lo que te gusta». A los universitarios les preocupa la salida laboral de sus carreras pero, hoy en día, a la hora de buscar trabajo «los jóvenes dan valor a otras cosas como es la flexibilidad, el teletrabajo o la reputación de la empresa».

Los factores a tener en cuenta

Analizar a fondo los programas educativos. Desde los equipos de orientación universitaria insisten en la necesidad de analizar el contenido de los programas para no llevarse posteriormente sorpresas. Habrá siempre materias con las que los estudiantes se identifiquen y disfruten más y otras menos llevaderas. Analizar las asignaturas de cada curso ayuda a planificar los estudios y no desilusionarse cuando las cosas no son como esperaban.

Competencias que exige la carrera. Es importante que los alumnos analicen las competencias necesarias para estudiar una carrera y vean con sinceridad si las tienen. Es decir, si las competencias de cada uno se ajustan a lo que la situación les exige. Un ejemplo: quien decida estudiar Psicología debe disponer de una buena capacidad de análisis.

Influencia de los padres. La influencia de los progenitores pesa mucho en la decisión de los jóvenes a la hora de elegir la carrera, sobre todo en aquellos casos en los que la vocación no está muy clara y se acaba optando por elegir estudios que agraden a los padres. Sentir el apoyo de la familia es fundamental para los estudiantes.

Seguir a los amigos. Querer continuar estudiando con los amigos también puede llevar a elegir la carrera equivocada. Es una situación muy frecuente cuando los jóvenes no tienen clara su vocación profesional y se dejan guiar por lo que hace el resto del grupo de amigos.

El equilibrio entre vocación y salidas profesionales. Trabajar en lo que a uno le gusta es el sueño de cualquier persona, pero todos los estudiantes son plenamente conscientes de las pocas salidas laborales que tienen algunas carreras. Pero elegir los estudios universitarios pensando única y exclusivamente en las posibilidades de trabajo, sin tener en cuenta la vocación, puede ser arriesgado y es preferible encontrar el equilibrio entre ambas variables.

Apostar por la «carrera de moda». Cada cierto tiempo surgen las carreras de moda que arrastran a muchos estudiantes a cursarlas sin ser realmente lo que les gusta. El hecho de estar de moda conlleva un análisis menos detallado del contenido del programa. Muchas veces está relacionado con las series de televisión que se centran en alguna profesión. Ocurrió hace algunos años con la carrera de Periodismo y ahora hay un fenómeno similar con Criminología.

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