Y ahora, ¿cómo quitamos las pantallas a los peques (y no tan peques)?
Una psicóloga expone las 10 pautas a seguir para acabar con la barra libre tecnológica del verano de nuestros hijos
El abuso de pantallas en adolescentes empeora sus habilidades de comunicación y su salud mental
Los riesgos del uso excesivo de pantallas en niños
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Tras la barra libre tecnológica del verano 'consentida' por muchos padres para sus hijos, la vuelta al cole supone un duro encontronazo con las rutinas, lo que lleva a los progenitores al difícil reto de convencer a sus hijos de que ya no pueden pasar tanto tiempo con las pantallas ... . La cuestión, ahora, es cómo lograr un uso más restringido. La respuesta no es fácil y seguramente lograr este reto necesitará grandes dosis de paciencia para superar discusiones, enfados, portazos... ante la falta de entendimiento en una vuelta atrás de un permiso de uso que ya tenían asumido.
Y es que las tecnologías, queramos o no asumirlo, causan adicciones. Según datos de la ONG Protégeles el 21,3% adolescentes españoles es adicto a la red, cuando la media europea de 12,7%, lo que convierte a España en el país con más adicción de Europa.
Es más, según apunta Marina Muñoz, psicóloga de Educ-at TDAH, «la adicción a las tecnologías comparte muchas características con las adicciones a sustancias. En ellas se puede observar tanto dependencia (los menores y adolescentes se levantan y lo primero que miran es el móvil), como abstinencia (se muestran irritables o agresivos si pasan mucho tiempo sin pantallas)».
Ante la dificultad de las familias de eliminar el abuso en el uso de pantallas de la vida de sus hijos, esta experta propone el siguiente decálogo de medidas para educar en un uso responsable:
Decálogo de desconexión de pantallas
'Bendita rutina'
La rutina ayuda. Debes instaurarla de forma paulatina y gradual.
¡A dieta de pantallas!
Restringe el uso de las tecnologías, fija un horario y se firme. Puedes establecer un horario para los días de clase y otro diferente para los fines de semana. La Academia Americana de Pediatría recomienda el siguiente «screen-time» o tiempo de pantallas en niños:
0 – 2 años: Nada de pantallas
2 – 5 años: Entre media y una hora al día
7 – 12 años: una hora con un adulto delante. Nunca en horas de comidas
12 – 15 años: Una hora y media. Con cuidado de las redes sociales
+ de 16 años: Dos horas. Los dormitorios no deben tener pantallas
¡Hola actividades incompatibles!
Propón tareas o dinámicas en las cuales los dispositivos no formen parte, como ir a practicar el deporte preferido de tu hijo, ir de excursión o salir a jugar al parque. Se debe fomentar el disfrute en los espacios libres de tecnologías, vuestro hijo debe aprender alternativas y descubrir que esos momentos también pueden ser gratificantes.
No todo vale
Se deben instaurar normas y límites y mantenerse firmes en ellos. Está bien saber llegar a acuerdos con nuestros peques y adolescentes, pero no todo es negociable como es el caso del tiempo de exposición a las pantallas. Vuestro hijo desconoce el peligro o los riesgos que supone su uso y solo conoce el placer, por eso es esperable que no se muestre conforme y necesite de un adulto que le guíe.
El control parental son los padres
Quizás muchos de vosotros ya habéis usado el control parental en los dispositivos de vuestros hijos/as con un pésimo resultado, y es que ellos son muy ingeniosos. Pero nos olvidamos de que el verdadero control parental sois vosotros, los padres, quienes cargados de paciencia tenéis que educar, supervisar y acompañar el uso de los dispositivos de vuestros hijos.
Stop prohibiciones
Si se le ponen prohibiciones se van a querer reafirmar. Y es que, ¿cuántas veces le habéis dicho a vuestro hijo/a adolescente «no puedes….», y lo ha hecho? Muchas, ¿verdad?. Por eso es mejor poner «normas en positivo» es decir, en vez de «a partir de las 7 no se pueden usar dispositivos», cambiarlo por: «a partir de las 7 vamos a realizar actividades juntos».
Los comienzos son difíciles
Imagínate que llevas un mes cobrando el triple que de costumbre y de repente llegas y vuelves a cobrar lo mismo, ¿cómo te sentirías? Seguramente enfadado e irritable. Pues lo mismo pasa con nuestros peques y adolescentes con las tecnologías. Debemos ser conscientes de que al principio va a costar.
La gran fiesta
No te olvides de reforzarle, premiarle por cada avance por pequeño que sea, por cada momento sin dispositivos o por cumplir con el horario. De esta manera mejoraremos su autoestima y fomentaremos un vínculo de confianza.
No es magia
Recuerda: «estas pautas no son mágicas». Requieren de dosis de paciencia, afecto, comprensión y sobre todo, mucha constancia.
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Sé ejemplo e inspiración
No se puede pretender reducir el uso de las tecnologías en nuestros peques y adolescentes mientras nosotros, los adultos, estamos continuamente con ellas. Los adultos debemos ser modelo, y es por eso que os animamos a establecer espacios libres de tecnologías para toda la familia, como puede ser la hora de la comida o un día del fin de semana. Hay que ser conscientes de que la relación que tengas tu como adulto con las pantallas, va a ser el mejor ejemplo a seguir para tus hijos.
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