Atención médica
Primeros auxilios ¿qué puedo hacer yo?
Es importante tener conocimientos básicos para atender a accidentados o enfermos repentinos
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Casi siempre, la primera persona que atiende una emergencia no es un profesional sanitario , sino un familiar o viandante. Por eso, es bueno tener unos conocimientos básicos para saber qué hacer en estas situaciones, ayudando a accidentados o enfermos repentinos mientras llegan los profesionales sanitarios.
La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) aclara que lo más importante en estos escenarios es conservar la calma y tratar de evitar nuevas lesiones o que se agraven otras existentes. No se debe mover a la persona accidentada, salvo que corra peligro en el lugar en el que se encuentra o haya que practicarle una reanimación cardiopulmonar. Mientras el personal sanitario llega hasta el lugar, se debe tranquilizar al herido y mantenerlo caliente; no es recomendable darle comida, bebida ni medicación .
La AEPap explica los pasos a seguir: la actuación básica en primeros auxilios se resume en las siglas P.A.S. (Proteger, Avisar, Socorrer).
1. Proteger : hay que hacer seguro el lugar del accidente. Siempre es mejor alejar el peligro que mover al accidentado: cortar la corriente si hay un electrocutado, controlar el fuego y ventilar si hay humo, aparcar bien y señalizar el siniestro si hay un accidente de tráfico...
2. Avisar : llamar al 112. En primer lugar hay que identificarse. Después, se debe informar del lugar exacto, tipo de accidente y las circunstancias que lo pueden agravar. Además, hay que indicar el estado del paciente y de sus heridas.
3. Socorrer . Siempre hay que tener en cuenta dos prioridades: salvar la vida y evitar que las lesiones se agraven. Se hará una valoración primaria para identificar las situaciones que pueden amenazar la vida (estado de consciencia, respiración, circulación sanguínea, buscar pulsos, hemorragias…) y una valoración secundaria analizando el resto de lesiones, siguiendo un orden descendente desde la cabeza hasta las extremidades.
Si la persona está consciente y es capaz de comprender lo que se le dice, hay que tranquilizarla y asegurar su confort hasta que lleguen los sanitarios. Si no reacciona pero sí respira, hay que colocarla en posición de seguridad : posición lateral, extender un brazo por encima de la cabeza y flexionar la rodilla para estabilizarlo. Si no respira, habrá que iniciar la reanimación cardiopulmonar básica .
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