Día Mundial del Melanoma
Ni en el patio, ni al jugar fuera: Los errores más dañinos al proteger del sol a tus hijos
La educación en fotoprotección «debe iniciarse en la infancia, ya que los efectos dañinos de la radiación son acumulativos e irreversibles», indican los expertos
Atrás han quedado las cremas de zanahoria o los aceites con los que no hace mucho algunos padres de ahora se «freían» literalmente al sol. Por fortuna, «en el siglo XXI las personas están cada vez más concienciadas y a nadie se le ocurre llevar a la playa al niño sin protección. Sin embargo sí que llevamos a los mas pequeños sin fotoprotector al colegio, cuando son los que más expuestos están al sol porque son los que más actividades realizan al aire libre en las horas centrales del día, por ejemplo, en el patio largo de después de comer», advierte Tomás Muret, vocal nacional de dermofarmacia del Consejo General de Colegios de Farmacéuticos . Es verdad, reconoce, que «el avance en los últimos treinta años «ha sido enorme, pero debemos seguir concienciando a edades tempranas para prevenir, puesto que entre el 50 y el 80 por ciento de la exposición solar que un individuo recibe a lo largo de toda la vida, se realiza durante los primeros años de vida», señala Muret, en el Día Internacional del Melanoma .
Para empezar, explica Muret, «a día de hoy todavía se piensa que la protección solar es solo de la piel, pero la ocular cobra una gran importancia en estos meses de verano, así como los hábitos alimenticios que seguimos . Es decir, hay que entender que la fotoprotección es algo global, y que no solo es ponerte una crema o como algo cosmético, es prevención, engloba muchísimos más aspectos (alimentación hidratación, suplementación oral...) y se tiene que realizar durante los 12 meses del año».
Esa educación en fotoprotección, insiste este farmacéutico, «debe iniciarse en la infancia, ya que los efectos dañinos de la radiación son acumulativos e irreversibles y suceden durante la infancia. Hay que educar a los más pequeños de la mejor manera posible para que las siguientes generaciones se vayan concienciando. Es posible, solo hay que ver lo bien que se han adaptado a todas las normas de salud a las que nos ha obligado la pandemia de coronavirus , ni una queja, ni una protesta ante la obligación de ponerse gel hidroalcohólico o mascarilla. En esta línea, sería maravilloso que los niños tuvieran dispensadores de fotoprotección en los patios de los colegios, como hacen en Australia. No en vano vivimos en uno de los países con una radiación solar más alta de todo el mundo».
Para Muret, el papel del farmacéutico en la fotoprotección y prevención del daño solar, en las distintas etapas de la vida, resulta esencial. Por este motivo, desde la organización han elaborado una guía sobre los errores más habituales a la hora de protegerse del sol y los factores a tener en cuenta para ello divididos según la edad (niños, adolescentes, adultos y ancianos) .
PROTECCIÓN EN NIÑOS
OJOS.
Los niños tienen una piel más delicada y delgada que los adultos, y los ojos también son más sensibles.
-Recién nacidos - 6 meses: evitar exposición solar.
-6 meses - 3 años: mínimo tiempo de exposición. Se aconseja el uso de gafas de sol con buena sujeción para mantenerlas bien colocadas.
-3 años - edad adulta: se recomienda el uso de gafas sobre todo en actividades al aire libre incluso en días nublados.
PIEL.
-Es aconsejable que los fotoprotectores en niños sean resistentes al agua, al sudor y al rozamiento, dada la actividad que realizan.
-La proporción de superficie cutánea/peso corporal en niños es mayor, por esto, la exposición sistémica a sustancias de aplicación tópica es superior en los niños y justifica la recomendación de protectores solares con filtros físicos. La piel de los niños es más permeable y el mecanismo de acción de los filtros físicos es por dispersión reflexión y no por absorción como los filtros químicos.
ALIMENTACIÓN
-En la niñez se pueden encontrar deficiencias en el aporte de determinados nutrientes que participan en un correcto mantenimiento de la piel y de los ojos, así como en su fotoprotección.
-El consumo de verduras, hortalizas, legumbres, cereales integrales y pescado, tiende a ser bajo lo que supone un aporte insuficiente de fibra, ácidos grasos omega-3, folatos, vitamina D, calcio, hierro, selenio, zinc, etc.
-La hidratación es especialmente importante en esta etapa de la vida.
PROTECCIÓN EN ADOLESCENTES
La adolescencia, admite Tomás Muret, «es una época durísima par ala fotoprotección, porque es la edad de la rebelión contra los padres. Además, los adolescentes están muy centrados en el culpo al cuerpo, la imagen que transmiten a través de las redes sociales... Hay que insistir en que puedes lograr estar moreno con fotoprotector para no quemarte y además, van a prevenir enfermedades futuras».
OJOS
-En los adolescentes, el uso de dispositivos electrónicos ha generado un mayor número de casos de ojo seco debido a una disminución en el número de parpadeos y al estar en contacto con una fuente de luz azul.
-El uso de diversos medicamentos como antihistamínicos, anticonceptivos o derivados de la vitamina A pueden provocar también sequedad ocular.
-La práctica de deporte al aire libre y los deportes de nieve hacen que los adolescentes estén más expuestos a las radiaciones UV, por tanto se deben utilizar gafas de sol adecuadas al momento.
PIEL
-Enseñar «la regla de la sombra» : el sol es más peligroso cuanto más pequeña es la sombra del individuo en relación con la altura. El riesgo se reduce a mayor longitud de sombra.
-Explicar los riesgos del uso de las cabinas de bronceado y plantear alternativas como los autobronceadores, ya que en este periodo «estar moreno» es sinónimo de belleza y salud.
-Si hay acné , advierte Muret, «ocurre lo siguiente: los jóvenes no se ponen crema pensando en que van a empeorar, y muchas veces cuentan con que el mar y el sol va a hacer que su problema desaparezca, lográndo quizás en un primer momento, pero al tiempo, provocando lo contrario, un efecto rebote. Es necesario explicarles que existen fotoprotectores no grasos específicos para este problema: tenemos una galénica súper extensa, aguas solares, emulsiones, lociones, sprays...».
ALIMENTACIÓN
-En la mayoría de los adolescentes hay una ingesta inadecuada , en su mayoría, de frutas, verduras y pescados; suponiendo un déficit de determinadas vitaminas (C y E, relacionadas con la síntesis de proteínas y la proliferación celular), minerales (calcio, hierro y zinc, relacionados con diversos aspectos del crecimiento) y otros nutrientes (Omega-3).
PROTECCIÓN EN ADULTOS Y ANCIANOS
OJOS
- Los adultos y mayores son un grupo de población que requiere un cuidado especial debido a la medicación que con frecuencia toman y a la prevención de problemas oculares como cataratas o DMAE asociados a la edad.
-Utilizar gafas de sol con filtros UV homologados.
-Si fuera necesario utilizar suplementos nutricionales que ayuden a mejorar el estado de los ojos.
-Hidratar los ojos frecuentemente.
-Realizar revisiones periódicas.
PIEL
-Advertir a los pacientes que algunos medicamentos son fotosensibilizantes: antiacneicos, antihistamínicos, anticonceptivos orales, antidepresivos, diuréticos, antiulcerosos, antiinflamatorios, benzodiazepinas, etc. El uso de lámparas de luz UV en el secado de los esmaltes acrílicos y los brillos top coat, está provocando un aumento de casos de cáncer de piel en los dedos. Se recomiendan las manicuras o pedicuras tradicionales, o la aplicación de fotoprotector 50+ al menos 15 minutos antes de la sesión.
ALIMENTACIÓN
-De forma general, no se cumplen las recomendaciones semanales adecuadas para el consumo de frutas, verduras, aceites de calidad, carnes magras y pescados.
-El aporte de carotenoides (luteína y licopenos) y de compuestos fenólicos no flavonoides (resveratrol) es interesante como fuente de fotoprotección.
-En ancianos, se produce una mayor pérdida de masa muscular y deterioro de la función inmune relacionado con un menor aporte proteico.
-Se debe incidir en la importancia de la hidratación en ancianos por el elevado riesgo de deshidratación.
-Una exposición solar diaria de 15-30 minutos , fuera de rango de máxima intensidad, es suficiente para cubrir las necesidades de vitamina D.
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