«Los padres que dan lo primero que pillan de la nevera a sus hijos, cometen un grave error»
Josep Pont autor del libro "Tu vida en la mesa", asegura que alimentar a los niños de manera inconsciente «es el primer paso de futuros problemas de salud, como la obesidad, la diabetes y otras patologías inflamatorias»
Josep Pont, técnico en alimentación natural y terapeuta gastronómico, explica en el libro que acaba de publicar «Tu vida en la mesa» que la elección que hacemos diariamente y nuestra apuesta alimentaria influirá en nuestro día a día. «No es lo mismo llenar la mesa de productos ultra procesados que de comida de verdad, reconocible. Qué comemos y cómo comemos determinará, en gran parte, nuestra salud y bienestar».
¿Son conscientes las personas de que se puede ganar salud a través de la comida?
Creo que cada vez más, pero todavía queda mucho camino por recorrer. Muchas personas comen de manera funcional, porque toca y es necesario, sin prestar atención a su elección y en la posterior repercusión en su organismo. Explicar cómo funciona nuestro cuerpo, a nivel fisiológico y emocional, es la clave.
¿Qué le diría a los padres ocupados que ponen lo primero que pillan de la nevera a sus hijos para cenar?
Les diría que están cometiendo un grave error. Entiendo perfectamente las prisas, el estrés y la cultura de la inmediatez que vivimos en nuestra sociedad; pero alimentar a nuestros hijos de manera inconsciente es el primer paso de futuros problemas de salud, como la obesidad, la diabetes y otras patologías inflamatorias.
«Muchos especialistas aconsejan masticar entre treinta y cuarenta veces; si los niños llegan a las veinte ya podemos darnos por satisfechos»
¿Cómo afrontar que nuestros hijos van a poner mala cara, e incluso tener pataletas, y van a arruinar una velada tranquila, ante platos saludables que no son de su agrado?
Con paciencia, perseverancia y explicándoles los beneficios de aquello que van a comer. Hemos de tener ese punto de equilibrio y psicología. Nunca hay que imponer, es mucho mejor proponer. Somos el espejo donde se miran. Si apostamos por una alimentación sana, tarde o temprano se acercarán a ella.
¿De qué manera influye sentarse a la mesa para cultivar el vínculo familiar? ¿Cómo deben ser esas comidas?
En la mesa pasamos los momentos más importantes de nuestra vida. Nuestras raíces, nuestra identidad y nuestra esencia van de la mano de ella, sin duda alguna. Poder comer, aunque sea una sola vez al día, todos juntos, es una manera de fortalecer el concepto “familia”. Contarnos y compartir las alegrías y las penas de ese día crean esa unión tan deseada. Evidentemente, son momentos que hemos de estar “presentes”, alejados de dispositivos electrónicos y agentes tóxicos que puedan perturbar ese instante tan importante.
"Somos lo que comemos" o "tu alimento es tu medicina", como decía Hipócrates, ¿se refiere también a las emociones que vivimos sobre la mesa? ¿Cómo deben crear este escenario cotidiano los padres para lograr momentos óptimos?
Hoy en día ya no es ningún secreto que comemos por emociones. El impacto de muchos platos y recetas están marcados por la compañía y por el buen momento que hemos vivido. Nos nutrimos de alimentos y de emociones. Crear un ambiente agradable, un clima distendido, una propuesta dietética variada, equilibrada y suficiente; una presentación cromática sugerente… son ingredientes indispensables para fomentar estas celebraciones.
Cuando hay niños pequeños, ¿por qué es importante insistir en que coman sentados?
La postura y el modo de sentarse forman parte de ese protocolo tan importante a la hora de comer. Desde bien pequeños podemos enseñarles unos hábitos que repercutirán en su educación y salud. Esta relación “saludable” con la comida y con la mesa les dará una base sólida para gestionar su vida en el futuro. Además, comer sentados nos permite realizar una mejor digestión, una de las claves de nuestro bienestar.
Hay muchos niños que casi no mastican, engullen y tragan los alimentos, ¿qué trucos podemos emplear para que evitar este error?
Primero de todo hay que explicarles porqué comer despacio y masticar bien los alimentos es fundamental para su salud. La digestión empieza en la boca, si tragamos trozos estamos obligando a nuestro estómago a un trabajo adicional. Para mejorar este aspecto podemos utilizar herramientas de la alimentación consciente como dejar los cubiertos al lado del plato después de cada bocado o contar las veces que masticamos (aunque muchos especialistas aconsejan hacerlo entre treinta y cuarenta veces, si llegamos a las veinte ya podemos darnos por satisfechos).
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