Los niños españoles necesitan mejorar su ingesta de calcio, vitamina D y magnesio

La Fundación Española de la Nutrición (FEN) y la Fundación Iberoamericana de Nutrición (FINUT) han presentado este martes los resultados del último trabajo publicado en el marco del estudio EsNuPI (Estudio Nutricional en Población Infantil Española)

C. F.

Asegurar una ingesta adecuada de calcio, fósforo, magnesio y vitamina D en los niños, es esencial para el crecimiento normal , y para contribuir a la prevención de problemas óseos en etapas futuras de la vida. Sin embargo, según se desprende de los resultados del último trabajo publicado en el marco del estudio EsNuPI (Estudio Nutricional en Población Infantil Española) , los niños españoles necesitan mejorar las ingestas habituales de estos micronutrientes, que desempeñan un papel fundamental durante las etapas de crecimiento y desarrollo y que se obtienen, principalmente, de la ingesta de leche y productos lácteos.

¿Qué hay detrás de ese suspenso? La tendencia, explica Angel Gil, presidente del Fundación Iberoamericana de Nutrición (FINUT) y Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular, Universidad de Granada, «es al cambio de estilo de vida. Se están disminuyendo los patrones de estilo saludable o mediterráneo clásico y no se tiene en cuenta que el desarrollo neurológico de los niños no termina hasta los 11 o 12 años . A través de una alimentación variada y diversificada y de la práctica de ejercicio en el exterior es posible obtener todos los micronutrientes necesarios».

De hecho, y a pesar de ser la principal fuente de diversos nutrientes, el consumo de leche y productos lácteos en la población infantil ha disminuido en los niños en las últimas décadas en muchos países, contribuyendo a que muchos niños no cumplan con las ingestas recomendadas para diversos nutrientes.

El estudio EsNuPI -la mayor y más reciente investigación que proporciona información sobre la ingesta dietética y el consumo de alimentos en la población infantil española analizando una población de niños de 1 a 10 años, residentes en zonas urbanas y comparando una cohorte de población general con otra consumidora de leches adaptadas,- observó que el consumo de dos o más biberones o vasos de leche al día, es un factor que contribuye a lograr que la ingesta de calcio y vitamina D se sitúe por encima de la media.

Estos son los micronutrientes y vitaminas analizados:

VITAMINA D

Según apuntan los investigadores, son de especial interés los resultados obtenidos relacionados con la ingesta de vitamina D, pues su déficit está muy extendido entre la población mundial y se considera un problema de salud pública. Su ingesta fue significativamente mayor en los consumidores de leches adaptadas, en todos los grupos de edad y sexo, en comparación con la población general infantil, aunque en ambos casos resulta insuficiente.

La principal fuente de vitamina D en la dieta de los niños del estudio fue el grupo de la leche y los productos lácteos, seguidos por los pescados y mariscos, huevos, cereales, papillas de cereales y suplementos y productos de panadería y pastelería.

CALCIO

A nivel de grupos cabe destacar que un 24,5% de niños y un 26,7% de niñas de 4 años o más de la población general, presentó una ingesta de calcio por debajo de las recomendaciones, mientras que entre los consumidores de leches adaptadas solo el 8% en los niños y el 17,5% de las niñas presentó una ingesta insuficiente de este mineral. La ingesta de calcio también fue más adecuada y significativamente mayor en niños de 6 a 10 años consumidores de leches adaptadas, en comparación con los de la cohorte de población general.

La leche y los productos lácteos fueron la principal fuente de calcio para los niños, aportando el 66 y el 68% del total del calcio ingerido en niños de referencia y en los consumidores de leches adaptadas, seguidos de los cereales, las verduras y los productos de panadería y pastelería.

FÓSFORO

La relación entre el calcio y fósforo para toda la población fue muy baja (casi el 94% de los niños estudiados tenían una relación calcio/fósforo inferior a 1/1) en comparación con las recomendaciones internacionales, aunque esta relación fue significativamente mayor en los consumidores de leches adaptadas frente a la cohorte de población general infantil en todas las categorías de edad consideradas.

La mayor fuente de fósforo en la dieta de los niños fue el grupo de la leche y los productos lácteos, seguidos de las carnes y productos cárnicos, cereales y los pescados y mariscos. Otros grupos de alimentos que contribuyeron en menor medida a la ingesta de fósforo fueron los productos de panadería y pastelería, huevos, azúcares y dulces y verduras.

MAGNESIO

La ingesta media de magnesio se situó cerca de la ingesta adecuada en ambas cohortes. Aunque entre un 5% y un 54% de los niños (dependiendo de la edad, sexo y cohorte) presentaron ingestas inferiores a las adecuadas.

La leche y los productos lácteos fueron las principales fuentes de magnesio para ambos grupos, seguidos de los grupos de los cereales y las frutas. Otras fuentes relevantes de magnesio fueron las verduras, las carnes y los productos cárnicos y las legumbres.

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