¿Cómo puede beneficiarte el «mindfulness» en verano?

Esta actividad va un paso más allá de la meditación y supone numerosos beneficios para quienes la practican

La meditación es un ejercicio cada vez más extendido

Guillermo Robles

Las vacaciones son una época para relajarse, desconectar y hacer aquellos planes por los que se lleva esperando el resto del año. Tanto es así que hay personas que no pueden evitar querer que todo salga perfecto y mantengan, por ello, una tensión similar a la del resto del año, pero, además, existen otras tantas que no son capaces de dejar de pensar en el trabajo. Por ello, lo que debería ser la mejor temporada del año, acaba convirtiéndose en unos días de gran estrés en los que no se disfruta del tiempo libre. Para combatir esta situación, existe una práctica que cada vez se extiende y populariza más debido a los positivos resultados que ofrece: el « mindfulness».

Qué es el «mindfulness» y sus beneficios

El «mindfulness» es una actividad intelectual que consiste en focalizar la atención en un único pensamiento o sentimiento (no en dejar la mente en blanco) y que no está sujeta a ninguna religión o filosofía de vida particular. El objetivo es darle un mayor peso e importancia al pensamiento del « aquí y ahora » y en la «creación de una conexión con los demás, como comprensión, aceptación y ayuda , como una actitud para mejorarse y mejorar al otro». Se trata, por tanto, de una técnica de meditación que indaga en el interior de los pensamientos de uno mismo con el fin de priorizar nuestros objetivos, metas y entorno para saber desde cada uno, en qué quiere centrarse, apartando todo lo demás.

Su práctica requiere media hora diaria, aunque para los recién iniciados no es necesario tanto tiempo de meditación. Lo que sí se requiere es un espacio sin ruido y ropa cómoda; es decir, un clima de tranquilidad donde se respire paz.

Comenzar a practicarlo en verano es muy recomendable, puesto que se dispone de mayor tiempo libre y, poco a poco, puede convertirse en un hábito muy saludable y beneficioso para realizar el resto del año y que dure para toda la vida.

Además, es una actividad que se puede realizar casi en cualquier lugar , no necesita ningún tipo de equipamiento específico, excepto a uno mismo.

Puede ser en verano ese momento de paz y tranquilidad individual no sólo para los mayores, también para los jóvenes, pues el estrés de las familias por el ritmo de vida actual no ayuda a que los menores se centren en su proceso de aprendizaje, ya que «los niños llegan por la mañana a la escuela con el mismo estrés y problemas que tienen sus padres, y así es difícil que el aprendizaje haga su función cuando la emoción domina sus mentes », explica Paula Borrego , docente especialista en «mindfulness» infantil y juvenil. Los escolares también «necesitan serenar la mente, desconectar de esas prisas y problemas para que sus cerebros estén preparados para aprender», apunta la especialista.

Al ser una práctica relativamente nueva en España, la experta ha afirmado que cada vez son más los profesionales de la docencia interesados en el «mindfulness» y ha asegurado que la clave está en que el trabajo sea diario , «cuidando los tiempos y los ejercicios», si bien reconoce que al principio hay profesores reacios a la introducción del método, «pero cuando ven cómo reaccionan los niños ya no hay marcha atrás», por lo que es una práctica idónea para padres e hijos no sólo en el verano, sino durante todo el año .

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