Adelgazar
Dieta cetogénica o dieta Keto: ¿por qué es la más buscada?
Seguida por famosas como Kim Kardashian, Halle Berry o Jennifer López, la dieta cetogénica es una de las que más búsquedas suma en Google en los últimos años
La dieta cetogénica o dieta Keto fue el régimen para adelgazar que más búsquedas captó en Google en 2018, pero el interés aún se mantiene vivo. Prueba de ello es que en una red social tan visual y tan volcada al mundo de la alimentación y las dietas como es Instagram, existen en la actualidad más de 30 millones de fotos compartidas con hashtags que incluyen la palabra #keto (#ketorecipes, #ketodinner, #ketobreakfast, #ketodessert, #ketofriendly...).
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Cuenta con defensoras como Kim Kardashian , Halle Berry , Jennifer López , Adriana Lima o Vanessa Hudgens , que no dudan en alabar esta fórmula cada vez que les preguntan por sus hábitos alimenticios, pero también cuenta con detractores, que ponen el acento en el riesgo de reducir un grupo de nutrientes tan importantes como los carbohidratos de manera radical.
Cómo funciona la dieta Keto
En su libro «La dieta cetogénica para principiantes» la experta Martina Slajerova explica cuáles son los problemas que pueden surgir durante las primeras semanas siguiendo la dieta cetogénica, pues, según afirma, es cuando el metabolismo se reajusta para «quemar grasa» en vez de calorías. Así, para entender en qué consiste y cómo funciona la dieta cetogénica, propone conocer primero de qué manera utiliza el cuerpo los carbohidratos . «Cuando comemos más carbohidratos de los que el cuerpo puede utilizar inmediatamente, almacenamos el exceso de glucosa en el hígado y los músculos en forma de glucógeno muscular, que podemos utilizar para obtener energía. Ahora buen, cuando el depósito de glucógeno está lleno, el cuerpo almacena el resto en forma de grasa corporal», afirma. Así, la experta, citando al dietista Jeff Volek y al médico Stephen Phinney, autores de «The Art and Science of Low Carbohydrate Living» sostiene que, «aunque es cierto que el cuerpo necesita una pequeña cantidad de glucosa para realizar algunas funciones metabólicas básicas, el cuerpo prefiere usar cetonas como fuente de energía».
La autora sostiene que el «depósito de glucógeno» puede almacenar hasta 2.000 calorías, mientras que el «depósito de grasas» puede albergar más de 40.000 calorías. «Adaptarse a una dieta cetogénica implica que el cuerpo pase de un metabolismo de glucosa a uno de grasas».
Otro de los puntos que no conviene olvidar, según se detalla en «La dieta cetogénica para principiantes» es la función de la insulina en la quema de grasas : «Cuando ingerimos un alimento rico en carbohidratos, el cuerpo tiene que producir más insulina para seguir el ritmo de los niveles de glucosa más elevados del torrente sanguíneo. Esos niveles elevados de insulina encierran la grasa en las células e impiden que esta se queme hasta que los niveles de insulina vuelven a bajar; entonces usamos la grasa como fuente de energía», revela Slajerova. Este proceso funciona a la perfección en el caso de las personas sensibles a la insulina y les permite mantener unos niveles de azúcar en sangre equilibrados. Sin embargo, si se hace una ingesta constante (y alta) de carbohidratos, es posible que se acabe desarrollando resistencia a la insulina, niveles altos de colesterol malo (LDL), niveles bajos de colesterol bueno (HDL), niveles altos de triglicéridos, una mayor inflamación y, en algunos casos, diabetes de tipo 2.
Peligrosa sin consejo profesional
Para seguir una dieta cetogénica, no obstante, es imprescindible ser guiados por un profesional pues, tal como advierte el Dr. Nicolás Romero, autor de «Si te gusta comer, aprende a adelgazar», este tipo de dietas ricas en grasa (con hasta el 75% de las calorías totales aportadas) o ricas en proteínas (en las que el nutriente que predomina es la grasa, pero aumenta la proporción de proteínas hasta el 30% de la energía diaria) pueden causar estragos sin que seamos del todo conscientes de ello .
Entre los síntomas negativos a corto plazo que podría tener el seguimiento de esta dieta sin un control cita el dolor de cabeza, flojera, mal aliento, la diarrea y eritema. Más graves serían los efectos que se citan a largo plazo como la esteatosis hepática, la hipoproteinemia o la aparición de piedras en el riñon, además de un debilitamiento de las articulaciones y posibles deficiencias en algunos minerales y vitaminas.
En líneas generales, estos serían algunos de los alimentos que sí que estarían permitidos en la dieta cetogénica.