¿Qué pueden hacer las familias cuando todo está tan caro y cobran lo mismo o incluso menos?
Los efectos del alza de precios se notan en la cesta de la compra, el consumo energético... Javier Rodríguez Luengo, profesor del Grado en Finanzas y Contabilidad de UNIR, analiza esta situación y ofrece algunos consejos
A las familias españolas les toca apretarse -aún más- el cinturón. «No queda otra», asegura a este diario Javier Rodríguez Luengo , profesor del Grado en Finanzas y Contabilidad de UNIR, con quién hemos hablado sobre cómo la inflación , es decir, la subida generalizada de los precios, está afectando al hogar.
El panorama actual, y que se viene arrastrando desde hace tiempo, no es nada alentador. Desde el pasado año, las familias viven con el agua al cuello debido al aumento de los precios tras la crisis derivada del coronavirus y los cuellos de botella en la cadena de suministros. Todo ello se traduce en el alto precio de la luz , lo que cuesta llenar el depósito del coche o ir a hacer la compra y sentir que te has gastado un dineral sin apenas haber comprado tanto. Al mismo tiempo, cuando todo está más caro, madres y padres siguen cobrando lo mismo o incluso menos. « Aunque tengamos el mismo salario, en términos reales estamos ganando menos por la situación actual », puntualiza el experto.
Ante este panorama, poco pueden hacer las familias. «Ajustar. No queda otra. Todas las familias tendrán que ajustar pautas de comportamiento y hábitos de consumo para optimizar », señala Rodríguez Luengo. De hecho, según la Encuesta de Presupuestos Familiares, elaborada por el INE, los grupos donde más disminuyó el gasto medio por hogar en 2020 fueron restaurantes y hoteles, ocio y cultura, transporte y vestido. Alimentación, vivienda, agua y electricidad son, sin embargo, las partidas en las que se incrementó el gasto medio por hogar.
Claves para ahorrar
Para que la cesta de la compra no se vea perjudicada, y la salud tampoco, el doctor Francisco Botella, coordinador del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), aconseja priorizar los productos de temporada o comprar verdura o pescado congelado porque «no presentan diferencias nutricionales sobre el mismo producto fresco y más caro». Todo ello, por supuesto, requiere de una planificación : saber qué necesitamos es fundamental para no incurrir en gastos innecesarios.
Asimismo, invita a cocinar en lugar de consumir alimentos procesados e ingerir «lo menos posible», los ultraprocesados ricos en sal, azúcares y grasas, las carnes procesadas, así como los alimentos muy refinados. También recuerda que el consumo de las carnes rojas y la mayoría de los precocinados conviene reducirlos. «Además, existen otras alternativas para eludir la ingesta de productos como la carne roja, el cordero o el pescado fresco y adquirir alimentos más económicos pero que estén equiparados en cuanto a la aportación de nutrientes», asegura. Toca comprar más vegetales, carne de aves y menos productos de origen animal.
Cocinar en casa implica no perder de vista otro aspecto fundamental: la luz. Su prohibitivo precio ha provocado que las familias vigilen más que nunca cuándo poner el horno o la lavadora . Planificar el uso de los electrodomésticos en función de la tarifa contratada es vital. También conviene saber otros datos como, por ejemplo, que el 80% de la energía que consume una lavadora es para calentar el agua, por tanto, optar por lavados fríos y programas cortos reducirá la factura.
¿Pedir nuevos préstamos?
Lo que no deben hacer las familias ahora, en opinión del experto, es realizar grandes inversiones . «Si alguien quiere comprar un piso o hacerse una casa ahora no es el mejor momento -asegura-. Se tendrá que analizar bien pero, en la actualidad, una inversión tan alta va a salir mucho más cara que hace unos años». Los que ya realizaron grandes inversiones también tendrán que estar atentos porque «como suban los tipos de interés, las familias van a tener que pagar más».
En la trampa que nadie debe caer es en la solicitud de créditos para hacer frente a tanto gasto. « Uno debe solicitar un crédito cuando espera obtener un retorno de esa inversión », explica el experto. Por tanto, solicitar un préstamo para irse de vacaciones o para hacer frente a otras deudas, no es buena opción. « Financiar a través del endeudamiento es un empobrecimiento y no es sostenible en el tiempo . En cambio, solicitar un préstamo para formación es diferente porque de ese máster o posgrado en una escuela de negocios se espera obtener una mayor rentabilidad».
Lo peor, es que el panorama no va a cambiar a corto plazo. El economista indica que, como se seguirá resintiendo el bolsillo, «el Gobierno, al final, va a tener que plantearse subir los impuestos a las empresas y a las familias para compensar. No hay otra salida».
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