La reflexión de un padre sobre el estrés laboral: «Al llegar a casa soy papá, no el CEO»
Harto de no dar lo mejor de sí mismo con su familia al llegar a casa tras salir del trabajo, Casey Graham, CEO de una compañía de EE.UU., ha compartido algunos trucos para cambiar esta situación
Salir del trabajo y llegar a casa bloqueado, con el ánimo bajo, enfadado... Son muchos los padres y madres que día a día reflejan los problemas de la oficina en la vida familia. Y es que l uchar contra el estrés laboral es difícil .
Delimitar y saber separar muy bien la final línea que separa al empleado o empleada de su papel como madre o padre es muy difícil. Pero necesario: los pequeños necesitan, más que nunca, toda la tención de sus progenitores cuando estos salen de trabajar. Preguntarles qué tal les ha ido el día, ayudarles con los deberes, repasar con ellos la lección del examen del día siguiente... son tareas a afrontar en la familia. Y lo mejor es hacerlo de la mejor manera posible.
Pero hay veces que los problemas del trabajo se llevan a casa. Y esto es lo que le pasaba a Casey Graham, CEO de Gravy, una empresa de Georgia (Estados Unidos) dedicada al desarollo de software profesional para facilitar los pagos. El responsable ha compartido a través de Linkedin una interesante reflexión en base a su propia experiencia.
Harto de no dar lo mejor de sí mismo con su familia al llegar a casa tras salir del trabajo, Graham ha compartido algunos trucos para cambiar esta situación y que quizás ayuden a otros padres y madres. Claro que, para ello, es necesario empezar por un primer paso básico: reconocer el problema.
« No dejes que TU mal día se convierta en la mala noche de tu FAMILIA », asegura Graham en su reflexión nada más empezar. Según explica, durante varios años, se ha llevado los problemas laborales a casa y esperaba que su familia afrontara la situación.
Según explica, él actuaba de forma poco simpática con los niños, «no hablaba mucho en la mesa», se mostraba «deprimido» y «emocionalmente desconectado» así como «ligeramente» al margen. Al mismo tiempo, «esperaría que mi familia lo entendiera», indica.
Pero, « un día comencé a pensar en mis hijos como adultos y me pregunté:
1. ¿Quiero que mi hijo crezca emocionalmente inestable porque nunca supo qué padre volvía a casa?
2. ¿Quiero que mi hija acepte este tipo de comportamiento de su futuro esposo?
3. ¿Mi mujer merece recibir ese trato?
Me puse enfermo del estómago y sentía que tenía que hacer un cambio importante».
Fue, a partir de ese momento, cuando Graham decidió cambiar. Y así -escribe- es cómo evita llegar a casa estresado:
1. « Escucho música de camino a casa, sin llamadas ».
2. « Me siento en el coche y cuando llego a casa me digo en voz alta: 'Soy papá, no CEO' .»
3. « Sonrío cuando entro por la puerta ».
4. « Hago preguntas en la cena ».
Y reconoce: «No soy perfecto al 100% pero lo estoy intentando».
Termina su reflexión con la siguiente pregunta: «¿Alguna vez has luchado con esto? Estoy seguro de que soy el único»
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