Padres tóxicos: comprueba si eres uno de ellos y cómo le afecta a tu hijo

Hablamos con Abel Domínguez, psicólogo infantojuvenil

Las madres tóxicas también existen: cómo reconocer si tú misma eres una de ellas

Estas son las características que comparten las personas que viven en una relación tóxica

Ana I. Mart�nez

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Si existen las personas tóxicas ... ¿hay padres tóxicos? ¿Y madres ? La respuesta es 'sí'. La sociedad está repleta de personas que te chupan la energía y, aunque en ocasiones sufran cierto rechazo, en otras vemos cómo les afecta a su pareja o a sus hijos.

«Las personas tóxicas cuentan con determinados rasgos por los que no están a gusto por diferentes razones, ya sea por egoísmo, envidia, manipulación, maltrato, etc.», explica Abel Domínguez , psicólogo infantojuvenil y director de Domínguez psicólogos . «A través de esas insatisfacciones vitales se relacionan mal con los demás, causándoles malestar -continua-. Por eso son tóxicos: porque te afectan, generan en ti un cierto malestar y no quieres estar con ellos». Hablamos con este experto sobre cómo son los padres tóxicos, cómo son sus relaciones de pareja y con sus hijos .

Si existen las personas tóxicas, existen los padres tóxicos ¿no?

Sí, claro. Esos rasgos y problemas que he comentado anteriormente se aplican a la maternidad o paternidad.

En una pareja, ¿es posible que uno lo sea y el otro no?

Esto va un poco en la paz mental que lleve cada uno. Se pueden dar casos en los que en una pareja, uno sea tóxico y el otro no. Pero también puede suceder que entre la pareja se hayan generado dinámicas de relaciones toxicas , por lo que se transmite a la hora de educar.

Madre tóxica y padre tóxico: ¿qué características les definen? ¿Son las mismas?

No hay diferencia por el hecho de ser de distinto sexo. Sí es verdad que puede haber un rol más materno, más ligado a la incondicionalidad para con los hijos; y un rol paterno más ligado al juego o al premio-castigo. Al final, la toxicidad en la crianza va más ligada a las fallas en el desarrollo vital de la propia persona , en cómo gestiona sus emociones y su forma de relacionarse, y no en su capacitación para ser madre o padre.

¿Qué consecuencias generan los padres tóxicos en los hijos?

Tener unos padres tóxicos, al final, afecta al desarrollo para bien, porque te obliga a adaptarte y a convivir con una persona así, lo que te puede ayudar en un futuro; y para mal, porque no tienes una persona equilibrada al lado. Al principio, cuando se es pequeño, más vulnerable, te toca padecerlo pero para ese niño es su normalidad y si por algo destacan los menores es por su capacidad de adaptación. Luego en la adolescencia o adultez temprana las cosas cambian y conviene analizar muy bien cómo se han desarrollado ese menor, que empezará a ver que muchas cosas que podían ser normales hasta entonces, ya no lo son.

¿Puede un hijo escapar de unos padres tóxicos?

Si solo un miembro de la pareja es tóxico, que suele ser lo común, el menor se apoyará más en el otro o, bien, en alguien del entorno familiar: tíos, abuelos, primos... o incluso amigos, llegada la adolescencia. En cualquier caso, un progenitor tóxico debería buscar ayuda terapéutica para superar este tipo de rasgos que a ellos mismos les generan insatisfacción porque fracasan en sus relaciones familiares, de amigos, con compañeros de trabajo, etc.

Así que, ¿los tóxicos pueden cambiar?

Desde el punto de vista terapéutico, una persona tóxica también es una persona que sufre porque consigue que la gente le evite, que sus relaciones de pareja o de amistad fracasen, se quedan solos... Antes o después son conscientes de su manera de ser y sus consecuencias. Por tanto, pueden ser conscientes de la toxicidad que trasladan y pueden llegar a cambiar a través de una terapia, de un proceso de cambio y de crecimiento personal. Es decir, de revisarse uno mismo con un terapeuta y ver qué quiere y necesita cambiar para que sus relaciones mejoren y sean más satisfactorias.

¿Y qué consecuencias tiene en la pareja? Porque si uno es tóxico pero el otro no...

Dependiendo del rasgo tóxico, va a generar una insatisfacción concreta en la manera de vivir la pareja y de criar a los hijos. Pero, de manera común, va a originar sufrimiento en los demás y en sí mismo porque no solo manipula para conseguir lo que quiere sino que no sabe gestionar la frustración como quiere . La insatisfacción o el sufrimiento son lo común.

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