¿Por qué nuestros hijos deben jugar con juguetes analógicos?
El nivel de aprendizaje y las capacidades del niño se desarrollan con juguetes que potencian la interacción y el razonamiento
Juguete electrónico, tecnología y juguete analógico es necesario que convivan. Así lo afirman los responsables de la empresa Juegaconmigo , dedicada a la distribución de juguetes en los que la aportación del juego, aprendizaje, seguridad, calidad e impacto ambiental son aspectos fundamentales.
Y es que como ellos afirman, «estamos en una época en la que los videojuegos, consolas y juguetes tecnológicos crecen sin fin, pero para niños de hasta 6 años deberían ser un pequeño complemento a los juguetes analógicos seguros, de calidad y respetuosos con el medio ambiente».
Con la irrupción de la tecnología, los juguetes más tradicionales o «no digitales» aportan un aprendizaje en distintas áreas cognitivas y emocionales que no se desarrollan completamente con los juguetes digitales o tecnológicos.
No se debe evitar la tecnología, pero tampoco conviene caer en el abuso. Hay que tener en cuenta que ésta no debería sustituir al juguete convencional, de especialmente en la infancia, por tener características que restringen el conocimiento de la realidad.
El juguete tecnológico proporciona unos estímulos y premios tan inmediatos que van a dificultar en un futuro el desarrollo de tareas que impliquen un esfuerzo adicional por su parte. Los juguetes son herramientas, su elección y cómo se utilizan marcarán el desarrollo y educación de los niños.
Otro de los aspectos por los que también se debe jugar con el juguete convencional es porque el nivel de empatía y conexión que se tiene con un peluche, una muñeca o muñeco no es el mismo que el que se tiene con un robot o juguete digital , ambos de respuestas más mecanizadas.
Juegaconmigo destaca también la importancia en el desarrollo del lenguaje como un motivo más para no dejar de lado los juguetes «no digitales». El hecho de jugar e interaccionar en familia aporta riqueza en la conversación . Algo que no ocurre por la falta de interacción en el juguete digital. «Todo ello es fundamental para fomentar las relaciones sociales. El poder compartir momentos y emociones en familia y con amigos jugando, es un proceso de socialización completa para el niño», insisten.
La creatividad resulta imprescindible para el desarrollo personal. «Esta es una razón más por la que jugar también con juguetes analógicos, ya que permiten utilizar la imaginación para crear algo cuyo resultado no esté delimitado o dirigido», añaden.
Finalmente la concienciación y responsabilidad con el medio ambiente sirve para que, a determinadas edades, se comprenda mejor el impacto que tienen determinados materiales en nuestro planeta.
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