«No podía dejar de pensar en aquel bebé que estaba solo en el hospital porque sus padres habían muerto»

Majo Gimeno creó hace seis años Mamás en Acción para atender a los niños que están solos en los centros hospitalarios

Laura Peraita

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Cuando Majo Gimeno salió del hospital tras dar a luz a su primera hija en el Hospital de la Fe (Valencia), nada le podía hacer más ilusión que entrar en casa y abrazar a su pequeña. Sin embargo, aun cumpliendo su sueño, sus sentimientos se vieron algo truncados porque su pensamiento también estaba con aquel bebé de año y medio que había visto en una habitación del hospital y que se había quedado solo, puesto que sus padres murieron y era un niño tutelado. «Me impresionó mucho saber que no tenía a nadie y que las enfermeras le echaban un ojo de vez en cuando», confiesa.

Tal era su sentir, que decidió volver al hospital y ofrecerse para estar con aquel pequeño ciertas horas y darle atenciones y cariño. «Me preguntaron a qué organización pertenecía y les contesté que iba a título particular. Me denegaron estar allí . Me marché muy contrariada. Hoy entiendo que no se puede dejar a cualquier persona con un menor en una habitación».

Lejos de olvidar el tema, Majo Gimenez comentó en su entorno lo que le había pasado. « ¡Nadie sabía que había niños que estaban solos en los hospitales! Poco a poco fui madurando la idea de crear una fundación para poder acudir con las personas que me apoyaban a cuidar a estos niños».

Cual fue su sorpresa cuando le dijeron que debía pagar 30.000 euros para crearla. Dinero del que no disponía. Le explicaron que sería más fácil crear una asociación por 40 euros. Así fue como nació Mamás en Acción en 2013. Dispuesta a empezar en ese mismo instante a atender a estos pequeños, vio de nuevo demorado su objetivo cuando en el Gobierno regional le dijeron que era necesario que pasaran dos años desde la constitución de la asociación para empezar a trabajar con los niños.

Primera labor de acompañamiento

«Como no quise quedarme con los brazos cruzados, nos fuimos a residencias infantiles a ayudar a los menores a hacer deberes, llevarles al parque, prepararles las meriendas... En una ocasión nos pidieron que lleváramos a un pequeño a diálisis tres veces por semana al hospital de la Fe. Tras un tiempo llevándole, en el hospital nos empezaron a conocer y un día —recuerda emocionada— nos dijeron a las doce de la mañana que en dos horas salía un pequeño de la UCI y que, si queríamos, podíamos acompañarle porque estaba solo. No lo dudamos. Fue nuestra primera labor de acompañamiento. Estuvimos permanentemente con él estableciendo turnos. Fueron cuatro meses muy duros por el maltrato tan fuerte que había sufrido».

Desde hace un año apunta que han realizado 11.000 horas de acompañamiento y cuentan con 800 voluntarios en Valencia. «Se nos une mucha gente que nos contacta a través de las redes sociales. Los voluntarios son mujeres y hombres mayores de edad, madres o no, profesionales, abuelos... Antes de empezar con esta labor les damos una pequeña formación emocional avalada por psicólogos. Cuidar niños no es fácil porque puedes llevarte su enfermedad y su dramática situación al salón de tu casa y te puede hacer sufrir mucho. Tenemos voluntarios que no quieren que les asignemos bebés porque no se atreven a cogerlos en brazos, o niños en tratamiento oncológico, por la dureza de su tratamiento», explica Majo Gimeno, fundadora y directora de Mamás en Acción.

«Nuestra misión es que no haya ni un niño solo durante su estancia en el hospital —puntualiza—. En Valencia lo hemos conseguido pero, según el Observatorio de la Infancia, en España aún hay más de 43.000 niños tutelados por los gobiernos regionales que, en caso de necesitar hospitalización, no tienen garantizado el acompañamiento de un adulto a su lado que les ofrezca el apoyo emocional que necesitan en estas situaciones».

Desembarco en Madrid

Gimeno tiene dos hijos y trabaja en una empresa de marketing, pero a pesar de ello consigue sacar tiempo para dar calor a otros menores necesitados. «Acompañamos fundamentalmente a niños que han sido declarados en situación de desamparo por parte de sus progenitores, que han sido abandonados, víctimas de malos tratos o intervenidos por tener padres con enfermedades o deficiencias que no pueden ejercer su papel de padre o madre».

La semana pasada, Mamás en Acción ha emprendido su labor en Madrid de la mano del hospital Niño Jesús y la Dirección General de la Familia y el Menor de la Comunidad de Madrid. Cuentan con 200 voluntarios en la capital, pero hacen un llamamiento para lograr mayor apoyo para acometer su misión. «Necesitamos sumar muchos voluntarios para cubrir turnos que, en ocasiones, suelen ser de 24 horas, pero también queremos el apoyo de otras instituciones que hagan sostenible este proyecto que tantos beneficios demostrados científicamente ha generado porque los niños que están acompañados se recuperan antes », concluye.

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