Navidades 2020: Cómo aprovechar estos días para pasar tiempo de calidad en familia
El reto que nos plantea esta pandemia es el de saber aprovechar el tiempo con los nuestros en casa
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Años atrás, las navidades han sido tiempo de reunión que han ido completando nuestras agendas de encuentros con amigos, familiares y compañeros. Sin embargo, el reto que nos plantea esta pandemia es el de saber aprovechar el tiempo con los nuestros en casa . Ahora tenemos una oportunidad clave para regalar tiempo de calidad y fortalecer los vínculos con nuestros hijos.
En efecto, apunta Carmen Muñoz Herrera, profesora en los Grados de Educación Infantil y Primaria y Psicopedagoga de la Universidad CEU Cardenal Herrera , «llega la Navidad y con ella un tiempo de incertidumbre que a muchos les ha hecho plantearse qué hacer ante las restricciones administrativas. «Hay quien se ha llegado a preguntar si habrá Navidad. Claro que la habrá, y de hecho nos han obsequiado con una oportunidad extraordinaria para vivirla de una forma diferente a como lo hemos hecho otros años».
En el ámbito de la Educación, explica Muñoz Herrera, «tenemos claro que todo cambio ofrece una oportunidad, y esta pandemia, que nos modifica la organización convencional de nuestras vacaciones, plantea también el reto de aprovecharlo para disfrutar de la familia más íntima compartiendo momentos únicos. Se me ocurren un sinfín de cosas que hacer con mi familia, porque lo que queremos al fin y al cabo es vivir momentos juntos en los que cultivar relaciones sanas de convivencia impregnados de cariño».
Desde luego, corrobora Carmen Martínez Conde, doctora en sociólogía y master en matrimonio y familia por la Universidad de Navarra, profesora del máster de orientación educativa familiar de la UNIR , «lo que primero diría es que en estos momentos estamos en un momento de esperanza, y las familias somos ejemplo de ello. Sin duda alguna si alguien es capaz de mostrar este mensaje, somos nosotros. Sabemos salir adelante en todas las situaciones: busquemos la alegría de las fiestas con imaginación y creactividad. Se tiene que notar que la Navidad es la fiesta del amor y la esperanza y que la familia educa precisamente en esa línea ».
El primer consejo que daría la profesora de la Universidad CEU Cardenal Herrera a las familias es «que se relajen y disfruten de este presente ». «Decíamos que todo cambio ofrece una oportunidad, pero también provoca estrés e incertidumbre. Desconectar de la rutina y conectar con el sentido de la Navidad ayuda a enfocar estas vacaciones con un fin muy didáctico y educativo, porque la carga simbólica del árbol, el belén, las luces, las decoraciones y demás elementos propios de este tiempo ayudan a los niños a conocer sus tradiciones como parte de sí mismos».
Y en línea con esta idea, prosigue, « refuerzo la de que los padres regalen tiempo de calidad a sus hijos . Regalar es un acto de amor con el que quieres mostrar afecto al otro. Justo ahora se nos ha presentado una ocasión magnífica con unos días cargados de mucho potencial para regalar… tiempo. Los niños necesitan tiempo para aprender, y las vacaciones de Navidad nos brindan esta oportunidad. Tiempo para estar juntos y educar a nuestros hijos , superando con ello el individualismo que acecha ante la falta de estímulos sociales». «Este año nos ofrece la oportunidad de reforzar los lazos y la importancia de la familia. Es una oportunidad también de volver a los inicios, de valorarnos todos, de quienes somos en esa familia… Con prudencia, ser muy cercanos», apunta también Carmen Martínez Conde.
¿Qué podemos hacer para regalar tiempo de calidad? « Los clásicos (a los que nunca les hemos dejado tiempo porque teníamos una apretada agenda que cumplir con nuestras amistades) han sido y son ejemplos útiles. Ver una película que deseábamos desde hace tiempo , disfrutar de los juegos de mesa, cocinar alguna receta sencilla, hacer manualidades para decorar la casa con motivos navideños, salir a pasear para ver las luces y decoraciones de Navidad, disfrazarnos y jugar a representar roles (navideños, de películas, etc.), cantar villancicos, escribir, leer, etc», propone Muñoz Herrera. «La cuestión es que, si vivimos estos momentos con los niños, todas estas actividades que les benefician en el desarrollo de capacidades como la psicomotricidad, la creatividad, la planificación, el lenguaje o la inteligencia; se ven optimizadas con el plus de la seguridad y la confianza, el autoconocimiento, la gestión emocional, la autoestima y los valores, entre otros», especifica.
Pero para ello es necesario que «los papás estén presentes en el momento que viven », remarca . «Nuestras expectativas se han teñido de gris, pero hay que tener más presente que nunca que la Navidad es luz, color, júbilo, ilusión y celebración, y los niños esto lo viven intensamente. Corremos el riesgo de que “no salir por no tener planes de reunión” nos sumerja en el mundo de la televisión, la Tablet o los videojuegos, y convirtamos las vacaciones en un tiempo de aislamiento sensorial y emocional. El consejo es planificar una mínima rutina de las vacaciones, pero dejando también espacio para lo inesperado», sugiere.
En definitiva, concluye esta profesora, « aconsejaría a los padres que se contagiaran de la mirada que tienen los niños de la Navidad , para poder vivirla con ellos con la misma magia e ilusión con la que fortalecer lazos tan necesarios para educarles en los valores de la familia ».
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