El momento de empezar a proteger la identidad digital de un niño es mucho antes de lo que pensamos
Estas son algunas acciones que los padres podemos tomar a tiempo para reclamar y proteger la identidad de tus hijos
El momento de empezar a proteger la identidad de un niño o niña es mucho antes de lo que nos pensamos. En el mundo actual de la IA y de las falsificaciones, incluso una foto en una red social corre el riesgo de ser manipulada. «Por eso una nueva identidad, sin defectos o registros, es la más buscada por los estafadores. Si estos consiguen la identidad de un niño, su familia puede que nunca lo sepa hasta años después, cuando el menor en cuestión solicite abrir una cuenta bancaria u obtener un crédito. Es entonces cuando descubren que tienen un historial de crédito existente», advierte Mariona Campmany, Digital Identity & Innovation Lead en Mitek. «Por eso el momento de construir barreras que dificulten el robo de la identidad infantil es cuando son pequeños» , insiste.
Estas son, según Mariona Campmany, algunas acciones que los padres podemos tomar a tiempo para reclamar y proteger la identidad de tus hijos:
1. Obtén una tarjeta de seguridad social para tu hijo/a . Conectar su nombre con un número de seguridad social hace más difícil para un criminal usar solo el nombre o solo el número.
2. Abre una cuenta de ahorros a nombre de tu hijo/a. Las instituciones financieras tienen una fuerte y demostrada resistencia contra el fraude. Cualquier acción que requiera documentación para probar que tú eres quien dices ser proporciona una capa de protección adicional. Además, considera congelar el crédito de tu hijo/a hasta que tenga edad suficiente para usarlo, de esta forma restringes el acceso al historial de crédito.
3. Presta atención a la forma en la que la identidad de tu hijo/a es utilizada por otras personas: escuelas, equipos deportivos u otras organizaciones que pueden publicar la foto o el nombre de tu hijo/a en Internet y las redes sociales. Conoce bien cómo se usa la información de tu hijo/a y, si se comparte, saber con quién.
4. «Sharenting»: la práctica de los padres de publicar contenidos en medios sociales relativos a sus hijos . Esta práctica contribuye a su identidad digital y debe cuidarse con prudencia, ya que en el caso de que suplanten nuestro perfil podrían también utilizar los datos de nuestros hijos para otros fines. Es recomendable reducir al máximo la información que compartimos sobre nuestros hijos.
5. Revisar y gestionar correctamente los permisos en familia: De esta forma nos aseguramos de que nuestros hijos hacen un uso correcto de cada aplicación o plataforma. Hoy en día, casi todas las redes sociales, como Facebook, Instagram o Youtube, así como muchos videojuegos online, como FortNite, Amongs Us o Candy Crush ofrecen opciones de privacidad y uso de la aplicación.
6. Evita la vinculación de tu hijo/a a datos bancarios o de tarjetas de crédito. En muchas ocasiones, los dispositivos de los padres los utilizan o, incluso, heredan los hijos con cuentas o perfiles vinculados a información bancaria. Merece la pena estar atentos a estos permisos y supervisar así cualquier compra que se haga desde móviles o tablets.
7. Restringir al máximo información de cualquier menor: Desactivar funciones como el historial de ubicaciones o de búsqueda, que puede dar información de gran valor a proveedores con fines comerciales. Otra información del dispositivo, como contactos, calendarios, actividad y otros datos almacenados en el mismo. Como norma general, es conveniente inhabilitar todas las aplicaciones que consideremos que recopilan información abusiva sobre los menores.
A causa del coronavirus, muchos niños y niñas se han refugiado en el hogar y han podido pasar más tiempo conectados a dispositivos online, así como conectados a redes sociales e Internet, sin ser conscientes de su vulnerabilidad. Es importante realizar un ejercicio de educación en torno al uso de la identidad digital, igual que los educamos a comportarse en la mesa o a no aceptar dulces de extraños.
Entre otros aspectos, esta experta aconseja lo siguiente:
1. Restringir al máximo el uso de la cámara, audio y vídeo. Estos son los datos que permiten identificar con más facilidad a nuestros hijos.
2. Limitar la información personal y/o emocional que se comparte en redes . Mostrar tan solo un uso lúdico, educativo o funcional de Internet y las redes sociales.
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