Una familia previsora en vacaciones vale por dos

Un decálogo de consejos para viajes con los hijos ante los posibles riesgos e incidencias que siempre pueden ocurrir

S. F.

Viajar en familia es una de las experiencias más divertidas de las vacaciones. La familia al completo siempre nos hace más felices y viajar es un deber que nos ayuda a educar a los más pequeños de la casa.

Conocer nuevos destinos nutrirá a la familia por completo. Aprender sobre nuevas culturas es emocionante y, al mismo tiempo… retador. No todo es color de rosa . Como recuerdan desde la aseguradora especializada en viajes InterMundial , existen contratiempos o situaciones que se nos escapan de las manos como enfermedades, accidentes domésticos o imprevistos laborales y administrativos –por citar solo algunos ejemplos- que se presentan sin avisar y frente a los que solo algunos seguros de viaje ofrecen una salida. Por eso, la prevención es fundamental.

El destino es cosa suya. Los más arriesgados y aventureros pueden ir con la familia completa a Kenia, Tailandia o Perú. Los más conservadores preferirán Disneyland Paris o Grecia como destinos más «conocidos». Sea cual sea la opción, ¿qué pasaría si el vuelo se cancela? ¿noches de hotel? ¿maletas perdidas? Da igual el lugar, lo importante es tener una solución real que no arruine el viaje familiar.

Sabemos que te encantaría emprender una nueva experiencia con toda la familia, por eso, habrá que tener en cuenta este decálogo para ser una familia previsora .

1. No perder lo invertido

Los sobresaltos existen. Y los padres lo saben. Algún malestar o caída nos puede hacer cambiar las fechas del viaje que teníamos planificado. La idea es no perder el dinero -ni la ilusión- que ya se ha invertido. ¿Solución? Un seguro de cancelación es la clave.

2. Todos podemos enfermar

Repite despacio: «Todos podemos enfermar». No tiene por qué ser grave ni una obligación. Pero, en algunas ocasiones el contacto con alimentos o agua en mal estado es habitual cuando se viaja, es por lo que siempre interesa tener acceso a centros médicos y especialistas que gocen de garantías.

3. Di adiós a los daños, incluso a los involuntarios

Por supuesto, nuestros hijos son los mejores y los más educados. Pero, a veces, los sofás se convierten en naves espaciales y las camas en trampolines. Los accidentes pueden suceder. Empujar el mobiliario del hotel o verter batidos en la tapicería del taxi, es más común de lo que se cree. Si somos de los sufridores, alegra saber que ya no tendremos que volver a preocuparnos porque un seguro de responsabilidad civil incluye daños involuntarios al mobiliario del alojamiento, al transporte público y a los elementos decorativos de restaurantes.

4. Si la maleta se pierde, no se hace un drama

Perder la maleta es uno de los incidentes más comunes en el viaje. No es agradable esperar sin desesperar. Las coberturas de equipajes son la solución.

5. ¿Y si los vuelos se retrasan?

Hacer noche en el aeropuerto con toda la familia no es una opción. Si contratas un buen seguro, esto tampoco será un problema. Si el vuelo se retrasa de un día para otro, podrás, por ejemplo, solucionar este problema, ya que reembolsan los gastos adicionales en los que tengas que incurrir.

6. Servicios contratados

Los viajeros sabemos muy bien que la planificación es parte de nuestro ADN. Y más si vamos en familia donde los planes deben estar muy previstos para que todos disfruten por igual. Los servicios contratados (noches de hoteles, visitas guiadas, entradas a museos, etcétera) son para disfrutarlos y no perderlos… por ninguna razón ajena. Así que, si se incluye esta cláusula en tu viaje, podrás recuperar los gastos de las reservas que no se disfruten. ¡Bendita prevención!

7. En caso de accidentes

No nos gusta pensar en accidentes, pero las estadísticas confirman que no estamos exentos de sufrirlos en los viajes y desplazamientos. En caso de invalidez o fallecimiento, tu familia puede recibir la indemnización. Las cosas desagradables no están en el folleto publicitario.

8. ¿Necesitas un intérprete?

Tener un seguro no es un lujo. En los destinos de habla extranjera, a veces, puede ser agobiante no poder entender o expresarse en alguna situación de tensión. El idioma no es una barrera.

9. Tarjetas protegidas, aunque se pierdan

Hay muchas historias de robo, hurto o extravío de tarjetas en mitad de un viaje. ¿Queremos evitar más daños? Tener esta cobertura es fundamental. Poder cancelarlas, con una sola llamada, y proteger tu dinero es un alivio que agradecerá en esos momentos de tensión.

10. El viajero de verdad no para de viajar

Viajar es adictivo y, aunque puedan ocurrir accidentes, siempre vamos a querer repetir esa sensación de descubrir nuevos lugares y culturas. Si vamos protegidos, la experiencia será mucho mejor . Lo inesperado suele ser más emocionante!

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