«Me di cuenta de que mi madre podía perjudicar a mi hijo como me hizo a mí»
María fue demandada por su madre en los tribunales porque quería un régimen de visitas para estar con su nieto. El juez no se lo concedió porque la abuela podía perjudicar al niño
María, una mujer de 33 años, ha sufrido una complicada relación con su madre desde que recuerda. Durante su infancia, afirma que sufrió malos tratos físicos y psicológicos por parte de su progenitora, la cual aparecía y desaparecía de su vida y de la de su hermano constantemente. Aún así ella siempre conservó la esperanza de retomar la relación con su madre de forma normalizada. «Era una relación mala e intermitente —afirma—. Se fue de casa cuando yo tenía 7 años y mi hermano cinco meses. Nos utilizó durante el proceso de divorcio con mi padre para hacerle daño, chantajearle, amenazarle... Pero yo nunca rompí el vínculo, siempre anhelaba el cariño de una madre».
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Así pasaron los años. Madre e hija se veían por estancias cortas. Hasta que un buen día María se quedó embarazada. Y la abuela reclamó su derecho a ver a su nieto. Algo que María nunca le negó, pero sí de la forma que la abuela planteaba. «Me amenazaba con demandarme si no veía al niño cuando ella quería —recuerda—. Se obsesionaba durante unos días y luego desaparecía meses. Hasta que todo explotó en una reunión familiar. Me di cuenta de que podía perjudicar mucho a mi hijo, como me hizo a mí, y corté la relación con ella después de 30 años intentando recuperarla. Durante dos años no supe nada de ella, ni una llamada de teléfono ni una felicitación, hasta que me llegó la notificación de la demanda, en febrero de 2014, pidiendo un régimen de visitas con su nieto».
En los tribunales
«Fue mi doloroso, sufrimos todos, se deterioró la relación con mis suegros. Y hasta llegué a pensar divorciarme de mi marido, así ella no podría inmiscuirse en nuestro régimen de visitas y el niño estaría con nosotros», sostiene. A nivel psicológico y emocional, María sufrió mientras mantenía su lucha en los juzgados. «Al ser yo la demandada, tenía que demostrar por qué es perjudicial que la abuela vea al nieto. Sin embargo, ella no debía acreditar por qué es bueno que mantengan esa relación. Lo que más me sorprende es que cualquiera puede pedir un régimen de visitas con tu hijo. Incluso una pareja que ha convivido cuatro años contigo y no es su padre. Y eso lo ampara los tribunales».
«Me salvó el equipo psicosocial del juzgado, que desaconsejó que la abuela viese a su nieto porque era perjudicial para el niño»
María utilizó todos sus recursos durante el proceso, convencida de que una relación abuela-nieto iba a ser muy perjudicial para el niño. «Si no fue capaz de tener un vínculo con sus hijos cómo iba a ser capaz de mantener una relación con su nieto», protesta. Aportó diversos testimonios, alegaciones, informes de su estado psicológico.... hasta que finalmente pidió la intervención del equipo psicosocial del juzgado. «Eso fue lo que me salvó», afirma.
En su informe los psicólogos diagnosticaron que la abuela padecía una «personalidad narcisista» y que desaconsejaban las visitas a su nieto, porque, cuenta María, «no había garantía de continuidad en la relación y no advertían claramente cuál era el interés de la abuela por ver a su nieto. Incluso vieron que la abuela no hacía ningún comentario positivo ni afectivo hacia sus hijos ni hacia su nieto. La sentencia recogía que los padres no se oponen por capricho a que se vean abuela y nieto, sino para proteger al menor de la manipulación de su abuela. Y además, añadía, que la abuela no había intentado solventar el distanciamiento con su hija, sólo lo había hecho acudiendo a un procedimiento judicial».
Fue una pesadilla, que para María no acaba, aunque ahora esté más tranquila. Ella vive con la angustia de que la abuela pueda demandar otra vez de nuevo y en cualquier momento. «Siempre he echado de menos tener una relación con una madre. Pero ya no puedo tener un vínculo con ella, porque dañaría a mi hijo. Y además qué le digo a mi marido, a mi familia, a mi entorno... Ella me ha obligado a cortar toda relación cuando me demandó», afirma.