Coronavirus
Carmen, madre soltera de 3 niños: «Esto es un desastre para la educación y la conciliación. Es mal teletrabajar»
La difícil sitación de esta mujer para conciliar su negocio de viajes con el cuidado de sus hijos, todos menores de 4 años
«Esto es malteletrabajar» , afirma tajante Carmen, madre soltera de tres soles: Alex (4 años), Tony (3) y Ángela (20 meses) y fundadora de Sportypeople.es , una empresa especializada en organizar actividades y viajes personalizados para empresas y colegios. Esta mujer se quedó sin la «au pair» inglesa que la ayudaba de un día para otro. «Poco antes de que decretasen el estado de alarma, vi que quedaba en casa con los tres niños, sin poder salir ni siquiera a comprar, ni ponerme enferma. Ya no digamos ser productiva en mi negocio, uno de los sectores más afectados por la crisis», relata.
Noticias relacionadas
En ese momento tuvo que pedir ayuda a sus padres, pese a ser uno de los colectivos que por edad más peligro corren ante el coronavirus. « Su ayuda me permite teletrabajar , pero a pesar de todo, lo que hago es a salto de mata. Me ocupo de asear y dar de desayunar a los niños, y más o menos a las 11:00 me quedo liberada. Después paro para hacerles y darles la comida y por la tarde a veces se duermen una siesta entre las tres y las cinco que aprovecho a tope. A veces no tengo suerte, y estoy negociando el paseo de la tarde, el helado... hasta que caen rendidos».
Pero a pesar de la ayuda, asegura, «sigo pendiente de ellos, porque hay cosas que los abuelos no tienen por qué saber ni poder solucionar», explica. De esta forma, el poco tiempo que logra sacar adelante continua con las interrupciones y las distracciones normales que conlleva el cuidado de tres niños de cortísima edad, «que hacen que sea muy complicado concentrarse más de veinte minutos seguidos». «El día que más trabajo no saco más allá de cinco horas, pero no es lo mismo hacerlo así, que de seguido. No cunde el tiempo», reconoce.
Aún con todo, Carmen se considera afortunada, porque «mis hijos están en una edad en la que no hay ninguna exigencia educativa de unos conocimientos concretos, lo que me permite ser más flexible y no estar haciendo encima deberes. Pero esta situación es un desastre desde el punto de vista educativo y de conciliación para muchas familias, cuyos hijos no van al colegio desde marzo. Habrá padres responsables, con un alto nivel educativo y cuyo trabajo les permita ayudar con los deberes, pero habrá otros muchos que no estén en esa situación».
La solución «no puede ser quedarse en casa teletrabajando ni telestudiando, ni siquiera recibir ayudas económicas , que no son lo mismo que un sueldo. La sociedad tiene que reaccionar ya. Quizás se podrían encontrar espacios que ahora están vacíos, donde puedan estar los niños que sirvan de colegios temporales hasta que puedan volver a la normalidad», concluye esta mujer.