Coronavirius
Los consejos de un psiquiatra para llevar a cabo una desescalada emocionalmente ordenada
Javier Quintero es director de PsiKids. Centro de Psicología y Psiquiatría del Niño, Adolescente y su Familia
Parece mas fácil bajar que subir, pero en realdad no lo es. La situación de confinamiento y la pandemia, nos ha exigido un esfuerzo notable para adaptarnos y un cambio de rutinas, para sobrellevar esta anómala situación. Se ha prolongado durante más de 70 días y ahora toca un cambio de ritmo, no tanto una vuelta a principios de marzo, sino un ajuste progresivo de nuestras costumbres y hábitos, hacia un nuevo escenario aún por definir, donde se nos presentan muchas incógnitas, que iremos despejando poco a poco.
La desescalada es entonces un nuevo cambio y por tanto, un nuevo esfuerzo al que nos tenemos que adaptar, y hacerlo en un momento donde quien más o quien menos, ha llegado emocionalmente agotado. Aterricemos algunas ideas que nos pueden ayudar.
1.- Sigue cuidándote, tanto física como mentalmente , nada ha cambiado ni debería cambiar en priorizar tu salud y la de los tuyos. Y si te has descuidado un poco durante el confinamiento, toca poner atención en las comidas, la práctica de ejercicio y el descanso.
2.- Miedo no, pero precaución toda . El miedo te atenaza y no te permite pensar con claridad. Asumamos que el COVID va a estar una temporada con nosotros, con lo que tenemos que aprender a convivir con él. Para ellos debemos tener presentes las medidas de protección para nosotros y los demás. Son sencillas, el uso de mascarillas, respetar la distancia social y extremar la higiene de manos. Haciendo esto, cuidaremos de nosotros mismos, pero también de los demás.
3.- Replantéate la situación, hay que soltar el pasado y aceptar la realidad actual, es la mejor forma de poder adaptarnos y desde ahí poder crear cosas nuevas, no necesariamente peores, aunque si puedan ser distintas.
4 .- Practica la gratitud y mantén una actitud positiva. Lo que determina nuestras emociones es el sentido que nosotros le damos a las cosas, es decir nuestra actitud. Si estamos todo el día pensando en cosas negativas, nos ahogaremos en emociones negativas. Tu mente es una herramienta muy poderosa, aprende a usarla.
5.- Habla y escucha con calma. Nuestra forma de comunicarnos refleja como nos sentimos, y como nos sentimos se refleja nuestra forma de hablar. Práctica la serenidad, no todo es urgente, ni importante.
6.- El dolor NO dura eternamente. Esta es probablemente la reflexión más compleja. Pensando en todos aquellos que han perdido a alguien en estos días, pueden intentar buscar consuelo en sus familias y en el tiempo. El tiempo nos ofrece una perspectiva diferente, que a lo mejor ahora no somos capaces de ver.
7.- Ten un Plan. Necesitamos perspectiva y futuro, para ello nada mejor que trazar un plan de lo que vamos a hacer o de cómo vamos a afrontar esta situación. Con un plan, le damos certidumbre a nuestro cerebro, aunque luego tengamos que adaptarlo o cambiarlo.
8.- El cambio es parte de la vida, tratemos de anticiparnos a él y en la medida de lo posible, se parte de el y no consecuencia.
9.- Cuida de los más pequeños . Si para nosotros esta siendo complicado, imagínate para ellos, los niños y adolescentes, con tantos o mas cambios que los adultos, pero con menos recursos y menos información. Vamos a preguntarles como están y tratar de facilitarles que expresen sus emociones.
10.- ¡Lo estas haciendo genial! El 15 de marzo no hubieras, ni por un momento, imaginado llegar a junio como lo has conseguido, ¿verdad?. Reconócete el esfuerzo y el trabajo realizado, sin peros, ni reproches. ¡Enhorabuena!
Queda menos, podríamos decir que ya ha pasado lo peor, pero tenemos que seguir haciéndolo bien y rematar la tarea de crecer en nuestra resilencia. En las siguientes semanas, iremos haciendo más cosas, pero no todas, ni las mismas que antes… aún. Volveremos a la normalidad, regresaremos al futuro.
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