¿De qué color pinto la habitación de mi hijo?
El color elegido para pintar el cuarto de los más pequeños afecta a su bienestar y desarrollo
Mi cuarto, mi refugio. Sin lugar a dudas, las habitaciones son uno de los lugares más personales de cada hogar . En ellos llevamos a cabo algunas de las actividades más cotidianas e importantes de nuestras vidas: abrazamos, disfrutamos de muchos de nuestros pasatiempos favoritos, leemos, vemos la televisión, escuchamos música, charlamos, descansamos y desconectamos del ruido del mundo exterior.
Las habitaciones y la estancia que se habita conecta con ellos hasta el punto de repercutir en su comportamiento. En estos espacios podemos encontrar refugio o solo un lugar de paso : cuando nuestra casa nos transmite buenas sensaciones nos sentimos positivos y alegres. Cuando las emociones que nos embargan vienen encabezadas por la negatividad y el estrés, ¡es momento de analizar el entorno en el que vivimos!
Uno de los momentos clave para meditar sobre este hecho es cuando la familia va a crecer. Con la llegada de un niño, toca elegir y decorar un tercer cuarto, el de un bebé. Todos los padres desean lo mejor para sus hijos, nada puede quedar al azar: cuna, armario, mesa, lamparita, juguetes, libros y un sinfín de objetos que darán forma a un cuarto que verá los primeros pasitos del más pequeño de nuestra casa.
Y aunque todos los progenitores se enfrentan a una larga lista de deseos con los que adornar la estancia, muchos no conceden la atención necesaria una de las partes más importantes de la misma: las paredes. « Las habitaciones infantiles son mucho más que un lugar para dormir , son un espacio para jugar y soñar», asegura Andreu Guardi, Responsable del Departamento de color en Jotun Ibérica, S.A. Por ello, nada puede quedar al azar ni siquiera el color y detalles que adornen los muros.
El color de las paredes y sus efectos
Las habitaciones son un espacio importante para quienes habitamos un hogar y, en la mayoría de casos, es ahí donde ponemos una parte de aquello que somos ; en las paredes también. Los colores nos afectan psicológica y fisiológicamente. Tienen efectos sobre nuestro estado de ánimo y sobre nuestro cuerpo, por eso es crucial elegir bien los tonos de las paredes del cuarto del nuevo miembro de la familia.
«El color de las paredes potenciará su desarrollo, creatividad y felicidad », explica el experto. Para elegirlo es fundamental hacerlo según la edad de los hijos. Así, para los bebés de cero a dos años los colores recomendados son los neutros pasteles en cualquier tonalidad. Y de dos a seis años, por el contrario, es el momento en el que los niños precisan más estímulos y colorido para despertar su creatividad y sentidos.
Para edades en las que los niños manchan cada lugar por donde pasan , desde Jotun recomiendan la pintura Majestic Resist, superlavable y que repele las manchas más comunes. Esta pintura permite eliminar, con un trapo humedecido o con un limpiador habitual, las manchas de la pared sin dañar el color ni dejar marca alguna en ésta.
A partir de los siete años la cosa vuelve a cambiar : los menores necesitan un espacio para estudiar y desarrollar sus aficiones. Una buena alternativa es intentar disponer de dos ambientes en la habitación, «la pared enfrente del escritorio debe ser de un color que estimule al estudio y la relajación y estos son sin duda, los tonos azules y verdes, pero en tonos claros y medios. Aquí debemos evitar los tonos muy intensos que pueden fatigar la vista», señala. «En la pared opuesta podemos usar distintos colores que potencien su creatividad y felicidad. A esta edad, la recomendación es que los niños elijan junto a los padres el color que más les guste».
Bárbara Chapartegui, diseñadora especializada en espacios infantiles, coincide con Guardi y aconseja a los padres que escuchen a sus hijos a la hora de tomar la decisión. Cuando los más pequeños de la casa comienzan a crecer, es momento de considerar entre todos este aspecto del que se ha convertido en su espacio personal.
¿Qué tal un mural?
Un mapamundi con animales y monumentos, infinitas tiras de simpáticos perritos o una selva a través de la que descubrir un mundo alejado de las ciudades son las tres nuevas propuestas de Chapartegui para cubrir las paredes de la habitación de los niños.
«Hay estupendos murales infantiles que ayudarán a dar vida a la habitación en donde los niños podrán tener su espacio favorito», asegura Guardi. Los muros de los cuartos de los más pequeños son una oportunidad única para dar rienda suelta a la creatividad y conseguir una personalidad muy especial para el espacio de los hijos.
Idea diferente para decorar esta parte de los cuartos, hay que tener en cuenta los colores y aplicarlos con cabeza a la hora de elegir el papel pintado que la cubrirá. «Es importante utilizar siempre el sentido común. Los tonos muy fuertes no son para dormitorios porque no relajan, no proporcionan la calma», concluye la interiorista. Así que mural o no, siempre que se elija un cuarto: de las paredes, atención al color.
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