Los adolescentes más vulnerables al alcohol presentan anomalías en el cerebro
Descubren disfunciones previas a la conversión en bebedores compulsivos
Además, un estudio firmado por la Universidad Complutense de Madrid ha desvelado que los adolescentes más vulnerables a iniciarse en el consumo de alcohol presentan anomalías en la organización de las redes funcionales del cerebro .
Se trata del primer estudio en mostrar anomalías, previas al consumo de alcohol, en las redes funcionales electrofisiológicas y perfiles más altos de conducta disejecutiva e impulsividad en adolescentes que, dos años más tarde, se convirtieron en bebedores intensivos.
La investigación, publicada en la revista «Drug and Alcohol Dependence», se ha llevado a cabo en el Laboratorio de Neurociencia Cognitiva y Computacional de la Complutense y UPM, en colaboración con el departamento de Psicobiología de la Facultad de Educación de la UCM.
Los investigadores de la UCM llevaron a cabo un estudio de dos años con la colaboración de 67 adolescentes de 14 años , sin historial de consumo de alcohol previo. Se les realizó una medición de la actividad cerebral durante una tarea de control de la inhibición mediante magnetoencefalografía, así como una evaluación de rasgos psicológicos de impulsividad y conducta disejecutiva.
Los principales hallazgos mostraron que aquellos adolescentes que consumían de forma más intensiva presentaban anomalías en los perfiles de conectividad funcional previos al inicio del consumo. Estas anomalías se localizaron principalmente en las redes funcionales responsables del control inhibitorio conductual estando relacionadas con mayores niveles de impulsividad.
El riesgo del cannabis
«No estamos explicando a los jóvenes que el consumo de cannabis tiene un riesgo importante . Es una cuestión de desarrollo cerebral». Así de tajante se mostró Rafael Maldonado, Catedrático de Farmacología de la Universidad Pompeu Fabra, durante las Jornadas Nacionales organizadas esta semana por la Sociedad Científica Española de Estudios sobre Alcohol, el Alcoholismo y las otras Toxicomanías (Socidrogalcohol. De hecho, varios expertos alertaron que fumar marihuana durante la adolescencia puede alterar las conexiones sinápticas que se producen en el cerebro, e incluso puede llevar a la aparición de trastornos mentales como la psicosis.
Los expertos también han apuntado que, en cuanto al rendimiento, el cannabis puede llevar a un aprendizaje «pobre», con afectaciones sobre la cognición y la memoria, al mismo tiempo que puede producir efectos sobre la estructura inhibitoria del cerebro, la encargada del control racional de los impulsos. Por eso, cuando una persona fuma marihuana, se triplica el riesgo de accidente de coche, ya que se conduce más lento, se disminuye el tiempo de reacción y se divide y altera la atención.
Para acabar con esta lacra, el subdirector de Drogodependencias de la Generalitat, Joan Colom, cree que se deben impulsar iniciativas que ayuden a evitar el inicio temprano del consumo de cannabis, elegir tetrahidrocannabinol de baja potencia o productos de cannabis con una relación equilibrada de THC a cannabidiol, abstenerse de usar cannabinoides sintéticos, evitar la inhalación de cannabis quemado y dar preferencia a los métodos de uso por otras vías que no sea la fumada, además de abstenerse de conducir o realizar actividades de riesgo bajo sus efectos.
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