Los 6 consejos definitivos para librarse de los piojos este verano y afrontar la vuelta al cole sin contagios
Es muy importante tomar medidas para prevenir posibles contagios de cara al mes de septiembre
Vuelve septiembre, y regresan los piojos . Con la vuelta al cole, estos parásitos pueblan la cabeza de niños en edad escolar, con padres preocupados ante el miedo al contagio de estos insectos.
El desconocimiento que se tiene sobre esta patología –la pediculosis –, en ocasiones agrava el riesgo en los menores que comienzan a inundar las aulas durante el noveno mes del año. Un caldo de cultivo ideal para el contagio, ya que los más pequeños comparten un mismo espacio y objetos personales. Por eso también es importante tomar medidas para prevenir de cara al próximo mes.
«En contra de la creencia popular, los piojos no pueden saltar, volar ni nadar y solo pueden adquirirse por contacto directo de cabeza a cabeza», afirma Reme Navarro, Co-fundadora, Consejera Delegada de Mifarma. Estos insectos viven junto al cuero cabelludo y se alimentan de sangre, lo que puede provocar picor. «Buscan un ambiente húmedo y caluroso , de ahí que prefieran los cabellos largos, además los niños que tienen entre 4 y 12 años son los más afectados por esta epidemia», apostilla.
Acabar con los piojos en unos sencillos pasos
El principal problema de estos parásitos es que crecen y se multiplican muy rápido. Una hembra pone entre 5 y 10 huevos al día (las liendres), que eclosionan y se convierten en piojos a los 7 días. Por esta razón, es imprescindible estar atentos a los signos de picor que aparezcan. Para evitar el contagio de los más pequeños de la casa durante estos meses, desde la compañía recomienda seguir los siguientes consejos:
1. Prevenir el contagio. Existen remedios naturales que funcionan como repelentes de piojos, como el aceite del árbol del té, coco, ylang-ylang, neem y otras plantas aromáticas. Unas gotitas detrás de las orejas ayudarán a evitar contagios. También el uso de gominas, lacas y acondicionadores puede ser efectivo, ya que dificulta el agarre de estos parásitos. Otra gran opción es que los pequeños lleven el pelo recogido o atado.
2. Desinfectar con agua muy caliente o alcohol todos los objetos susceptibles de transportar este tipo de insectos, como peines, gorras o toallas, y evitar, en la medida de lo posible, que el niño los comparta en su próximo regreso a las aulas.
3. Lavar frecuentemente las toallas , la ropa de vestir, la ropa de cama (almohadas, sábanas y colchas) y las fundas y cojines del sofá.
4. Revisar el cabello. Si el niño se rasca mucho la cabeza, convendría realizar una inspección minuciosa. La lendrera, el tradicional peine de púas para piojos, resulta un elemento muy eficaz para esta revisión. En caso de encontrar evidencias, se debe avisar a su entorno para prevenir la propagación y revisar a todos aquellos que hayan estado en contacto con el menor contagiado.
5. Aplicar un tratamiento pediculicida. Solo en caso de haber encontrado piojos vivos se debe aplicar un producto para su eliminación. En la actualidad, estos productos han evolucionado muchísimo, y en pocos minutos se puede acabar con los parásitos y las liendres sin tener que soportar malos olores o abrasiones en el cuero cabelludo. No obstante, todos los tratamientos deben repetirse a los 7-10 días, pues es el plazo en que los nuevos huevos tardan en eclosionar.
6. Emplear una lendrera dos o tres veces por semana. Sobre una toalla blanca, peinar el cabello húmedo durante 5 o 15 minutos, dependiendo de la longitud del pelo. Para ayudar a que las liendres se desprendan con mayor facilidad, se puede humedecer el cabello con una mezcla a base de vinagre blanco y agua.
Todas estas recomendaciones no solo ayudarán a combatir los piojos estos últimos días de verano sino que prepararán el cabello de los más pequeños para la vuelta al cole. Navarro destaca que, «el año escolar es muy largo y hay que prevenir y concienciar tanto a padres como a niños». Además, nos recuerda que los progenitores juegan un papel muy importante , ya que deben ser quienes aconsejen a los más pequeños, sin presionarles, para que tomen las debidas precauciones y les informen si creen que alguno de sus amigos puede estar infectado.
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