Razones por las que tu regla ha sido distinta durante el confinamiento

Las alteraciones menstruales han tenido varios motivos durante el periodo de confinamiento

Laura Peraita

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Según un estudio realizado por PsicoFertilidad Natural durante el confinamiento, el 44% de las mujeres que tenían ciclos regulares, estaban sufriendo alteración en sus reglas. Algunas tuvieron ciclos más largos de lo normal y en cambio otras apreciaron ciclos extremadamente cortos, incluso con menstruaciones en un mes.

Pero no solo ha habido alteraciones en el ciclo menstrual. El 70% de mujeres han padecido insomnio y un 40% han tenido problemas intestinales, todo ello derivado de la pandemia y el confinamiento. «El hecho de que el intestino funcione peor y no tener un sueño reparador afecta al sistema hormonal y, por tanto, al ciclo menstrual», apunta Antonia González, embrióloga de Psicofertilidad Natural.

¿Qué lo ha motivado: la ruptura de rutinas, el poco ejercicio físico, el estrés...?

Tiene diferentes motivos, ya que se trata de un origen multifactorial. El sueño es uno de los más importantes, ya que cuando dormimos nos “regeneramos” por dentro, y si alteramos nuestro ciclo circadiano estamos alterando nuestro sistema inmune, sistema nervioso y sistema hormonal.

El hecho de no hacer ejercicio también es un factor a tener en cuenta, ya que gracias al mismo podemos tener nuestras hormonas más equilibradas, pero es que además, gracias a que andamos nuestro cuerpo hace un pequeño masaje al intestino, ayudando así a su movimiento natural, y ésta es una de las razones de que haya habido más estreñimiento y más problemas intestinales.

Pero además, la incertidumbre, el miedo y la ansiedad también han influido. No hay mayor factor que altere todas nuestras células que el estrés. Cuando lo tenemos todo nuestro cuerpo se prepara para huir, nuestro hígado, nuestro páncreas, nuestras hormonas… pero no nos movemos, no corremos, en realidad no estamos en un peligro real momentáneo. Y si este estrés se mantiene constante altera el sueño, el intestino, la menstruación, la digestión, el corazón, la respiración, nuestras defensas… Todo.

Además, es importante señalar que necesitamos el sol, para sintetizar la Vitamina D, porque nos ayuda a tener un sistema nervioso más sano y porque sin el sol caemos enfermos porque nuestro sistema inmune se deprime.

Y, por último, no hemos de olvidarnos de que además de no dormir bien, no hacer ejercicio y padecer estrés, hemos modificado nuestros hábitos alimenticios, y en la mayoría de los casos a peor, y como muy bien se dice, «somos lo que comemos», por tanto, el origen de las alteraciones en las menstruaciones de las mujeres está motivado por todo ello.

¿En qué medida se han producido estos cambios en la menstruación: retraso, más sangrado, mayor duración en días?

La mayoría de mujeres han tenido retrasos en los ciclos. Y solo por el hecho de haber tenido el retraso ya implica, en la mayor parte, que el sangrado va a ser diferente, porque en los casos que el ciclo se alarga tanto, lo más probable es que no haya ovulación y, por tanto, ya no podríamos llamarlo regla, sino sangrado por deprivación. Y en estos casos el sangrado puede diferir de una regla normal, puede tener diferente duración, diferente color, más cantidad de coágulos, mayor dolor e inflamación…

¿Debe preocuparnos?

A priori no, porque es algo circunstancial. Hemos vuelto a una relativa normalidad, ya podemos hacer ejercicio, estar expuestas al sol, hacer vida social, hemos rebajado el nivel de estrés, nos hemos acostumbrado y, por tanto, nuestro cuerpo está más estable y nuestros ciclos también.

¿Cómo influyen estos cambios al estado emocional de la mujer?

Teniendo en cuenta que las mujeres pasamos por cuatro distintas fases emocionales durante el ciclo menstrual, he de decir que por supuesto que ha afectado a nuestras emociones. Lo primero porque nos hemos relacionado de manera constante con el miedo, cada vez que poníamos el telediario nuestro cortisol subía y nuestro cuerpo se ponía en modo «huida», el cambio en la alimentación altera nuestros niveles de glucosa e insulina, y esto afecta a nuestro sistema nervioso porque el simple hecho de hacer un pico de insulina en sangre nos genera más ansiedad.

Y el no dormir adecuadamente ni llevar unos horarios ha alterado el ciclo circadiano y ,por tanto, ha provocado una mayor tendencia a la depresión y ansiedad. Y recalco, el sol afecta a nuestro ánimo.

¿Ha afectado también a las niñas? ¿Se ha adelantado o retrasado la primera regla?

No tenemos la suficiente información, ni tampoco ha sido un periodo tan extenso como para poder sacar conclusiones al respecto.

¿Se debe tener alguna medida al respecto en esta desescalada?

Sí, debemos intentar volver a las rutinas de sueño, volver a dormir a las horas que teníamos previamente fijadas, y si nos es difícil siempre podemos recurrir a suplementos naturales que nos ayuden a conciliar el sueño hasta llegar a la rutina. También existe una herramienta que nos puede ser de gran utilidad es la meditación Mindfulness, ayuda a regular nuestro sistema hormonal y nuestro sueño.

También deberíamos volver a las rutinas culinarias, apartar los pasteles y la repostería, para volver a comer más saludable y dejar los caprichos solo para un día a la semana. Y, por supuesto, hacer ejercicio, y si es al aire libre, mejor que mejor.

Y, por último, si tomamos conciencia de que esta pandemia nos ha superado emocionalmente, pidamos ayuda a profesionales porque curiosamente, en este periodo, las visitas al psicólogo han aumentado considerablemente…

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