Disminuye la brecha entre hombres y mujeres en la crianza de hijos en Europa
Un estudio demuestra que los padres pasan cada vez más tiempo de calidad con sus hijos, aunque las mujeres siguen asumiendo su cuidado básico
La histórica brecha de género entre hombres y mujeres en la crianza de los hijos está disminuyendo en Europa, excepto en Francia, según un informe elaborado por el profesor de la Universidad de Frankfurt Tomás Cano .
El estudio, que demuestra que los padres pasan cada vez más tiempo de calidad con sus hijos , aunque las mujeres siguen asumiendo su cuidado básico, se dio a conocer en Barcelona durante el III Simposio Internacional «Cuidado y negligencia en el entorno familiar», organizado por la Universidad Internacional de Cataluña (UIC).
El informe, titulado «Una cuestión de tiempo: La implicación del padre y el desarrollo cognitivo del menor», demuestra que «desde los años 90 al 2000 se ha ido intensificando la crianza, que ha pasado de ser autoritaria a democrática , con un mayor acercamiento de carácter emocional».
Según Cano, esta situación se ha dado «en todos los países europeos excepto en Francia» y está llevando a una «convergencia de géneros y a que cada vez haya menos desigualdades en el tiempo que se dedica a los hijos». «Facilitar la implicación paterna debería generar mejoras en la función cognitiva de los hijos, la salud mental de las madres así como un mejor funcionamiento de la familia», ha añadido.
El investigador ha puntualizado que esta convergencia se produce especialmente en lo que respecta « al tiempo de calidad : lectura, los deberes o los juegos educativos», mientras que en el caso del tiempo dedicado a los cuidados básicos sigue siendo la mujer quien la asume esta tarea en mayor medida.
Cano ha señalado que los hijos de padres implicados en su crianza «tienen un mayor desarrollo cognitivo porque están expuestos a una mayor variedad de estímulos y cuentan con un vocabulario más rico al interactuar con dos personas distintas, dos personalidades distintas y comportamientos diferentes». Los padres con estudios universitarios son, a priori, según Cano, «los que cada vez dedican más tiempo a sus hijos». «Son familias estables, que tienen más hijos; en cambio, las familias con menos estudios les dedican menos tiempo, se divorcian más y son familias más débiles», ha añadido el profesor, que ha aclarado que cuando los padres con rentas más bajas se implican igual que los que tienen rentas más altas, el resultado en el desarrollo cognitivo de sus hijos es el mismo.
En el caso de las familias más desfavorecidas , el investigador ha advertido que «ya nacen más en desventaja por las condiciones en las que en muchas ocasiones viven durante los nueve meses de gestación», por lo que cuando los menores empiezan el colegio «esa brecha ya existe» y la escuela «ni la aumenta ni la reduce».
En su opinión, esta situación «constata el papel esencial que juega la familia en el desarrollo cognitivo , ya que los niños sólo pasan en la escuela un 13,2 % de su tiempo y el 86,8 % restante lo disfrutan junto a su familia».
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