Geriatra: El aislamiento drástico ha provocado desgarro afectivo en ancianos
El aislamiento de sus familiares ha generado sentimientos de «miedo, soledad, inseguridad y angustia» en los residentes
La médica de la residencia de Urduliz (Bizkaia) Teresa Gómez González, ha evidenciado que el «aislamiento drástico» al que han tenido que ser sometidos los usuarios de estos centros para evitar la propagación del coronavirus ha provocado en ellos «desgarro afectivo familiar».
Gómez González ha efectuado esta reflexión sobre lo vivido en las residencias de mayores de Bizkaia durante la pandemia del coronavirus en un artículo incluido en un Boletín especial sobre esta epidemia al que ha tenido acceso Efe. El documento ha sido publicado por el Colegio de Médicos del territorio con testimonios de colegiados de distintas especialidades médicas sobre su experiencia personal en dicha crisis sanitaria.
La responsable médica de la residencia de Urduliz (Bizkaia), de titularidad privada y con sus 61 plazas concertadas con la Diputación de Bizkaia, señala en su artículo que el aislamiento de sus familiares ha generado sentimientos de «miedo, soledad, inseguridad y angustia» en los residentes por la falta de «contacto con sus seres queridos y sin reconocer a los cuidadores, ocultos tras los EPI» .
Estas medidas de aislamiento, que «se ha mostrado eficaz para evitar la propagación del virus dentro de las residencias, ha supuesto para la persona mayor un duro trance psicológico, y un desgarro afectivo familiar que está generando ya -advierte-, graves secuelas anímicas en su entorno, mucho más serias en aquellos casos de fallecimientos».
«Personas -ha agregado-, en muchos casos con deterioro cognitivo incapaces de entender la realidad, en las que se han originado sentimientos negativos expresados como alteraciones del comportamiento, cambios en el estado de ánimo y desórdenes orgánicos con secuelas a nivel funcional que han afectado negativamente a su ya frágil estado de salud».
La doctora Gómez González destaca también en su escrito la «confusión», «desinformación», «falta de protocolos fiables y mantenidos por parte de las instituciones», «escasez de apoyos», «ausencia total de material», que han vivido durante la crisis que han tenido que afrontar con «personal en cuarentena, con dificultades estructurales para aislar a los casos o posibles casos, sin medios terapéuticos para su tratamiento», con «criterios que cambiaban varias veces a lo largo del día» sin «un test que te ayudara en tus decisiones», etc.
Un panorama similar describe el doctor José Antonio Estévez Barrondo, encargado durante la pandemia de gestionar la atención médica en residencias de Bilbao, en otro artículo incluido en dicho Boletín especial del Colegio de Médicos de Bizkaia , en el que describe un escenario «apocalíptico, horroroso, de difícil control y los adjetivos que queramos añadir» con pacientes «inconscientes, muertes súbitas, salas abarrotadas".
Este veterano especialista en Medicina Familiar que trabaja en un centro de salud de Osakidetza de Bilbao, y que se contagió de coronavirus a finales de abril, asegura que en las residencias de ancianos «centros con un nivel de ocupación alto y con tanto espacio comunitario y cerrado», si la infección penetra en ellos «llegar tarde es definitivo, por mucha rapidez que des a los aislamientos».
Y alerta de que la técnica de diagnóstico del coronavirus por PCR, «te hace llegar tarde siempre» en lugares cerrados y de gran densidad de concentración de personas como las residencias porque «para cuando tienes el diagnóstico, uno de ellos ya ha contaminado a tres compañeros» .
Relata, en este sentido que « la primera PCR se hace a un paciente el 20 de marzo: positivo . A los siguientes sospechosos (19), el 30 de Marzo: 11 positivos. Entran las prisas, el 3 de abril volvemos, 21 positivos de 29 PCR».
«Finalmente, en la primera quincena de abril se realiza la prueba a todos los residentes y personal auxiliar, sanitarios, administrativos etc. Pero, ya para entonces, el escenario es apocalíptico, horroroso, de difícil control y los adjetivos que queramos añadir» , concluye.