La emocionante historia de un abuelo que cuida a bebés prematuros
Este jubilado de 82 años ha encontrado una pasión que repite a diario: acudir al hospital para proteger a los recién nacidos cuando sus padres tienen que ausentarse
Cada martes y jueves desde hace 12 años. Este jubilado de 82 años acude al hospital, abre las puertas de la sala de terapia intensiva para prematuros y nunca sabe qué se va a encontrar allí. Es voluntario en un centro de Atlanta, Estados Unidos, y su única misión es abrazar a los bebés recién nacidos y brindarles cariño cuando sus familias no pueden hacerlo.
Se trata de David Deutchman , un hombre casado, que tiene dos hijas y nietas. Su pasatiempo son esos pequeños que están ingresados y sus familias, ya que este abuelo también se encarga de darles apoyo y tener charlas con ellas.
Entre las paredes del hospital ya lo llaman «abuelo ICU » —nombre que llevan las salas de terapia intensiva en inglés—. «Hay muchos beneficios de esa conexión de ser sostenido, como cuando un recién nacido pone su cara contra el latido de tu corazón . Llegué a amarlo, pero no sólo por esa interacción con los bebés, sino por toda la atmósfera del hospital», explica Deutchman a la revista People.
Coge a los pequeños en brazos, los acuna, les da calor y les canta, una y otra vez, «You're my sunshine» (tú eres mi sol), a la vez que los acaricia.
«Estos padres tienen mucho estrés. Tener a alguien que les diga que pueden ir a desayunar y asegurarles que alguien va a estar con su recién nacido significa mucho para ellos. Es importante», insiste este abuelo. «Los desafíos siempre cambian, pero si hay algo de lo que estoy seguro es que las personas tienen que ser cuidadas , y eso es lo que voy a hacer», concluye Deutchman.
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