«Desempeño un rol que no encaja con lo que la sociedad espera de un hombre»
Hugo I. Tejero, de 76 años, cuida de su mujer que padece serios problemas de salud
Hugo Ignacio Tejero lleva cuatro años ejerciendo como cuidador de su mujer María Victoria Seghezzo que tiene problemas de movilidad. «Para mí supone un reto desempeñar un rol que no encaja con lo que la sociedad demanda de un hombre», asegura Tejero. Aún así reconoce que no tiene ningún mérito «porque me educaron desde pequeño para asumir muchas responsabilidades. El mérito es de las mujeres que cuidan hijos, pareja, padres... y sin rechistar».
Iniste en que para ser cuidador hay que saber empatizar con quien tienes al lado porque, en definitiva, «mañana puedes ser tú el que necesite cuidados».
Su mujer lamenta que Hugo «está esclavizado» por tener que atenderla. Reconoce que, al principio su caracter se agrió por no valerse por ella misma y por ver a su marido haciendo todo, cuando ella era antes una mujer muy activa. «Me volví incluso egoísta porque pedía las cosas como yo siempre las hacía, hasta que asumí que cada uno lo hace a su manera y lo mejor que puede».
Explica que con el tiempo no le ha quedado más remedio que alejar su pensamiento de sentirse «víctima» y aceptar que es su marido quien le permite seguir adelante porque «solo levantarme y vestirme cada día es un verdadero drama», confiesa.
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