Alzheimer: La importancia del cuidador para hacer frente a la enfermedad
Esta patología neurodegenerativa afecta a uno de cada cuatro hogares en España, ya que la sufren más de 1,2 millones de españoles
El Alzheimer es una enfermedad que afecta a uno de cada cuatro hogares de nuestro país, según el estudio «El cuidador en España. Contexto actual y perspectivas de futuro» , ya que la padecen más de 1,2 millones de españoles, según la Confederación Española de Alzhéimer (CEAFA) . Desgraciadamente, la ONU estima que pueda afectar a 139 millones de personas en todo el mundo para el año 2050. El principal damnificado de esta patología es, obviamente, quien la sufre . En mayor medida, son personas mayores que van perdiendo paulatinamente la memoria y ven mermadas sus capacidades de valerse por sí mismos .
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Esto, por supuesto, termina involucrando a los familiares, encargados normalmente de asumir la responsabilidad de atender y cuidar de las personas dependientes. La sobrecarga física, el desgaste mental, como también la falta de conocimiento sobre cómo actuar, no hacen más que hacerlos sentir vulnerables de enfrentarse solos a esta enfermedad, recurriendo a la ayuda profesional de un cuidador o cuidadora, como es el caso de la plataforma de asistencia domiciliaria Cuidum.
7 Claves en el cuidado del Alzheimer
Tal y como explican desde Cuidum , la figura del cuidador es crucial en el cuidado de personas con demencia , quienes trabajan desde cuatro ámbitos básicos con aquellas personas que sufren pérdidas de memoria: se trata de aspectos vinculados al movimiento, al lenguaje, a los estímulos y a la vista.
Comunicarse con el paciente con palabras sencillas y en un tono amable , con paciencia y ayudándoles a que se expresen, sin tratarlos ni hablarles como si fueran unos niños.
Potenciar diariamente las habilidades que tengan adquiridas y ayudarles a desarrollar otras nuevas , como por ejemplo hacer crucigramas o sudokus, practicar juegos de mesa, dibujar y pintar, escuchar música, tocar algún instrumento.
Ayudarles a mantenerse activos , incorporando el ejercicio físico en las rutinas diarias, en actividades en las que tanto paciente como cuidador disfruten por igual.
A la hora del baño, establecer una rutina en una hora en la que más cómodo se encuentre , preparando todo con antelación para no dejar sola a la persona en ningún momento durante el baño y se sienta acompañada y segura.
Fomentar su autonomía a la hora de vestirse en la medida de sus posibilidades, organizando el orden de la ropa para hacer más fácil su accesibilidad y uso.
Fomentar la comida, limitando el ruido y las distracciones , y escogiendo platos y cubiertos que favorezcan su autonomía.
Para evitar el insomnio , es importante mantener activa a la persona durante el día, limitar las siestas y conservar un ambiente tranquilo para inducir el sueño durante la noche.
Los riesgos de ser cuidador
El cuidado de las personas con esta enfermedad, ya sean familiares o no, puede desembocar frecuentemente en cansancio continuo, problemas de sueño o el abandono de la vida social y de las aficiones. Si la atención se extiende durante mucho tiempo y no se cuenta con un apoyo adecuado, puede aparecer la depresión, el estrés y la ansiedad en aquellos que están junto a las personas con alzhéimer.
Según el CEO de Cuidum, Jorge Cantero, «desde aquí hemos ayudado a miles de familias que tienen a un familiar diagnosticado de alzhéimer y son muchas las cuidadoras y cuidadores que trabajan con nosotros con amplia experiencia en tratar este tipo de demencia».
En ese sentido, « el alzhéimer es una enfermedad que toca y altera las relaciones familiares , e involucran sentimientos de culpabilidad, miedo o depresión . Desde nuestra experiencia, sabemos que una ayuda profesional para un momento tan delicado como estos es un alivio no solo para la persona a cargo de su cuidado sino también para todo el entorno familiar».