Luis Álvarez, profesor y emprendedor: «Procrastinar impacta en el rendimiento académico por ello urge educar en gestión del tiempo»
El docente ha creado Studeam, el primer planificador virtual del estudio para que los estudiantes se organicen las tareas de manera eficiente
Que levante la mano el padre o madre que, durante el confinamiento, ha batallado con sus hijos para que hicieran los deberes cuanto antes. «Primero quiero jugar y luego los hago», argumentaban algunos pequeños. Y los progenitores, estresados, se lo permitían. «Total, no va a salir de casa», pensaban muchos. Pero también porque los adultos son los primeros que procrastinan , es decir, que «dejan para mañana lo que pueden hacer hoy». Esto es un error.
Planificar el estudio y organizarse es clave para alcanzar el éxito académico . Y más en situaciones de confinamiento, momento en el que la dificultad para organizar el tiempo de estudio cuando no existen otras actividades en el día que lo limiten y la enorme carga de trabajo dificultan aún más la situación.
Por esta razón, Luis Álvarez, profesor, padre y emprendedor, ha creado, junto con su socio de Task & Time, José María Guillén, Studeam, el primer planificador virtual del estudio para que los estudiantes se organicen desde casa . En concreto, se trata de una aplicación que distribuye las tareas que el alumnado debe realizar atendiendo a criterios pedagógicos y pautando los tiempos de estudio y descanso para mejorar el rendimiento del estudiante.
¿Por qué nace Studeam?
Así que ya tenemos una nueva tarea pendiente: saber gestionar el tiempo
Sí. Y no se trata de un problema de capacidades. Muchas veces los alumnos suspenden porque no llegan a ponerse realmente a estudiar, de manera organizada, controlada y eficiente . Para conseguir un buen aprendizaje es fundamental empezar por planificar para poder ir avanzando y realizar un recorrido completo, teniendo descansos . Está demostrado que enseñar a un alumno a trabajar mejor la gestión del tiempo e influye en sus resultados. No hay que olvidar que el tiempo es limitado . Por todo ello, decidí crear un algoritmo y programarlo. Así ha nacido Studeam.
Saber gestionar el tiempo tiene que ver con la procrastinación académica. ¿En qué consiste?
En el ámbito anglosajón se usa mucho y está muy estudiado eso de «lo hago mañana», «mañana tendré más tiempo», «hoy puedo no hacerlo». Es la idea que se implanta en el procrastinador y que a todos nos ocurre: «Si lo puedo hacer mañana, ¿para qué lo voy a hacer hoy?». Esto es rehuir el compromiso y tiene consecuencias terribles en todo el mundo. De hecho, hay un 30% de personas que procrastican de forma crónica y ello impacta directamente en la vida personal y profesional.
En EE.UU., por ejemplo, lo tienen muy medido: no es que no quieran pagar los impuestos, es que los pagan tan tarde que hay multas y problemas. Además, en la universidad, el índice de procrastinadores es altísimo: 90%.
Por tanto, hay que poner el foco en un problema que es cultural para intentar educar y modificarlo porque está comprobado que impacta en el rendimiento académico. Hay que tomárselo en serio.
¿Quién debe enseñar a los niños a saber gestionar el tiempo, a no procrastinar? ¿Es asunto de los docentes, de la familia?
Aprender a autogestionar el tiempo empieza por la familia , como todo lo importante. Otra cosa es cuando tu hijo empieza la educación reglada, en la que el alumno empieza a tener una serie de tareas que muchas veces no desea pero son sus deberes. Ahí el centro educativo tiene la corresponsabilidad de evaluar si el alumno lo hace bien porque no es lo mismo sacar un 8 en el examen final habiéndote metido el atracón el día anterior, que sacar también un 8 cuando el día antes del examen te has ido al cine. El aprendizaje es muy diferente: mientras que en el primer caso es cortoplacista, poco significativo y que el alumno va a olvidar en tres días, el segundo es un estudio mejor asimilado. Por tanto, educar en hábito de estudio es una prioridad que prepara para el trabajo futuro . Y la tecnología hoy nos ayuda mucho.
Studeam también ofrece al estudiante una cierta independencia ¿no?
Sí porque, para empezar, facilita algo que no es fácil, es tedioso, aburrido y consideramos que es una pérdida de tiempo: ordenar las tareas. Es decir, cuándo empiezo, con qué, cuándo termino, cuándo descanso... Todo esto nos da pereza porque requiere que pienses y encima nos autoengañamos porque sabemos que no lo vamos a cumplir y como no vamos a seguir el plan, ¿para qué planificar? Pero está demostrado que el rendimiento académico es mejor cuando uno planifica. Además, el asistente permite meter nuevas tareas y reajustar.
Este constante «feedback» que da la herramienta ayuda al alumno en el autocontrol y autoconcepto porque empieza a ver cada día lo que hace y lo que no, una verdad transformadora que le dirige hacia una disciplina.
¿A quién se dirige el asistente?
A alumnos de secundaria en adelante. Incluso opositores. Son estudiantes que tienen que manejar de manera más exigente el tiempo porque tienen más tareas, diferentes profesores, varias materias… Y gestionarse cada hora es una necesidad. Si tienen contratiempos, Studeam recalcula todo para que vuelva a focalizar su esfuerzo.
Pero también está siendo una herramienta muy útil en algunos centros de primaria, donde hay niños con muchas tareas, los padres tienen poco tiempo e incluso hay menores con dificultades de aprendizaje que les exige un manejo del tiempo muy pautado y alguien que les asista. Studeam, en este sentido, les facilita la tarea.