Los docentes insisten en que «no son unas vacaciones escolares»
Los maestros enviarán contenido a sus alumnos de forma telemática y lo supervisarán diariamente
![Algunas comunidades han pedido a los centros que la carga lectiva de estos días sea «proporcionada»](https://s1.abcstatics.com/media/familia/2020/03/10/aula-vacia-coronavirus-ep-U47475712271Ovp-1248x698@abc.jpg)
Con las clases suspendidas ya en varias comunidades por el coronavirus, los padres se enfrentan al reto mayúsculo de cómo cuidar de sus hijos y que estos no descuiden sus obligaciones académicas aunque, de momento, las instrucciones por parte de la Consejería de Educación de estas regiones no son claras. En la Comunidad de Madrid está previsto que las clases se retomen el próximo lunes de forma no presencial: solo los trabajadores de la etapa infantil (de 0 a 3 años) podrán quedarse en casa.
Los profesores insistían ayer en las aulas en que estos días no son de ninguna manera unas vacaciones , tal y como se lo tomaron algunos alumnos. «Muchos lo frivolizan, aunque es normal que se lo tomen así: no tienen edad para asumir lo que está pasando», cuenta un profesor de Lengua y Literatura de un instituto madrileño.
En su opinión, los padres tendrán que supervisar que sus hijos saben utilizar herramientas como el correo electrónico, adjuntar archivos, crear un documento de texto… «Ellos usan la tecnología que está en su mundo, y aunque tengan el hábito, muchos no tienen ni portátil; utilizan la tecnología para consumir, no para producir », añade el profesor de Secundaria. En su centro, lo que más preocupa son los alumnos de segundo de Bachillerato, que tienen la EBAU (antigua Selectividad) en los próximos meses y no pueden bajar la guardia.
Sin perder el hábito
La cuarentena ha pillado a muchos centros escolares en el cambio del segundo al tercer trimestre. Casi todos tenían convocada esta semana las juntas de evaluación, que se harán o no de forma telemática según el criterio de cada equipo directivo. Esto coincide con el final de la época de exámenes y una menor carga de deberes. «La Comunidad sí ha insistido en que les mandemos trabajos y tareas con la intensidad correcta, ni mucho ni poco », cuenta el docente, y lo harán asumiendo de antemano que solo unos pocos los entregarán; otros aunque quieran quizá no sepan acceder a estas herramientas. «Al final se perderá el ritmo de las clases, con todo lo que eso conlleva, pero los profesores intentaremos que el parón perjudique lo menos posible al ritmo del curso», añade.
Por ello, los profesores insisten en que « no es tanto la cantidad de horas que se deben dedicar como la calidad de las mismas », por lo que recomiendan buscar un lugar de la casa adecuado para que cada alumno pueda concentrarse. Muchos inciden en la importancia de que, durante estos días, sus alumnos aprovechen para leer, repasar materias, terminar tareas o investigar por su cuenta. Métodos más amenos que contrarresten la falta de horas lectivas y que acerquen, en la medida de lo posible, este pequeño parón, en principio de quince días, a la rutina académica.
Lo que piden es que los padres establezcan y continúen con el hábito de estudio para cuando haya que volver al colegio. También han sido informados sobre cómo deben entregar y hacer los trabajos y qué partes de lo que van a realizar desde casa se tendrá en cuenta para la evaluación.
Según cada familia
Ante la ambigüedad de las instituciones, cada centro ha escogido cómo organizarse . En un colegio del centro de Madrid, una maestra cuenta que han establecido que cada día de la semana se toquen diferentes áreas. Las reuniones con los padres también han quedado suspendidas, y el contacto se hace ya por vía electrónica. No han dado a las familias indicaciones horarias porque asumen que cada una se organizará como pueda, «pero el contacto será diario y los padres en ningún momento se van a convertir en profesores», cuenta una maestra de Primaria. En este sentido, «no se les ha pedido que madruguen. Entendemos que habrá niños que estudien por la tarde o por la mañana, pero serán las materias que les vayamos diciendo cada día, para no perder ni el hilo de las clases, ni el hábito de estudio».
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