Doce niños en un despacho y con una pizarra de juguete: el desesperado curso escolar de una docena de familias
Los menores de 3 y 4 años del colegio Isabel La Católica, situado en el Ensanche Sur de Alcorcón (Madrid), son víctimas del retraso de la apertura del nuevo centro
Tienen una pizarra de juguete de Ikea que ocupa parte del pasillo.Y es que meterla dentro de la «clase» es imposible. Porque realmente, los 12 niños de entre 3 y 4 años matriculados en el C.E.I.P Isabel la Católica de Alcorcón están reubicados en el despacho (o aula multifuncional) de un colegio cercano, el C.E.I.P. Agustín de Argüelles, junto al equipo directivo y parte del docente del nuevo centro. Esta anómala situación se debe al retraso de la apertura del nuevo colegio . «En septiembre nos dijeron que en octubre. En octubre que después de Navidad», relata a ABC una de las familias afectadas. «Y así seguimos», cuentan mientras suspiran con desesperación.
Lo que se suponía que iba a ser una solución temporal se está convirtiendo en una situación insostenible para las familias de estos menores. Lo que están viviendo los padres y madres de este colegio ubicado en el Ensanche Sur de Alcorcón es «indignante». Tal y como cuentan a este diario fuentes familiares, a excepción de una de las familias, ninguna eligió el colegio Isabel la Católica que, en septiembre, aún ni estaba terminado. «Lo pusimos como segunda, tercera e incluso cuarta opción», aseguran. Aún así, les fue adjudicado.
Desde entonces, la apertura del nuevo centro ha sido la «patata caliente» de la que nadie se hace responsable . «La Consejería de Educación emitió una orden de ocupación para que los alumnos pudiesen entrar a las aulas del colegio», explican fuentes de la Comunidad de Madrid (CAM) a este diario. «Aunque este es el procedimiento habitual -continúan-, el Ayuntamiento consideró que la orden de ocupación no es suficiente y no permite la entrada hasta que no esté concedida la licencia de ocupación».
Desde la CAM aseguran que «en el mes de septiembre la empresa constructora del colegio podía haber hecho entrega de las tres aulas necesarias para la escolarización» de los alumnos, «pero se acordó con el equipo directivo del colegio y con el beneplácito del Ayuntamiento, retrasar la entrada hasta después de Navidad». Sin embargo, meses más tarde, la situación no ha cambiado. «Ahora, y según lo previsto, la obra está terminada y sólo faltan las gestiones que dependen del Ayuntamiento», indican.
Sin embargo, desde el consistorio, aseguran que no es así y acusan a la CAM de mostrar «una falta de responsabilidad grave» porque no están aportando la documentación necesaria para abrir el colegio. De hecho, según la última reunión mantenida la semana pasada entre el AMPA y el Ayuntamiento de Alcorcón, el consistorio se comprometió a «aprobar la apertura provisional» del colegio una vez la CAM aporte el Plan Contra Incendios y Certificado para contratación del gas. El consistorio ha confirmado a este periódico que el primero sí está presentado y lo están revisando, pero «no han aportado la documentación necesaria» del segundo. También aseguran que hay problemas con la contratación del suministro de energía eléctrica. Por tanto, el Ayuntamiento asegura que el colegio seguirá sin abrirse porque «no se cumplen los requisitos mínimos» acordados.
Esta decisión es, sin embargo, desconocida por la CAM. Fuentes de la Consejería de Educación aseguran a ABC que no tienen «requerimiento nuevo alguno». «No nos han pedido nada nuevo. Enviamos todo lo que pidieron. El Ayuntamiento tiene toda la documentación, por nuestra parte, que necesitan y nos han pedido », aseguran. Al mismo tiempo reconocen que «nunca» les ha pasado nada así. De hecho, califican de «inaudito» lo que está sucediendo con el C.E.I.P Isabel la Católica.
El lado positivo
Mientras tanto, los niños sueñan con «el cole nuevo». A veces pasan por él. No ven obras ni obreros así que preguntan a sus progenitores: «¿ Por qué no podemos venir ya? ». La cara más amable de esta situación es que el equipo directivo y docente del C.E.I.P Isabel la Católica (compuesto actualmente de la directora, subdirectora y tres profesores) son uña y carne con los menores, quienes reciben clases casi particulares a pesar a pesar de que cuentan con medios «escasos» .
«Tienen que intentar solucionar el problema y no echar balones fuera. Todo se ha politizado y hay niños en medio», opina una de las familias. « Los niños no pueden decorar la clase ni colgar los murales que hacen. No tienen materiales ni espacio. Ni los profesores tienen dónde guardar sus pertenencias profesionales o personales», aseguran.
El despacho que hace de clase en el que se encuentran los menores está ocupado por tres pequeñas mesas y doce sillas, un perchero, la pizarra de juguete, la mesa del profesor y poco más. Tienen tan poco espacio que la puerta del «aula» siempre tiene que estar abierta para que la pequeña pizarra quepa. Mientras, en el nuevo colegio está embalado todo el material, guardado y sin usar , a la espera de que lleguen los niños.
Los menores también están privados de actividades extraescolares , que dependen del AMPA. No pueden ir a baile, fútbol o baloncesto. Su fiesta de Carnaval la celebraron una semana después, al margen del resto de alumnos del C.E.I.P. Agustín de Argüelles, que siempre les ceden las instalaciones pero cuando pueden.
Aún así, las familias no se dan por vencidas. De hecho, el AMPA están preparando una peculiar jornada de puertas abiertas porque los padres y madres interesados en conocer el nuevo colegio se quedarán con las ganas. No conocerán las instalaciones ni verán cómo es el comedor o el patio del colegio Isabel la Católica. La cita será en el Agustín Argüelles porque no tienen otra opción. Allí, el AMPA explicará lo que pueda mientras cruzan los dedos porque sus hijos celebren la fiesta de fin de curso en su verdadero colegio.
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