Cambio de colegio, así debes actuar con tus hijos
Es esperable que los niños no quieran hablar demasiado sobre su experiencia en el nuevo centro durante los primeros días de colegio
La vuelta al cole que se inicia en España la próxima semana será también para muchos niños el arranque de la etapa escolar en un nuevo centro educativo de la misma o distinta ciudad. Los cambios de colegio son algo cada vez más habitual debido a la movilidad de la población. En los Centros Crece Bien de Madrid señalan que reciben cada año a bastantes alumnos que pasan por esta experiencia, lo que repercute en sus relaciones personales y al rendimiento académico. «En muchos de los casos, el causante de esta afectación no es el nuevo colegio en sí, o que el cambio de situación haya sido a peor, sino cómo ha vivido el niño ese cambio», asegura Sonia Martínez, psicóloga y directora de los Centros Crece Bien .
Para la experta, es «normal” que, ante la expectativa de empezar el curso en un nuevo colegio, los menores se sientan nerviosos, algo que en su opinión es «incluso positivo, ya que les ayuda a estar más atentos». Las dificultades, para Martínez, comienzan cuando ese nivel de nervios se dispara y descontrola y los niños no duermen ni comen bien, están irascibles, se enfadan por todo y en su cabeza solo está la idea del cambio de colegio, lo que en opinión de la autora de Descubriendo las emociones (La Esfera de los libros) puede llevar a los pequeños «a anticipar problemas que probablemente no llegarán a ocurrir, pero que les provocan un miedo irracional por situaciones que aún no han sucedido».
Además de estos “nervios”, Sonia Martínez señala que lo esperable es que los niños no quieran hablar demasiado sobre su experiencia en el nuevo centro durante los primeros días de colegio. «Es lo normal. Les han pasado muchas cosas y se sienten saturados, necesitan desconectar . En el caso de que opten por el silencio, al principio lo mejor que podemos hacer como padres es cambiar de tema o realizar alguna actividad que les haga sentirse reconfortados. Más adelante, cuando haya pasado un tiempo prudencial, ya será momento de preguntar y escuchar», argumenta.
Ayudarles a ver el cambio como parte de la vida
Para la psicóloga es «muy importante» que los padres sean capaces de ayudar a sus hijos «a ver el cambio como parte de la vida», una actitud que, reconoce, «no se consigue en una conversación ni en un día, sino que se siembra día a día», por ejemplo, preguntando a otras personas acerca de los cambios que han tenido en su vida, viendo fotos y recordando momentos en los que se afrontaron cambios; o visionando películas y leyendo libros en los que los protagonista se ven obligados a cambiar de colegio o de ciudad.
En el caso de que los menores se muestren tristes o enfadados, Martínez recomienda «escucharles, apoyarles en sus emociones y ayudarles a que las puedan ir superando con cariño y comprensión». En ese sentido, aunque reconoce que es difícil, recomienda a los padres que vean esta situación como parte de la vida, sin asustarse excesivamente ni darle mayor importancia. «Los niños ven a través de los ojos de los padres. Si les ven preocupados, seguramente se preocupen más», explica.
Además de esto, la experta aconseja establecer una comunicación fluida en casa para que todos los miembros de la familia puedan compartir sus sentimientos de tristeza , rabia o miedo sin sentirse juzgados.
Por último, Sonia Martínez anima a padres para que ése compartir las preocupaciones sea una plataforma para convertirlas en retos a superar: «Por ejemplo, podemos practicar el pasar del "no haré amigos y nadie querrá hablar conmigo" al "¿qué puedes hacer para iniciar una conversación? ¿lo practicamos? Imagínate que soy un niño, ¿Cómo lo harías?", anotando el reto en un cuaderno de desafíos». Se trata de escenificar situaciones que pueden darse en el colegio y que sirven de gran ayuda, ya que si los niños las ensayan se enfrentarán a ellas con más herramientas.