Fimosis: ¿cómo detectarla y cuándo debo operar a mi hijo?
Solo el 4% de los bebés recién nacidos pueden retraer el prepucio
La fimosis es un problema que afecta a los hombres, que tiene que ver con la incapacidad de retraer el prepucio para que aparezca el glande (la cabeza del pene) y se debe a la estrechez de esa abertura. Afecta tanto a los bebés recién nacidos como a niños y adultos, por lo que existen dos tipos de fimosis , la que se detecta al nacer y la que se adquiere en edad más adulta.
Según explica el doctor Juan Carlos Salarich , cirujano pediátrico, el prepucio y el glande se forma en el niño en la décima u onceava semana de gestación. Solo el 4% de los recién nacidos pueden retraer el prepucio, y solo a partir del año de vida se tendría que practicar una circuncisión si no se puede hacer esta retracción.
Sin embargo, al no ser un problema que afecte solo a niños, puede aparecer en la edad adulta, según informa el doctor, cuando el prepucio ha sufrido alguna lesión o herida que no ha sanado bien. Consecuentemente, esto conlleva a intensas molestias, infecciones o incluso falta de higiene.
De entre los síntomas que destaca el doctor Salarich, se encuentra la balanitis (infecciones que producen dolor, enrojecimiento, secreciones purulentas y hasta infecciones de orina que pueden afectar a los riñones) y la parafimosis (cuando el prepucio se atasca y no puede volver a su posición normal, por lo que necesitaría intervención urgente porque el glande está sufriendo).
¿Cuándo operar?
«El no poder retraer el prepucio es suficiente para plantear la intervención quirúrgica, que es la circuncisión», informa el doctor. Si la fimosis se alarga, el hombre tendrá dificultades y las relaciones sexuales serán dolorosas, por lo que es recomendable, según informa Salarich, que a todos los niños que tienen fimosis se les practique la circuncisión.
«La circuncisión consiste en la resección del prepucio por debajo del anillo de estrangulación para que el glande quede descubierto. Hay artilugios ya pensados para hacer la circuncisión en un recién nacido, y lo más habitual es hacerlo con un bisturí», apunta el doctor. Después de la intervención, cremas y apósitos durante una semana bastarán para que esté prácticamente curado y dar por finalizado el posoperatorio.
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