Los expertos aconsejan que los niños prematuros tengan un seguimiento cognitivo-conductual hasta la edad escolar
La intervención precoz y específica es eficaz para mejorar y disminuir el impacto posterior en el aprendizaje
Según datos de la OMS (Organización Mundial de la Salud) , cada año nacen más de 15 millones de niños antes de la semana 37 de gestación y con menos de 2500 gramos, es decir, prematuros. Aunque la prematuridad es una importante causa de mortalidad infantil, gracias a los avances en la medicina, en España, sobreviven el 90% de niños que nacen antes de las 29 semanas de gestación.
Ante este gran avance médico, la doctora Carolina Colomer, directora médica de Vithas NeuroRHB, servicio de neurorrehabilitación de los hospitales Vithas Valencia Consuelo, Vithas Valencia Aguas Vivas, Vithas Vigo y Vithas Sevilla, señala que «no debemos olvidar que diferentes estudios han constatado que en niños prematuros es mayor el riesgo a presentar dificultades cognitivas, lingüísticas, motoras y de comportamiento. Dificultades que hay que tener en cuenta y saber abordar».
Tal como explica la profesional, « los bebés prematuros tienen más riesgo de padecer problemas en su desarrollo al principio de la vida o mas tardiamente, por lo que es fundamental realizar un seguimiento adecuado, no solo desde el nacimiento, sino también a lo largo del desarrollo y la etapa escolar, ya que sabemos que las afectaciones del neurodesarrollo afectan a un 50% o más de los recién nacidos pretérmino con muy bajo peso (menos de 1500 gr), y que hasta en un 80% de los niños que nacen antes de la semana 28 existe daño neurológico ».
En el momento del nacimiento, la evidencia científica confirma que en los niños con muy bajo peso, la incidencia de parálisis cerebral y de leucomalacia periventricular (una lesión isquémica de la sustancia blanca cerebral adyacente al ángulo externo de los ventrículos laterales que, generalmente, afecta a niños pretérmino) aumenta, ya que la alteración de las funciones cognitivas y del neurodesarrollo en general parece estar relacionada con la edad gestacional , de forma que hay más riesgo de alteraciones cuanto más prematuro sea el nacimiento.
La doctora Colomer, experta en trastornos del neurodesarrollo, incide en que «la valoración periódica de estos niños debe realizarse hasta la etapa escolar, ya que estudios recientes que han comparado niños de entre 4 y 17 años, que habían nacido antes de la semana 32 con niños nacidos a término, como el meta-análisis que se realizó en 2018, demostraban que los prematuros presentaban con mayor frecuencia un menor nivel de inteligencia global, más problemas en funciones ejecutivas y menor velocidad de procesamiento ».
De hecho, la especialista explica que «la intervención precoz y específica para tratar muchos de los problemas cognitivos que pueden aparecer, es eficaz para mejorar y disminuir el impacto posterior en el aprendizaje. De hecho, se ha relacionado la velocidad de procesamiento con las funciones ejecutivas que influyen sobre la capacidad de resolver problemas matemáticos o la capacidad lectora ».
Colomer concluye que « una intervención cognitiva para mejorar la velocidad de procesamiento en niños prematuros , que la tienen alterada, puede resultar beneficioso. Por ello, es recomendable el seguimiento estrecho de estos niños desde el punto de vista neurospicológico y del neurodesarrollo en general».
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