El embarazo semana a semana: así es tu bebé en la semana 33
Alguna de sus patadas podrá suponer alguna molestia en la madre gestante
Durante esta semana, el bebé pesa alrededor de los 2 kilos y mide unos 43 centímetros. Se está quedando con menor espacio para moverse dentro del útero y suele estar colocado de cabeza. Sus movimientos, por tanto, son más limitados, pero intentará moverse con más frecuencia y fuerza. Alguna de sus patadas podrá suponer alguna molestia.
Su cerebro continua su rápido desarrollo y sus sentidos se agudizan, puesto que ya es capaz de saborear el líquido amniótico que traga, oir el corazón, ver el pequeño mundo que lo rodea y sentir el tacto de su dedo al chuparlo.
Por su mayor tamaño y peso puede ser que notes dolor lumbar, que en el peor de los casos puede llegar a convertirse en ciática por la presión de útero sobre el nervio ciático.
También puede ser habitual percibir sensación de adormecimiento y hormigueo en las manos, sobre todo por la noche (por lo que es recomendable cambiar de postura) o al levantarte.
Otros síntomas comunes en esta semana son los sofocos, provocados fundamentalmente por una aceleración de tu metabolismo, y el aumento de peso que será continuo hasta que llegue el parto.
Es posible también que notes el hipo de tu bebé dentro del útero, pero no sufras, es algo normal y un signo de bienestar fetal.
En esta semana es habitual que tu médico te realice una ecografía en la que podrás escuchar el sonido de su corazón y ver la imagen del bebé por partes , aunque cada resulta más difícil identificarle porque la cabeza, el abdomen o las piernas ocupan toda la pantalla del ecógrafo. Te resultará muy llamativo, si tienes suerte de que lo haga en ese momento, ver sus bostezos o cómo saca la lengua si la posición de la cara lo permite.
Otras de las pruebas a realizar son un análisis de sangre y otro de orina para determinar los niveles de hierro en sangre , los glóbulos blancos, pruebas de coagulación, niveles de colesterol, enzimas hepáticas, así como descartar una infección urinaria. También se analiza la toxoplasmosis, el citomegalovirus y el VIH.
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