Demuestran que las madres de bebés pequeños en gestación sufren más que los padres
El estrés alto y la baja resilencia podría afectar al rendimiento neuroconductual de los recién nacidos
Un estudio realizado por la Universidad de Granada y el Hospital Virgen de las Nieves ha comprobado que las madres de bebés diagnosticados pequeños para la edad gestacional durante el embarazo muestran una peor salud emocional que los padres y que tienen también niveles de resiliencia más bajos.
La investigación, desarrollada por un equipo multidisciplinar de científicos de la Universidad y los servicios de Ginecología y Pediatría del Virgen de las Nieves, ha analizado el distrés psicológico, la suma de estrés, ansiedad y depresión, que experimentan por madres y padres de bebés pequeños para la edad gestacional (PEG).
Los resultados del estudio demuestran que ellas tienen una peor salud emocional respecto a sus parejas masculinas, más síntomas de distrés y niveles de resiliencia más bajos que los de los padres.
El estudio ha analizado valores como el estrés, la capacidad para superarlo y sobreponerse y la influencia que ambos tienen en el neurodesarrollo del bebé PEG. Las madres y los padres experimentan el embarazo y sus circunstancias con anticipación y cierto nivel de estrés , aunque posiblemente con niveles diferentes entre las madres y los padres.
Sin embargo, cuando las mujeres embarazadas experimentan estrés crónico, es más probable que puedan hacerle frente si tienen altos niveles de resiliencia, definida como la capacidad de resistir con éxito una situación desafiante, por lo que se considera un índice de salud mental.
El estudio, que publica la revista Health and Quality of Life Outcomes, compara dos grupos de padres y recién nacidos y compara a los padres y madres de bebés PEG con un grupo de control de progenitores de niños con crecimiento adecuado para su edad.
Los datos han reflejado que las madres no muestran el mismo nivel de salud emocional durante el embarazo que sus parejas masculinas, de acuerdo con los síntomas de distrés psicológico presentados.
Además, ese estrés alto y la baja resilencia podría afectar al rendimiento neuroconductual de los recién nacidos con PEG, más inmaduro que en bebés de crecimiento adecuado.
La investigadora del departamento de Psicología Evolutiva y autora principal de este trabajo, María Mercedes Bellido González, ha explicado que estos hallazgos han impulsado la creación de un Programa de Atención Psicológica Prenatal (PAP-PRE) ideado para reducir el distrés psicológico y aumentar la resiliencia.
Este programa se ha materializado en la aplicación «VIVEmbarazo», que permite guiar a los padres a través de sus teléfonos móviles y que incluye pulseras con sensores para la monitorización fisiológica de las embarazadas.
En esta aplicación para móviles, los expertos ofrecen pautas a madres y padres para gestionar el estrés, cuidar su dieta y ejercicio y comunicarse con su futuro bebé a través de estímulos visuales, auditivos o táctiles.
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