Atragantamiento en menores: así debes actuar
Esta semana ha fallecido una niña de 18 meses tras atragantarse con una habichuela en Rocafort (Valencia)
Los atragantamientos en niños y bebés son una realidad que deja tristes noticias a su paso. Este miércoles se conocía el fallecimiento de la niña de 18 meses que se atragantó con una habichuela mientras comía en la escoleta municipal de Rocafort. Pese a que fue intervenida quirúrgicamente para extraerle la legumbre, su situación posterior fue crítica y no pudo superar las secuelas, que la dejaron en la UCI desde el martes.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la asfixia por atragantamiento es la tercera causa de muerte no natural en España , y afecta de manera especial a niños y ancianos.
La obstrucción de la vía aérea por un cuerpo extraño es una causa importante de morbilidad y mortalidad en la población pediátrica, ya que puede llegar a obstruir completamente la vía aérea, impidiendo la llegada de aire a los pulmones y ocasionando la muerte. Según la Guía de Primeros Auxilios, elaborado por la Fundación Mapfre y la Asociación Española de Pediatría (AEP), la mayoría de los casos se producen en niños menores de 3 años. Los alimentos son la causa más frecuente. Y, entre ellos, los frutos secos en un 80% de los casos.
Claves para prevenirlo
Entre las recomendaciones que defiende la AEP se encuentra la de enseñar a los niños a que mastiquen muy bien cada alimento antes de tragarlo. También hay que orientarlos para que coman bien sentados en la mesa, ni acostados ni jugando o corriendo. Además, hay que estar pendientes de que no se metan objetos extraños en oídos o nariz y que utilicen juguetes adecuados a su edad.
La pediatra Lucía Galán, más conocida como «Lucía, mi pediatra», recordaba en redes sociales recientemente que los menores de 5 años no deben:
- Comer frutos secos ni enteros ni en trocitos: solo molidos.
- Comer uvas enteras, lacasitos, caramelos duros y salchichas tipo Frankfurt cortadas a rodajas.
- Comer mientras corren en el parque.
- Jugar con globos cerca de la boca porque pueden explotar y un trocito de goma ir directo a tráquea, lo que supone un alto riesgo de asfixia.
- Llevar al cuello collares de Ámbar, de bolitas, de cuentas, o de lo que sea. La experta insiste: «El cuello siempre sin collares»
¿Cómo actuar en caso de atragantamiento?
Si se atraganta un bebé se debe colocar al niño boca abajo sobre nuestras rodillas , inclinado, de manera que su cabeza esté más baja que el cuerpo. Con la mano izquierda se le sujeta la cabeza y los hombros mientras que con la derecha se le dan cinco palmadas rápidas, con el talón de la mano, entre los omóplatos. Si el objeto no sale, debe colocarse al bebé boca arriba y presionar con dos dedos a la altura del esternón cuatro veces. Estas maniobras deben repetirse en tandas de cinco hasta que el pequeño pueda respirar. Si esto no es efectivo o el bebé está inconsciente es necesario llamar cuanto antes a los servicios de emergencia 112.
A un niño de más de 12 meses de edad se le debe ayudar dándole unos golpes en la espalda. Si el objeto no sale o el niño no es capaz siquiera de hablar, debe aplicársele la maniobra de Heimlich para niños.
Para adecuarse a la estatura del pequeño es necesario sentarse y que él permanezca en pie . Luego se le rodea con los brazos y se localiza el plexo solar, justo encima de lo que se conoce como boca del estómago. Una vez situado en ese punto hay que marcar dos dedos hacia abajo para determinar el lugar de aplicación de la maniobra. Con una mano cerrada en puño y con la otra envolviendo a la primera, hay que elevar los brazos y ejecutar un movimiento contundente, adecuada a la edad y tamaño del niño, en forma de J. Las normas de primeros auxilios señalan que ésta debe realizarse cinco veces seguidas. Salvo que expulse el objeto antes de completarlas.
Por último es necesario tener presente que solo se debe sacar el objeto de la boca del niño cuando se vea que está a nuestro alcance y lo podemos quitar. Nunca se debe introducir un dedo a ciegas pues podríamos empujar más el objeto y empeorar la situación.
En todo caso es fundamental intentar mantener la calma y pedir al niño que tosa para que por sus propios medios sea capaz de sacar de su cuerpo el elemento que le está provocando el atragantamiento.
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