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Vacaciones en familia y cómo estar abuelos, padres e hijos sin conflicto
Llegar a un acuerdo entre todos los miembros de la familia en vacaciones es fundamental… pero no es lo único. Sigue leyendo y cosigue terminar tu verano ¡en paz!
Aunque sentados en la oficina pensar en vacaciones resulte un sueño, a la hora de la verdad, la realidad suele ser otra. Y es que es habitual que las expectativas se encuentren por encima de lo que luego sucede, lo cual produce frustración. Así lo asegura Cristina Noriega, Profesora de la Universidad CEU San Pablo y Psicóloga del Instituto CEU de Estudios de la Familia, «Debemos relajar las expectativas que tenemos del viaje porque alomejor las vacaciones no son tal y como las hemos imaginado pero aun asi podemos disfrutar de ellas. De estas expectativas surgen numerosos conflictos en las familias».
No obstante somos nosotros mismos quienes debemos cuidar el hecho de proteger nuestra convivencia durante el periodo vacacional, de modo que hijos, padres y abuelos vivan felices sus vacaciones. «Es dificil que todas las personas de la familia se pongan de acuerdo en un viaje. Para ello es necesario que todos los miembros tengan claro que el objetivo de ese viaje no es realizar las actividades concretas sino compartir tiempo en familia . Esto nos ayudara a relativizar los posibles conflictos que puedan surgir», comenta la Doctora Noriega.
Empatía como solución a los desacuerdos
Ni las ganas de agradar, ni la imposición son dos buenos aliados cuando se busca disfrutar de las vacaciones en familia, tanto si se trata de la versión padres e hijos o también se han apuntado al plan abuelos, hermanos, sobrinos, primos... Es por ello que los planes deben satisfacer a todos los que van a pasar juntos este periodo. « Debemos ponernos en el lugar del otro y tener en cuenta que lo que para alguno de nosotros es importante quizá no lo sea para el otro», asegura Cristina Noriega. «Hay que trata de ser flexibles y empáticos, escuchar qué es lo importante para cada miembro de la familia, como comer juntos, ir juntos a la playa…», añade la experta.
Al mismo tiempo también es necesario que cada uno de nosotros pongamos nuestros límites y normas básicas para este viaje, pero de forma asertiva: « expresar nuestros sentimientos pero de forma asertiva », opina Cristina. «Siempre tiene que haber respeto a pesar de que haya discrepancias, y a su vez flexibilidad», añade la Doctora.
La charla, aliada en nuestras vacaciones
Las vacaciones pueden ser un buen momento para que dialoguemos y compartamos experiencias con los hijos. Durante el resto del año, papás y mamás están mas estresados y el verano es un buen momento para ralentizar el tiempo y tomarse las cosas con más calma, en un clima más tranquilo. «Es importante que los temas de conversació surjan de manera natural, no forzada porque hayan sido temas que no se han tocado el resto del año», comenta Cristina Noriega.
Planes que nos unan a todos
Cada familia es distinta y no se puede generalizar pero lo cierto es que debemos «elegir actividades o planes que tengan en cuenta cuál es el MOTIVO del viaje: compartir tiempo y compartir valores , que se produzca un intercambio generacional que quizá el resto del año es más dificil de conseguir», cuenta la experta.
Lo que la experta no aconseja es el efecto contrario: «Priorizar la actividad o el plan por encima del intercambio generacional. Los planes tampoco deben ser muy complicados, ya que eso genera estrés y conflicto. Hay veces que con compartir comidas, organizar una excursión… son cosas que generan un espacio para el intercambio generacional, diálogo y satisfacción», asegura Cristina Noriega.
Expresar emociones, clave para una convivencia diez
Es necesario que en las vacaciones expresemos nuestros sentimientos: digamos Te quiero a nuestros familiares, expresemos agradecimiento…como una manifestación íntima de lo que sentimos por ellos . «A veces nos sentimos agradecidos a los miembros de la familia pero no lo exteriorizamos, por tanto el mensaje no llega. En cambio cuando estamos enfadados o hay un conflicto lo solemos expresar abiertamente. «No hace falta ceder a todo pero sí ponernos en el lugar del otro y ser flexibles. Esto es algo muy bueno para conocernos entre nosotros y crecer y mejorar», aconseja Cristina.
Buscar nuestros momentos
«Es importante que todos los miembros de la familia encuentren sus ratos de intimidad ya sea solos, en pareja o en exclusividad con otros miembros de la familia», indica la experta. Pasar todo el tiempo todos juntos puede dar lugar a una sensación de ‘empacho’ : «Para que esto no pase debemos buscar nuestros momentos de intimidad, que se respeten espacios y momentos para compartir toda la familia y otros para estar solos», concluye la experta.