Mascotas, vacunas, actividades extraescolares… las nuevas causas de litigio en los divorcios
La realidad postpandemia trae nuevos motivos de disputa a dirimir ante el juez de familia, según Le Morne Brabant Abogados
¿Nos divorciamos más? ¿Nos divorciamos menos? Esta es la pregunta que siempre está en el aire y cuya respuesta va variando según distintas circunstancias y contexto social, aunque las estadísticas suelen ser ascendentes. El confinamiento ha sido la excepción a esa norma. En el segundo trimestre de 2020, mientras estuvimos en casa, aislados y tratando de protegernos del virus, los divorcios descendieron un 63,4 por ciento . Es importante tener en cuenta aquí que la actividad judicial se encontraba suspendida. No obstante, en el global de ese mismo año, se computa también un descenso, de un 16,1 por ciento con respecto a 2019.
En el primer trimestre de 2021, los números vuelven a recuperar su tendencia al alza y es vez esta el Consejo General del Poder Judicial quien nos cuenta que en ese tiempo se presentaron en España 25.387 separaciones, divorcios y nulidades. El porcentaje de subida, eso sí, es más modesto, un 5,7 por ciento. Quizá sea el principio de la vuelta a la normalidad. Las parejas se distancian y buscan un abogado para divorciarse. Hasta ahí nada nuevo. Tampoco lo es que los grandes motivos de discrepancia son la custodia de los hijos, la pensión compensatoria y la vivienda familiar. Lo que resulta propio de las nueva realidad social son las nuevas causas de litigio durante el proceso .
La primera, y que ha cobrado una gran relevancia en los juicios de divorcio, son las mascotas. Según explica la abogada de Le Morne Brabant Jennifer Muñoz, quien se queda con el perro o el gato de la familia preocupa y mucho a ambos cónyuges . De momento, y hasta la reforma del Código Civil que se encuentra pendiente, los animales siguen siendo considerados cosas, por lo que, de no existir acuerdo, no serán adoptadas medidas definitivas o provisionales sobre la misma por el Juzgado. En todo caso, y continuando con su consideración de cosa, algunos tribunales han optado por atribuir el animal o mascota a quien aparezca como propietario de esta en la documentación de identificación o chip.
La Covid-19 también se ha colado en los juzgados de familia. Algunos padres no se ponen de acuerdo a la hora de vacunar o no a sus hijos y, cuenta Muñoz, se están planteando supuestos en los que un progenitor es especialmente cuidadoso con la adopción de medidas para evitar contraer el virus y el otro, en cambio, adopta una posición más flexible. La inmunización contra el virus se ha identificado como el motivo de mayor disputa en este sentido.
La infidelidad, en este caso, económica, que consiste llevar a cabo comportamientos con los que la pareja no estaría de acuerdo, y se ocultan intencionadamente, es otra causa de litigio entre cónyuges. Algunos actos de infidelidad económica podrían ser ocultar extractos bancarios, tener cuentas secretas, mantener un aumento de sueldo en secreto para pagar menos gastos o mentir sobre el precio que ha costado algo. Siendo así, evidentemente, la persona afectada en la pareja suele reclamar dichos gastos, si bien solo algunos tribunales han facultado al perjudicado a recuperar las cantidades.
Las actividades extraescolares también dan lugar a discusiones, peleas, desacuerdos . ¿Debe o no ir el hijo a esta excursión? ¿Es bueno o no apuntarle a esta actividad deportiva o a mindfulness? Los familias tienen cada vez tienen más reclamos educativos a su alrededor y los padres suelen disentir al respecto, sobre todo en lo relativo a las creencias religiosas.
La participación de padres y madres en la educación de sus hijos es muy importante , cuenta la abogada de Le Morne, y provoca en los adultos muchas inseguridades y angustias que muchas veces no son capaces de solventar. En estos casos, se intenta fomentar el acuerdo para una mejor protección del menor, pero de existir desacuerdo persistente, se ha creado la posibilidad de acudir a procedimientos «rápidos» en materia de familia en los que lo que se solicita al Tribunal, no es otra cosa, que la facultad de otorgar el poder de decisión, sobre un caso concreto, a la madre o al padre.
Quién se quedo con los recuerdos emotivos
Hablamos de los trabajos infantiles escolares, de los dibujos que hacen en casa, de cosas de gran valor sentimental. Un proceso de separación o divorcio siempre va a acompañado de una gran carga emotiva, entre la cual, muchas veces, se encuentra, tristemente, el odio y rencor . Ante esta situación, «las parejas suelen reclamarse todo tipo de cosas y son incapaces de tomar decisiones adecuadas de común acuerdo. En efecto pues, uno de los problemas con los que nos encontramos de forma más habitual, es el reparto o valoración que se hace de aquellas cosas que representan recuerdos familiares para ambos».
La diferente nacionalidad de los progenitores, en una sociedad cada más globalizada, da paso a una enorme cuestión jurídica, y es que la nacionalidad de los hijos, advierte Muñoz, estará condicionada por la de los padres. No todo hijo nacido en España, por ejemplo, va a ser español, controversia que se nos plantea día a día en el despacho, sino que dependerá de lo que las leyes nacionales de los padres digan al respecto. «Esto, en una sociedad cada vez más globalizada, se queda bastante pequeño, puesto que definir la identidad de una persona con un simple español o americano, que además viene otorgado por burocracia ateniente a la nacionalidad de los padres, carece de todo sentido». Son algunas importantes causas de litigio que separan a padres y madres en los juicios de divorcio, pero tampoco podemos olvidar las consecuencias que la pandemia ha dejado en algunos procesos ya abiertos, desde las modificaciones de medidas por cambio de circunstancias económicas de los progenitores.
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