Cómo prevenir las otitis en verano
Chapuzones, aire acondicionado y cambios de presión pueden provocar la aparición de esta dolorosa infección
Se trata de una de las dolencias más comunes en verano: uno de cada tres españoles sufrirá una otitis en los próximos tres meses. Los baños, el frío del aire acondicionado o los cambios de presión durante los viajes pueden dar lugar a la aparición de esta infección, muchas veces muy dolorosa y que requiere de tratamiento médico.
Para prevenir esta dolencia GAES Centros Auditivos ofrece unos sencillos de consejos:
Oídos en remojo: Es conocida como la otitis del bañista. Esta dolorosa infección se produce por la entrada de agua y humedad prolongada en el conducto auditivo externo. Para evitar cualquier molestia, lo mejor es mantener los oídos secos tras el baño. El doctor Juan Royo, miembro del comité de expertos de la comunidad Viviendo el Sonido, aconseja «los preparados en spray que secan la humedad del conducto auditivo y no dejar que se acumule el cerumen. Aunque, sin duda, lo más efectivo es la utilización de tapones que se adapten bien a nuestros oídos y que eviten la entrada de agua».
Cuidado con el calor: El uso del aire acondicionado también hace que se resientan nuestros oídos. Esto se debe a que estos aparatos reducen la humedad ambiental produciendo un ambiente artificial frío y seco, lo que afecta a las vías respiratorias. El doctor Royo asegura que «los procesos irritativos o inflamatorios que se producen en las vías por permanecer en estos lugares, afectan también a los oídos».
La deshidratación, además de producir mareo o vértigo, también puede provocar acúfenos, sobre todo por la disminución del volumen de sangre en circulación y la tensión arterial baja. En este caso, hay que prestar una mayor atención a los niños y ancianos, más propensos a padecer estas situaciones, y aumentar la ingesta de líquidos en los días más calurosos.
De viaje: Durante estos meses, los viajes en avión se disparan. Algunas personas son especialmente sensibles a los cambios de presión y, por ello, al viajar en avión y cambiar de altura se resienten sus oídos. Los cambios de presión pueden provocar molestias auditivas y llegar a ocasionar una pérdida de audición temporal.
Pero no solamente hay que tener precaución cuando se viaja en avión, sino también durante los viajes en coche, sobre todo si padecemos alergias. El polen que entra al coche si bajamos las ventanillas puede condicionar empeoramiento de los síntomas alérgicos y afectar a nuestros oídos.