Las medidas de seguridad de los pediatras para que los niños no se ahoguen

Los menores tienen que estar al alcance de la mano para garantizar su seguridad en las piscinas

Las medidas de seguridad de los pediatras para que los niños no se ahoguen miguel angel

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En Europa, el ahogamiento es la segunda causa de muerte accidental, después de los accidentes de tráfico, en personas menores de 19 años, y en nuestro país representa el 13% de la mortalidad infantil por lesiones. Según se recoge en el documento «Recomendaciones sobre la prevención de ahogamientos», elaborado por el C omité de Seguridad y Prevención de Lesiones No Intencionadas en la Infancia de la Asociación Española de Pediatría (AEP) y publicado en la revista Anales de Pediatría, cada año 450 personas de todas las edades fallecen por este motivo. Los niños pequeños y los adolescentes varones son los grupos de mayor riesgo.

Por ello, y ante el comienzo de la temporada de baño, los pediatras recuerdan que una estrategia esencial de prevención de ahogamientos es la supervisión del niño que se encuentre próximo a cualquier entorno acuático, bien sea piscina, bañera, playa o cubos con agua, entre otros, «entendiendo como vigilancia adecuada cuando la distancia al menor es inferior a la longitud del brazo del cuidador, es decir, tenerlos al alcance», especifican.

Los pediatras recuerdan que la presencia de un socorrista es la mejor forma de evitar que los accidentes acuáticos terminen en ahogamiento, pero no por ello se debe dejar de vigilar a los niños. Otra estrategia de prevención que se ha mostrado efectiva para disminuir las tasas de ahogamientos es que los niños aprendan a nadar, sobre todo a partir de los 4 años, sin embargo, avisan los pediatras de que «no proporciona protección completa, ni implica que el menor esté a salvo en un entorno acuático natural».

Esta es la lista de las medidas que los pediatras ofrecen a los padres para garantizar la seguridad de los menores en entornos acuáticos:

1. Cercado completo de la piscina, a lo largo de todo el perímetro, lo suficientemente alto para que no se pueda trepar y que permita la visión de la piscina.

2. Uso de dispositivos personales de flotación cuando se navegue en cualquier embarcación de recreo e incluso para cuando los más pequeños estén cerca del agua. Los pediatras aconsejan optar por los chalecos salvavidas y evitar el uso de flotadores que se puedan deshinchar.

3. Entrenarse en maniobras de Reanimación Cardiopulmonar (RCP) tanto para padres como para adolescentes y niños mayores, ya que «la protección cervical adecuada, el tiempo transcurrido desde el ahogamiento y la aplicación precoz de medidas de RCP por personal entrenado resultan cruciales para mejorar el pronóstico en un ahogamiento».

4. Para evitar lesiones y accidentes también hay que tener en cuenta otras medidas sencillas: vaciar cualquier recipiente con agua después de su uso (por ejemplo, los cubos de la fregona), ya que, en el caso de niños pequeños, el ahogamiento puede ocurrir con tan poca cantidad de agua como 2 cm en el fondo de un cubo, una bañera, una piscina portátil o un pozo; evitar situaciones de distracción mientras los niños están dentro o alrededor del agua como hablar por el móvil o socializar; o enseñar a los niños a que no naden sin la supervisión de un adulto.

5. El 25% de los casos de muerte por ahogamiento en adolescentes está asociada al consumo de alcohol. Por ello, el Comité de Seguridad y Prevención de Lesiones No Intencionadas en la Infancia de la Asociación subraya la importancia de advertir a los adolescentes del riesgo que supone consumir alcohol o drogas mientras se practica la natación o cualquier otra actividad deportiva acuática.

6. Los pediatras avisan del riesgo de tirarse de cabeza en el agua, ya que esta práctica causa más del 70% de todas las lesiones medulares relacionadas con actividades deportivas y recreativas en el agua. De hecho, lo desaconsejan en profundidades inferiores a 1,20 metros y se puede permitir si la profundidad es es superior a 1,80. Los niños se deben tirar siempre de pie.

7. Los desagües de las piscinas deben tener dispositivos de seguridad que eviten la succión y el atrapamiento del pelo u otra parte del cuerpo.

8. Las lonas para cubrir las piscinas deben ser firmes y cubrir toda su anchura y longitud.

9. Nunca dejar al niño que esté en el agua al cuidado de otro menor.

10. Los padres deben enseñar a los niños que nunca deben nadar solos, sin la supervisión de un adulto.

Criterios de seguridad

Los pediatras también proponen toda una serie de medidas para que se establezcan unos mínimos de seguridad a nivel estatal «dirigidos a armonizar la legislación autonómica e incrementar las medidas de seguridad en las piscinas que obliguen, entre otras cosas, al vallado completo, tanto de las piscinas públicas como de las privadas». Asimismo, abogan por que se imparta información oportuna y suficiente sobre las medidas preventivas de seguridad y de todas las situaciones que pueden suponer un riesgo para la salud en las playas y piscinas de uso público.

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