Cuando la llegada del bebé se convierte en pesadilla
El miedo al embarazo puede acompañar a la mujer durante los nueve meses de gestación y detrás de este problema se esconden causas psicológicas, biológicas y sociales
La llegada de un hijo está cargada de emociones y buenos momentos: cuando se anuncia la noticia, cuando los padres se enteran del sexo del bebé, cuando se empieza a elegir la ropita, al ver la panza crecer y por no mencionar el nacimiento...Pero hay otra realidad, quizás menos amable: la del miedo al embarazo, sobre todo, en las madres primerizas.
El miedo puede obedecer a muchas causas. «En general, este tipo de problemas no son unicausales, suele haber interacción entre factores psicológicos, biológicos y sociales: no es lo mismo una madre que enfrenta un embarazo con recursos y una buena relación con su pareja, y otra que no los tiene se ha quedado embarazada sin querer», explica la psicóloga Vanesa Fernández.
La experta aclara que el miedo no es patológico. «Aunque en algunos casos puede empezar a tener mayor intensidad, por ejemplo, cuando el problema no se va de la cabeza, cuando interfiere en el propio proceso de embarazo...en esos casos es bueno pedir ayuda», aconseja Fernández.
Desde un punto de vista ginecológico, el miedo al embarazo se produce desde lo anatómico. «Generalmente, en su primer embarazo la mujer tiene miedo desde un punto de vista anatómico. Ahora tienen más información a través de las matronas sobre cómo se desarrollará el parto y se preguntan si serán capaces de que el bebé salga por el canal del parto, ven algo demasiado grande para poder salir por una cavidad pequeñita. Pero el tema al dolor al parto en sí es cada vez menor, sobre todo desde que la epidural es algo tan generalizado. Es miedo a pensar cómo va a ser ese momento», explica la ginecóloga Gregoria Alonso, del Hospital Severo Ochoa de Leganés.
Ansiedad
El miedo al embarazo puede ser miedo al embarazo en sí, al parto o a la maternidad. «Aunque suele producirse miedo a una de estas cosas responde a personas con un rasgo de ansiedad elevado o que ven lo desconocido como algo amenazante. También puede darse en personas que de por sí son inseguras para tomar cualquier decisión o que son muy autoexigentes y tienen miedo al error».
La ansiedad se percibe sobre todo en urgencias y en este sentido, se atribuye más bien a un rasgo de las personalidad. «No se trata de un miedo representativo de las madres, se trata más bien de un porcentaje bajo de gente que domina mal sus miedos: tiene en mente miedo al parto, a ser madre, a hacerlo mal, a no ser capaz, es el perfil de gente ansiosa, no tanto de las madres en general», matiza la ginecóloga de Urgencias, García de Castro.
Y, por supuesto, también son más propensas aquellas que han tenido experiencias negativas: pérdida de un bebé, información que ha recibido de otras personas o lo que le haya costado tener el niño.
El miedo puede acompañar todo el embarazo. «Hay personas que prensentan ansiedad desde el inicio: "si tengo síntomas porque los tengo, si no los tengo porque no los tengo"...etc», ejemplifica la psicóloga.
Miedo postparto
En cualquier caso, desde la experiencia, la ginecóloga Alonso explica que percibe miedo sobre todo en el postparto, es decir, cuando a la madre le toca enfrentarse a situaciones inesperadas, de las que no le han advertido. En definitiva, cuando se enfrentan a la maternidad: «Tienen miedo a no saber controlar la situación, que es descnocida. Te duelen los puntos, no sabes cómo sentarte, el niño no para de llorar, no te sube la leche, no duermes...Además influye mucho la disminución de hormonas después del parto. Se suman factores que conducen a la depresión post-parto».
Hay que tener en cuenta que también influyen las hormonas. «Cuando es hormonal los síntomas son bastante acusados, más depresivos, aunque siempre se trata de una interacción, no se reduce solo a lo hormonal», explica Fernández.
«El miedo suele estar asociado a una preocupación por el bebé más que por la madre. Otro problema es cuando no quiere tener al hijo. En estos casos también se puede ofrecer ayuda, sobre todo para saber si la decisión responde a la ansiedad frente al embarazo y la maternidad. Pero en cualquier caso, la mujer debe ser apoyada», concluye la experta.
¿Cómo resolverlo?
Para estos casos, se suele llevar a cabo un tratamiento basado en un enfoque cognitivo-conductual. «Es necesario averiguar cuáles son los miedos de la paciente, ver en qué se fundamentan. Por ejemplo, si crees que tu embarazo no va bien porque no tienes síntomas y resulta que tu médico te ha dicho que es normal, entonces ayudas a detectar errores. Las preparas ante situaciones temidas, las informas sobre cuáles son las emociones que influyen (ansiedad, irritabilidad, tristeza que no es depresión...), a veces se llora fácilmente. En definitivia, normalizar las emociones», concluye la experta.
cuando es hormonal los sintomoas son bastante acusados, tipo mas depresivo pero la mayoria dde los casos es uan interaccion…
son depresion post part---muy intenssa que requeien medicacion….
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